Extra #5

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John y Darrien fumaban cigarrillos y hablaban de las mismas tonterías de las que hablaban cada vez que se reunían. Will cocinaba alguna cosa y Cedric usaba el baño.

Las cosas habían ido muy bien con los años. Will y Darrien vivían en una linda casa, muy linda y que Will amaba mucho, después de todo, él se había encargado de toda su decoración. Era realmente muy acogedora y constantemente recibían visitas de John y Cedric.

John aún vivía con Cedric, aunque constantemente decía que quizás se mudara solo algún día, trabajaba en algo, pero nadie sabía realmente qué era, y muchas veces estaba desocupado. Normalmente iba a casa de Darrien, se robaba sus cigarrillos y conversaban, Darrien solía estar desocupado también, trabajaba en casa con su computadora.

Will y Cedric bromeaban sobre cómo ellos trabajaban en serio y ellos estaban echados todo el día.

Al mismo tiempo que Cedric llegó del baño, después de tardarse un buen rato, Will salió de la cocina con cerveza. Aún tenía su camisa blanca y sus pantalones de vestir, aún no se cambiaba la ropa del trabajo, excepto que no tardó en quitarse el saco y la corbata en cuando atravesó la puerta. A él no le gustaba mucho la cerveza, pero sabía que todos quienes estaban en su sala la amaban.

John y Darrien hablarían de cómo el clima siempre es una mierda en la cuidad y de cómo odian ser adultos, Cedric se sentaría junto a John y rodaría los ojos ante lo que dijera, Will se sentaría junto a Darrien, se reiría, haría comentarios sarcásticos y se burlaría de su esposo.

Al rato Will se levantaría e iría a ver lo que estaba cocinando y Darrien sentiría cómo halaban su ropa para conseguir su atención, era un pequeño de cabello color chocolate y ojos profundamente verdes que lo llamaba papá y estaba con él todo el día.

Will y él nunca habían decidido tener hijos, sólo que un día encontraron un bebé abandonado y se encargaron un poco de él. Will había tenido un ataque de pánico sobre eso, y luego de mucho pensarlo y hablarlo... Y discutirlo, decidieron quedarse con él.

Darrien realmente no quería tener hijo, realmente nunca lo pensó como algo que quisiera, pero no había sido tan malo, no era malo... Definitivamente no era algo malo, y Will estaba extremadamente ilusionado con su perfecta familia.

El niño ya tenía tres años pero apenas podía hablar bien, fuera de eso, era un niño completamente normal. Sonreía mucho y quería a todo el mundo a su alrededor.

John sonrió mucho al verlo, Darrien lo levantó y lo sentó también en el sofá.

—¡Hola, Christopher! —saludó John extendiendo sus brazos para que el niño fuera con él.

—¡Tío! —gritó igual de emocionado lanzándose a sus brazos y abrazándolo fuerte.

Ambos pasaron unos segundos abrazándose fuertemente, Christopher acostumbrar llamar tío a John, papi a Darrien y a Will lo llamaba por su nombre... Él ya se había rendido de intentar que lo llamara papá. Hablaba torpemente, como cualquier niño.

Luego de que se separó de su tío y abrazó a Cedric, a quien también quería mucho, fue a los brazos de su padre. Realmente Darrien había estado ocupado sosteniendo una cerveza en su mano izquierda y un cigarrillo en la derecha, no tenía manera de tenerlo encima, el niño solamente se abrazó a él mientras el rubio sólo alzaba sus brazos.

Era un niño muy pequeño y torpe, vivía lastimándose y llorando por los raspones y hematomas que se hacía. Sus padres siempre estaban para él cuando le pasaba algo de eso, y simplemente lo abrazaban y lo curaban.

Darrien sintió cómo le arrebataban bruscamente su cigarrillo y su cerveza de las manos, luego pudo ver a Will a su lado, mirándolo con el ceño fruncido.

—¿No te he dicho que no fumes tan cerca de él? —lo regañó.

Darrien se encogió de hombros, John y Cedric rieron.

—Es un lindo niño —habló Cedric—, casi no creo que sea tuyo —le sonrió al niño y se burló de Darrien.

—Cállate —atrajo a Christopher hacia él—, déjalo.

Esta vez el pequeño también se rió de su padre, quien lo miró con falsa indignación.

Realmente no esperaba que fuera divertido cuidar un niño, tuvo suerte de no tener un niño que llorara mucho y fuera difícil. Al principio se negó completamente a cargarlo porque se le podía caer, o podría llorar o hacer cualquier cosa, en verdad, nunca lo cargó mucho, sólo cuando fuera estrictamente necesario, lo hacía con mucho miedo. Desde que empezó a caminar todo fue más fácil para él.

También era un niño con mucha... imaginación, así que no era algo tedioso cuidarlo, además, él podía pasar todo el día entreteniéndose solo, pero constantemente quería jugar con alguien. Mediante fue creciendo, fue haciéndose amigo de los demás niños que vivían por ahí.

—¿Quieres mucho a tu papá, Christopher? —preguntó John, Darrien rodó los ojos y los del pequeño se iluminaron, él hacía esa pregunta cada vez que lo veía. Cada vez recibía una respuesta diferente.

—¡Sí! —dijo rápido mirando fijamente a John y sonriéndole lo más grande posible—. Papi me deja desayunar helado.

John y Cedric rieron fuertemente.

—Eso es tan adorable —dijo Cedric.

—¡Shhh! —Darrien miró fijamente a Christopher.

—¡Lo escuché! —dijo Will desde la cocina.

Todos rieron estruendosamente, incluso el pequeño, que no entendía mucho lo que pasaba pero veía que todos reían, así que él también lo hizo. Tenía mucha energía y quería hacer de todo.

—¿Quieres mucho a tu tío? —preguntó Darrien mirando al niño.

—¡Sí! —volvió a responder emocionado—. Es divertido cuando él y el otro tío me cuidan —sonrió, Cedric le sonrió de vuelta—, él me cuenta cosas de ti.

—¿Ah, sí? —Darrien miró mal a los dos chicos sentados junto a él, John rió nervioso—. ¿Por qué no vas a Jugar a tu cuarto? Hablaremos de cosas de adultos.

—No me gustan las cosas de adultos —hizo una mueca, y John también—, son aburridas.

—Sí, lo sé —John suspiró y Cedric y Darrien rodaron los ojos—. Ser adulto es un asco. Nunca crezcas, ¿sí, Chris?

—¡Está bien! —habló entusiasmado y se fue corriendo a su habitación, no sin antes fallar en el intento de bajar solo del sofá y caer al piso.

Will salió de la cocina con varios platos de lasaña y todos le dieron las gracias.

—Sí, deberían agradecerme por cocinarles cada vez que vienen y por aguantar que le digan estupideces a mi hijo —rodó los ojos y se sentó receloso.

—Ah, tranquilo, él estará bien —Darrien lo abraza.

Al principio, Will también estaba indeciso sobre si quería tener hijo, aunque él siempre amó a los bebés y siempre le pareció que sería lindo tener niños. Pero era muy joven, ambos lo eran, no pudo hacer más que hiperventilarse cuando encontró ese bebé, pero lo amó mucho.

Aún así, estaba bien sólo con uno, ambos estaban bien sólo con uno. Will supuso que eran buenos padres y supo que todo seguiría estando tan bien como en ese momento, los años seguirían pasando y todo sería perfecto con su familia.

Miradas Frías [gay] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora