.·♥UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD♥.·

CAPÍTULO 72.

Alfonso la miraba extasiado, comenzaba a besar a Anahí por todo su cuerpo desnudo, era un placer verla así para él. Sus pechos y toda ella estaba lista para consumar su amor, la besaba delicadamente, saboreando cada centímetro de su fabuloso cuerpo, ambos entrelazaban sus manos para entregarse por completo...

Aún no podía creer lo que su novia le había pedido minutos antes, no dijo nada simplemente se dejó llevar por  lo que su  cuerpo le imploraba: hacerla suya inmediatamente...

Sus labios se unieron y sus cuerpos se amoldaban para seguir besándose en aquella piscina y debajo del agua... un instinto hizo que Alfonso la tomara de la cintura y la cargara entre sus brazos, salía con ella de la alberca, besándose con todo el amor que fuera posible se dirigía hacia su habitación...

Al llegar la depositó sobre la cama,  continuaba con caricias y besos que hacían que Anahí se estremeciera por completo, tanto él como ella anhelaban ser uno solo.

En un instante Anahí se deshacía del bóxer de su novio, quería verlo al natural y así sucedió, miraba a Alfonso con tanto amor y deseo, masajeaba su espalda  mientras el se entretenía plácidamente con cada uno de sus pechos, haciéndola gemir en variadas ocasiones.

Volvía a su boca ardiendo por dentro, después deslizaba sus labios por su cuello y besaba despacio su piel hasta llegar a su vientre...

-Por favor entra en mí Alfonso! imploraba Annie.

Sin más que decir y uniendo nuevamente sus manos Alfonso acercaba su miembro hasta la intimidad de ella...

En un movimiento no tan brusco y acomodándose la penetraba, así comenzaban con su  entrega, sus manos se aferraban a la cintura de ella, no paraba de acariciar y besarla con frenesí,  Annie deliraba estallando en un clímax presagiado por sus movimientos salvajes, estaban en un mismo ritmo,  en cada embestida Annie enterraba sus uñas en la espalda de Alfonso, ese dolor era tan placentero que disfrutaba gratamente  sentirlo.

Ambos  saciaban sus deseos y llevaban sensaciones acumuladas, Annie se aferraba al cuello de Alfonso, levantaba sus caderas para recibirlo mejor, cada beso, cada caricia y  cada penetración confirmaban sin más todo el amor que habitaba en todo su ser, todo lo vivido y hecho en esa habitación era la más clara prueba que estaban destinados a ser y estar juntos para siempre.

 -Te amo amor! exclamaba Poncho adentro todavía  de Anahí.

Aún cuando le costaba respirar ella decía...

-Yo te amo más!

Y seguían amándose, como sólo ellos podían hacerlo.

 -Ya no podré vivir sin ti Anita, qué me has hecho mujer!

-Y yo no quiero que te separes de mi Pancho...

-Nadie nos podrá separar...

-Nada ni nadie amor!

-Me encantas, eres fabulosa cariño!

-Y tu eres un pervertido! 

-Yo? pero si tu fuiste la que me provocó.

-Bien pudiste haberte negado!

-Eso querías?

Annie negaba...

-Así estamos muy bien!

-Más que bien princesa... somos uno al fin.

-Ahora entiendo porque la lista de admiradoras era tan larga.

-Annieee!

-Qué no he dicho nada malo! 

-Pero sabes que ya no hay nadie más que tú!

-Sí lo sé y créeme que ya no te dejaré ir, eres mío y de nadie más!

-Tuyo  amor!

-Sólo mío ok!

-Sabes que no dormiremos verdad?

-Ah no? y eso?

-Toda la noche te demostraré cuanto es que te amo.

-Mmmm pues menos platica y más acción Pancho!

Alfonso sonreía y nuevamente  capturaba los labios de su amada abrazándola y haciéndola girar para que ella estuviera arriba de él...

A la mañana siguiente...

Alfonso admiraba la belleza de su novia, Annie se encontraba sobre su pecho durmiendo mientras  él le acariciaba su cuerpo y cabello, seguía alucinado con la noche que había pasado con ella, pensaba que todo era un sueño pero al verla desnuda   a su lado,   al despertar  supo que todo fue real, la tenía entre sus brazos, se habían amado sin condiciones  hasta el cansancio.

Poncho le besaba su rostro, su boca, su cabello en un sin fin de ocasiones, eso hacía que Annie sonriera sin abrir los ojos, mas sin en cambio se acomodaba y abrazaba más a su novio.

-Sigue por favor!

-Con qué princesa?

-Con los arrumacos que me estabas haciendo...

-Te gustan?

-Sí mucho!

-Esta bien pero con una condición?

Annie abría sus ojos...

-Cuál?

-Que nos quedemos toda la mañana y la tarde en la casa.

-O sea que no quieres que conozca tu ciudad?

-Ya habrá tiempo de sobra para regresar... hoy solo quiero estar así contigo!

-Pero Poncho hicimos el amor hasta que tu amiguito de allá abajo se le dio la gana!

-Es un campeón!

-Jajajaja pues yo creo que no me podré parar en un buen rato!

-Ya ves, razón suficiente para quedarnos en casa y aquí acostaditos.

Mmmmmmm no lo sé, déjame consultarlo con la almohada!

-Ah lo tienes que consultar? que no te gustó lo que hicimos sin cesar?

-Pues la verdad no eh...

-No?

-Jaaaa no me gustó Pancho me encantó!

Alfonso la besaba con adoración y se entregaban una vez más...

Horas después...

-Soy el hombre más afortunado que existe sobre la faz de la tierra Annie!

-Ah sí?

-Sin duda amor, desde que nos encontramos todo a cambiado para bien, soy otro gracias a ti, mi corazón palpita fuertemente y sin control cuando estás a mi lado, jamás había sentido algo  así, eres mi luz y mi fuerza para afrontar todo lo malo que pudiera venir.

-Y yo nunca tuve tantas ganas de entregarme hasta el final, me has hecho la mujer más feliz Poncho, el temor se ha ido y descubrí el verdadero amor en ti, te confieso que  desde que te vi supe  que serías para mí y que eras lo que Dios había mandado para hacerme nuevamente feliz, jamás pensé amarte como te amo, yo también soy muy afortunada al tenerte, tu eres mi aire, si no está conmigo me hes difícil respirar, compartimos los mismos sueños y gracias a ti ahora todo es amor para mi. 

-Te prometo que viviré exclusivamente para seguir haciéndote la mujer más feliz!

-Y yo para hacerte el hombre más feliz!

-A tu lado amándote como te amo lo soy preciosa!

-Eres para mí y siempre seré tuya Alfonso.