Miradas Frías [gay] TERMINADA

Capítulo 37

A partir de ahora todo será narrador omnisciente xd disculpen (?)

Will volvía a llamar a su madre, ahora desde su celular propio. Lo había pensado un poco, porque no la quería llamando todo el día, pero era parte de la relación madre e hijo. Y sería ridículo cortar sus relaciones...

Sabía su número de memoria. Se preguntó si sería muy caro llamar a un celular extranjero pero decidió llamar de una vez.

—¿Mamá? —habló cuando atendieron la llamada.

—¡William! —soltó la mujer emocionada.

A Will le pareció nostálgico su tono. Rara vez ella se escuchaba emocionada de esa manera. Ella era cariñosamente distante y reservada. Él también lo era, pero normalmente sin lo cariñoso. Aunque él la extrañara, no quería volver.

—¿Por qué te has demorado tanto en conseguir un teléfono? Pensé que ya no llamarías —siguió diciendo.

Eso lo hizo reír. Era una risa triste, pero no sabía por qué. Se sentía lejos y diferente, mal por su mamá y bien por Darrien —quien estaba fuera de casa—. Se sentía melancólico y ni siquiera se había quitado la ropa con la que durmió, ni peinado. Si le creciera barba seguramente tendría la sombra. Agradecía que no le creciera porque no le gustaban esas cosas. Su tono era monótono y carecía de emoción. Se sentía cansado.

—En un mes empezaré las clases —sonrió para sí mismo.

—Qué bien, ¿y cómo estás? —la mujer se empezó a escuchar monótona también.

No habían vuelto a hablar desde la incómoda conversación que compartieron en el celular de Darrien. Esta conservación no prometía ser mejor.

—Bien —respondió—. Estoy emocionado.

Will puso un cigarrillo entre sus dientes. Todavía no le gustaba fumar, pero era lo que tenía más cerca. Obviamente no dejaría que su novio lo viera haciendo eso. Lo encendió y aspiró.

—¿Y tu amigo? —preguntó con tono irónico.

—Bien, creo...

—William, sé que no vives con alguien de la universidad —se escuchó exasperaba, seguramente estaría rodando los ojos.

—¿Y cómo lo sabes? —frunció el ceño.

—¿Qué es lo que me estás ocultando? —evadió la pregunta y sonó molesta.

Era la clase de mujer indiferente. Era muy elegante para estar molesta y, sin embargo, solía ser empalagosa.
Le recordó a la época donde él se rehusó a salir de casa y ella vivía furiosa.

—Mamá... ¿por qué me dijiste que Darrien había muerto?

Ella colgó la llamada.

...

—Darrien, escuché que tu novio está en la cuidad —sonrió Cedric.

Darrien había ido a visitar a John. Cedric ya había vuelto de sus días libres. John parecía indispuesto, pero no le impedía hacer bromas y reír. El rubio ignoraba sus comentarios mientras el otro era desdeñoso. No eran los mejores amigos, pero compartían un acuerdo de paz.

—No pareces chico de novio —siguió.

—Llevan como cinco años definiendo la relación —aportó John.

—No son cinco años —se defendió Darrien—. Los últimos tres o cuatro no cuentan...

—Siempre han vivido juntos y eran novios en la escuela. Todos lo sabían —se rió.