.·♥UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD♥.·

CAPÍTULO 18

Miguel y Ruth se miraban sin saber qué hacer...

Fabiola se acercaba a él abrazándolo...

-Amor, por qué no me dijiste que vendrías de compras?

-Disculpe señorita pero creo que estás confundiendo a mi hijo... comentaba Ruth.

Fabiola dirigía su mirada hacia el joven...

-No vas a decir nada amor? creo que es el momento para que me presentes por fin a tu madre.

Miguel le respondía:

-Yo no soy Alfonso.

-Es una broma verdad? exclamaba Fabiola incrédula ante las palabras del que creía era su novio.

Ruth volvía a hablar...

-Acaso conoce a mi hijo Alfonso?

Fabiola inmediatamente le respondió:

-Sí señora, yo soy Fabiola Díaz, su novia!

-Ruth: Le invito un café, para aclarar este mal entendido.

-Qué mal entendido?

-Por lo visto mi hijo Alfonso no le comentó que tiene un hermano gemelo; él es Miguel.

Fabiola estaba en una confusión total.

-Ruth: Le pido de favor que acepte el café, tenemos mucho de qué platicar.

La chica aceptaba un tanto apenada y los tres caminaban hacia la salida.

En otra parte de la ciudad...Anahí llegaba a su hogar, subía las escaleras para ir a su habitación cuando escuchó la voz de su padre.

-Eres tu Annie?

Ella volteaba a verlo...

-Hola padre!

-Pero qué te has hecho en el cabello princesa?

-Oh es eso! contestaba ella - Nada del otro mundo papá, un poco de color en las puntas y ya.

-Y eso no traera problemas en la universidad? decía Juan preocupado.

-No papá como crees! cada quien es libre de andar como quiere.

-Y cómo te sientes ante este cambio? preguntaba su padre.

-No lo sé, yo creo que bien...

-Me he dado cuenta que en estos últimos meses ya sales más y te relacionas con otros chicos.

-Sí papá, pero no es lo que te imaginas, ellos son a las únicas personas que les hablo fuera de mi familia, Christian y Sebastián han sido buenos conmigo.

-Me alegro que tengas amigos y que se preocupen por ti, son hermanos aquellos chicos?

-No papá, son pareja.

Juan tosía...

-Has dicho, pareja?

-Sí pa y no pongas esa cara...

-Ah, cuál cara? respondía  Juan -Ya sabes que yo respeto las preferencias de cada quien y aquí lo importante es como tratan a mi princesa.

-Pues no tienes por qué preocuparte,   ellos han sido unos verdaderos amigos, que como tú han querido que salga de la depresión que aún tengo.

Juan abrazaba a su hija y le murmuraba:

-Yo quiero que vuelvas a ser la de antes; mi niña risueña y enamorada de la vida.

-No papá, jamás volveré a ser la misma, la vida me dio un golpe muy fuerte; no volveré a ser la tonta y la ingenua que se deja engañar tan fácilmente.