Capítulo 18

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Darri

Dieron de alta a John y Vladimir lo llevó a Inframundo, ahora siendo él el jefe viviría allí con John, yo volvía a tener mi casa sola.

Debería alegrarme, pero ahora esa casa sólo me traía malos recuerdos. Aún me preocupaba John, no sabía qué pasaría ahora que estaba a total merced de Vladimir, además tenía que seguir planeando el golpe con él.

Supongo que todos ellos piensan que no hay de qué preocuparse, pero no creo que me dejen solo mucho tiempo.

Entré a mi rancio hogar y me despojé de mi chaqueta, la colgué en el perchero junto a la puerta principal y subí pausadamente las escaleras rumbo a mi habitación. Allí todo estaba oscuro y no podía distinguir nada.

Al encender la luz pude notar a Stephany, la hermana menor de Nicholas, en ropa interior sentada con las piernas cruzadas sobre mi cama. Ella había cambiado mucho desde que eramos niños, ahora tenía el cabello corto y rubio ceniza, la cara pálida y una apariencia propia de una mujer británica de nacimiento. Su cuerpo no me quitaba el aliento, la verdad.

—¿Qué mierda haces aquí? —le grité mientras ella sonreía.

No tuve tiempo ni de cuestionarme cómo había entrado, no respondió nada a mi pregunta y, en su lugar, se me acercó lentamente y pegó nuestros cuerpos. Sentí ganas de apartarla bruscamente y golpearla, pero la dejé... Ella me besó apasionadamente y posó sus manos una sobre la tela de mi pantalón y otra en mi nuca.

No me gustó el beso, ni siquiera cerré los ojos, ella no me causaba ni la más mínima chispa de deseo. En cualquier otro momento hubiera tenido sexo con ella si quisiera, pero no quería. No sentía nada ni aunque eso quisiera. Ella me besaba y yo simplemente la dejaba.

A mis espaldas se alcanzó a escuchar un jadeo fuerte.

Sorprendido, me separé inmediatamente y temí que se tratara de Will... Mis sospechas eran ciertas. Aparté a Stephany con brusquedad de mi lado, pero él ya había salido corriendo de la escena.

—¡Espera! —grité.

Quedé paralizado por unos segundos, escuchando la risa de Stephany, como si de una villana de telenovela se tratara. Cómo quería matarla... Ella no podía hacer que Will me odiara.

Tal vez sería lo mejor, pensé. Pero no, eso no importa ahora.

Corrí detrás de will, pero no tuve oportunidad de alcanzarlo. Salí de la casa, pero no lo encontré por ninguna parte. Lo llamé y dejé mil mensajes, nada. Sentía una horrible culpa por dentro y una sensación extraña que iba de mis tripas a mi pecho. Tenía miedo.

Esa noche me quedé buscando a William incansablemente, recorrí casi toda la cuidad. No quise ir a su casa, pero probablemente ya se encontrara ahí.

Stephany salió de mi casa cuando fui a buscar a Will. Volví en la madrugada y ella ya no estaba.

...

Dormí un poco y desperté casi al mediodía, era domingo.

Vladimir me había devuelto mi celular y me entregó una pistola por "protección". Me dijo que debía ir cada día a Inframundo y que más me valía que no causara problemas, con su sádica y malévola risa. Tenía un mal presentimiento.

Me levanté e hice mis cosas, me dirigí inmediatamente a casa de Will, tenía que verlo... aunque fuera un segundo, aunque él no me viera. No iba a tocar la puerta, por supuesto. Llegué y escalé hacia su ventana por atrás. Toqué un par de veces y nada, la habitación estaba sola y también parecía que no había nadie dentro. Para mi suerte la ventana estaba abierta, entré y la habitación estaba completamente sola.

Miradas Frías [gay] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora