Ojos azules y cabello negro, eso era William, mi victima.
Su madre, por otra parte, tenía cabello rojizo y ojos marrones. Vestía un vestido corto y tenía ligero maquillaje. Parecía una mujer petulante y presuntuosa.
—Preséntame a tu amigo —dijo la madre de William mirándome fijamente a los ojos, primera mala impresión... Aunque me valía una mierda si le caía bien o mal a esa mujer, en este momento sólo me importa ganarme la confianza del hijo.
—Darrien Spot, señora —me presenté devolviéndole la mirada y tendiendo mi mano derecha, empeoró la suya—. Encantado.
—Mary Harries —forzó una sonrisa.
Fue la cena mas incómoda de mi vida. Recuerdo que cuando mis padres estaban vivos las pocas cenas que teníamos solían ser así, ambos en el teléfono. Ahora lo era porque la madre de William no se callaba, hacía preguntas estúpidas y todas dirigidas hacia mí.
—¿Tienes novia, Darrien? —preguntó mirándome fijamente, otra vez—. Eres muy guapo.
¿Guapo? No me consideraba eso, sólo me consideraba un asesinó común y corriente, había oído alguna vez a algunas chicas de la escuela llamarme guapo, ni siquiera acostumbro mirarme al espejo, nunca.
Solía odiar mi reflejó hace años, cuando mis padres vivían, también recuerdo problemas de depresión que liberé cuando maté y degollé a esos desgraciados, luego de eso no me importó nada más que mí mismo; sin embargo, no acostumbraba arreglarme para nada.
—No, no me importan mucho esas cosas —contesté viendo a mi plato, pude percibir que quedaba sorprendida e, incluso, un poco indignada. Fue confuso.
Sentí a William pisándome bajo la mesa y mirándome como si quisiera que dejara de hablar, lo cual me pareció más confuso.
...
—Hey, ¿por qué le dijiste eso a mi madre? —reclamó cuando estuvimos en su habitación, estaba cruzado de brazos.
—¿Qué cosa? —me senté en una esquina de su cama.
—Que no te interesa una novia —se sentó en la silla del computador. Bueno, ¿y ahora?, pensé confundido. Había sido honesto, y él no advirtió nada.
—Fui honesto —dije.
—Bueno, fue mi culpa no decirte nada —miró al suelo—. Mi mamá piensa que si un adolescente no tiene novia... es que es gay.
Eso te explica a ti, pensé. Decidí no decir nada y reír un poco, se había sonrojado ligeramente y era muy divertido. Era lo más estúpido que había escuchado alguna vez.
—Tú no tienes novia —hablé, aún reía.
—Es diferente.
—¿Qué tiene de diferente? —dije, se sonrojó más.
—Mi mamá es muy... obsesiva —su mirada seguía perdida, sus mejillas rojas—, no le gusta que haga muchas cosas y...
—Eso es peor —reí más fuerte, él frunció el ceño.
—Como sea, ¿quier... —empezó, ambos nos quedamos callados cuando la puerta se abrió, había una mujer vestida como sirvienta detrás de ella.
—Disculpe, Will —también forzó su sonrisa—. La señora me mando a decirle que como ya es tarde... su amigo debería irse.
—Toca antes de entrar —dijo con mala cara, ella asintió y salió.
—Con permiso.
—Maldita sea, esa mujer nunca aprende a hacer lo que le digo, cree que todavía soy un niño pequeño —se quejó y bufó.
—¿Quién era? —pregunté.
—Una chica de servicio —contestó y yo asentí. Nos quedamos callados unos segundos después de eso.
—Bueno, supongo que tengo que irme —me levanté—. Pero antes, dame tu número de teléfono, Harries —tendí mi celular a él.
—Puedes decirme Will —lo tomó—. Te llamo por tu nombre, ¿no?
Quería llevarme bien con él, pero un nombre no era tan importante, ¿no?
—Te quiero llamar así —me encogí de hombros—. Aunque en mi mente te digo por tu nombre —susurré y salí de la habitación.
...
Volví a casa sintiéndome frustrado por el hecho de todo lo que tenía que hacer para matar a William... Hacerme su amigo y matarlo por la espalda...
Mis ganas de matar a alguien en este momento eran inmensas, tal vez esa era mi verdadera obsesión... No como ser alcohólico o drogadicto, simplemente matar a personas era lo que me encantaba, lo que hacía que mi corazón latiera y hacía que me sintiera vivo cada segundo, lo que hacía que mi sangre pasara por mis venas y me hacía olvidar todo, lo malo como lo poco bueno que había. Era un niño jugando con su juguete favorito y sabiendo lo bien que se sentía hacerlo, esas eran las emociones que tenía cuando me hallaba asesinando a una persona.
Mis padres solían pensar en eso como algo horrible, como un pecado, pero eso siempre me importó muy poco. Nunca creí en un dios, si existiera... ¿por qué habría de haber cosas tan malas en el mundo? No los culpo por enseñarme esas cosas, después de todo, mis padres eran creyentes, yo no. Sólo quisieron enseñarme estupideces.
...
Llegué a la escuela, esta vez me fui caminando para pensar un poco en el camino, no entendía por qué, pero había algo molestándome, como una idea que no te puedes sacar o algo así, pero lo mío no era una idea, era algo mas fuerte, sensaciones extrañas.
Cuando entré, había un pequeño escándalo entre mis compañeros, al parecer un estúpido se había quedado encerrado en un aula. Hay que ser idiota, me dije y quise rodar los ojos.
—¿Quién se encerró? —pregunté a alguien que iba pasando.
—No lo sé, creo que John, como sea, ya llamaron a alguien —se fue.
Hay que ser idiota, repetí. John era un chico de mi año, era un triste payaso, un tonto. Era malo en clase y parecía que en todo lo era también, parecía que se llevaba bien con casi todos aunque nunca estaba con nadie, no creo que se quieran juntar con él.
Un maestro llegó y lo sacó de ahí. Recibió un regaño, al cual sólo se rió, y todos entramos luego de eso.
Will se sentó a mi lado, eso me alegró, al parecer podría tomarme confianza rápido. Mientras más rápido todo acabara, mejor.
¿Will? Me quedé pensando, no debería llevarme bien con él, no realmente. No sería profesional —ni bueno— relacionarme con él más de lo debido.
No hablamos mucho en toda la clase, ni siquiera presté mucha atención, odio historia. Will era bueno en todas las clases, le agradaba a todos los maestros. Bueno, él es nuevo, recordé; a todos parecía encantarles sus ojos, parecían el mar y otras veces parecían el cielo. No era el único que los tenía —yo los tenía, pero los míos son horribles— pero eran los más bonitos.
Esos ojos azules que yo vería y sería el encargado de apagar.
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Miradas Frías [gay] TERMINADA
CasualeDarrien es un asesino serial y William un chico que se preocupa por sus calificaciones. Darrien quiere asesinarlo y William está enamorado de él. ¿Quién será víctimas del otro? TERMINADA