.·♥UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD♥.·

CAPÍTULO 4.

Su dolor la consumía por dentro; Anahí había perdido las ganas de vivir.

Ese ser al que ella tanto adoraba, la había traicionado sin compasión.

A su mente vinieron todas las caricias, besos, abrazos, palabras, promesas y entregas totales; una y mil veces se preguntó si era un engaño...una mentira.

Su única respuesta fue... Sí.

Le dolía tanto saber que sólo había sido objeto de una vil mentira, todo el amor que le habían profesado quedaba reducido a nada.

Sus padres la llevaron a su habitación; Marina consolaba a su hija mientras la ayudaba a secarse y cambiarse de ropa.

Entre tanto Juan cargaba a Mía hacia su recámara.

HORAS MÁS TARDE...

El cielo en Guadalajara era gris, se pronosticaba una tormenta que caería por todo el día en esa cuidad... Miguel había llevado y llegado hasta su última morada en la que descansaría su amada esposa, familiares y amigos estaban ahí acompañándolo.

-Ruth: Es hora de partir hijo.

Miguel tomaba la mano de su madre y se acercaba a ella...

-Por favor mamá dale las gracias a todas las personas que se unieron a nuestra pena, a este momento tan doloroso.

Ruth asentía y besaba la mejilla de su hijo.

Se escuchaban los agradecimientos de ella hacia todos los presentes, Miguel caía arrodillado frente a la tumba de Laura y lágrimas recorrían sus mejillas.

-Te juro amor que no permitiré que nadie más entre a mi corazón; tú serás la única mujer de mi vida, la que siempre habitará en mi alma, algún día nos reuniremos otra vez para amarnos como solo nosotros supimos hacerlo aquí en la tierra. Te amo y te amaré por siempre Lau.

La gente se retiraba y César apoyaba sus manos en los hombros de Miguel, segundos después ayudaba a su hijo a levantarse.

Ruth abrazaba a Miguel y los tres caminaban hacia la salida del panteón.

-Mamááá, papááá, Annie no está!!!! Gritaba Mía bajando los escalones.

-Juan: Qué has dicho hija??

-Que Annie no está en su habitación

Marina se reunía con ellos...

-Juan: Checaste bien Mía??

-Sí daddy, entré hasta el baño y no está en ningún rincón de su alcoba.

-Dios dónde estará?? Exclamaba Marina preocupada.

Alfonso decidía acercarse a la tumba de Laura.

Había estado presente en el sepelio pero alejado de la multitud, no quiso enfrentarse nuevamente a su hermano porque sabía que sus padres abogarían y apoyarían a Miguel.

Depositaba un ramo de rosas sobre la tumba...

-Hubiera querido darte estas flores en vida mi querida Lau, pero dadas las circunstancias aquí estoy dándote el último adiós... Jamás te olvidaré porque siempre serás mi primer amor, ese amor que nunca arrancaré de mi corazón...

Continuaba expresando sus sentimientos...

-Si solo me hubieras aceptado, estoy seguro que la historia sería diferente... Pero te juro que el culpable de que hoy estés aquí lo va a pagar muy caro, yo vengaré tu muerte, Miguel llorará lágrimas de sangre.

Anahí caminaba por un rumbo conocido y transitado para ella, con la mirada en el piso y sin fijarse de todo lo que la rodeaba avanzaba hasta llegar al lugar donde habían hecho añicos sus sueños y corazón.

Tocaba el timbre y nadie contestaba en aquella casa... Intentaba de nueva cuenta y no obtenía respuesta.

La desesperación llegó a ella y comenzaba a golpear la puerta.

-Abre la puerta Maximiliano!!!! Gritando con toda sus fuerzas.

No se oían ruidos dentro de la casa, todo estaba en paz, menos su corazón; ese seguía en pedazos.

Quería remendarlo a través de verdades aunque eso significara más dolor y sufrimiento, las prefería mil veces a seguir engañada.

Pero también ansiaba verlo otra vez, hubo un momento en que rondó en su cabeza la idea de perdonarlo y hacer como si nada hubiera pasado, simplemente porque no sabía como viviría sin él, pues Max era todo en su vida.

Annie volvía a insistir con el timbre... Minutos después sacaba su celular del bolso de sus jeans y comenzó a teclear el número del que infinidad de veces había marcado.

Éste se encontraba apagado o fuera del área de servicio...

Se daba por vencida, lloraba otra vez y volvía a su mente la imagen del engaño y traición.

Sus pies se movían abandonando ese espacio.

Cuando se marchaba Derrick llegaba...

-Hola Annie!!

Ella alzaba su rostro y lo miraba, de repente una furia la invadió abofeteando al chico que la saludaba.

-Tú sabías que Max me engañaba!!! Le recriminaba Annie.

Derrick se sorprendió ante el golpe y tal cuestionamiento...

-Annie: Desde cuando se burlaban y reían a mi espalda!!!

-Annie no es lo que piensas... Contestaba Derrick.

-Cállate!!! No te apiadaste de mí.

-Deja que te explique por favor.

-Fui una tonta, una completa estúpida!!!

-Annie yo no estaba enterado de lo que Max te hizo.

-Eras su cómplice maldita sea!!!

-Derrick: No, no es verdad!!

-Por Dios eres su amigo, te confiaba todo!!

-Si soy su amigo y también el tuyo, creeme y te juro que de lo que pasó ayer no sabía nada; como te dije yo lo cité en un lugar para ir por los boletos...

-Y cómo me explicas que haya llegado con aquella mujer!!

-En realidad no lo sé Annie.

-No te creo, ya no creo en nada!!! Llorando desconsoladamente.

-Derrick: Te juro Annie que...

Ella lo interrumpía...

-No jures nada!! No te voy a creer ni una sola palabra!!

-En verdad que si yo hubiera sabido que Max iba a hacer eso y que llevaría a una chica a su casa, no habría aceptado ayudarte en la organización de la fiesta.

-Annie: Lo hecho hecho está!! Me falló, me fallaron todos porque estoy segura que sabían del engaño y aventuras que Max tenía desde hace cuando. Será por eso que no responde su celular ni abre la puerta porque estará muy ocupado con la chica de ayer u otra.

-Te lo repito Annie, no lo sé, yo no he hablado con Max, desde que saliste por esa puerta Mía te siguió y yo fui tras de ella... Es más me parece muy extraño que no responda su celular. Por eso vine a su casa para saber que es lo que había pasado.

-Pasó lo que todos saben... Me engañó y ahora soy la burla de la universidad porque traigo semejantes cuernotes!!!

-Derrick: Annie no te atormentes, no te hace bien.

-Pues mira esto es gracias a tu amigo, dile cuando lo veas que me ha matado en vida.

Dicho esto Annie se marchaba inmediatamente de ahí.