Salí sin hacer ruido aunque sabía que se darían cuenta de que me había ido. Eran cerca de las tres de la mañana, me metí en varios sitios de entretenimiento mi sed me estaba matando. Habían lugares donde la gente sólo se sentaban y conversaban mientras se tomaban unos tragos, otros donde realmente la prostitución era lo que mas llamaba la atención. Me metí en un prostíbulo donde la decoración era en tonos azules y turquesas habían muchas mujeres completamente desnudas bailando poledance, los hombres enloquecían de lujuria al ver semejantes diosas moviéndose al compás de la música.
Me mezclé entre la gente para seleccionar a las mejores presas del lugar, la mayoría eran prostitutas que sorprendentemente se veían muy sanas y cuidadas. Me senté en una silla cercana a los camerinos a escuchar una conversación.
- Que cansada me siento.
- Si yo también.
- Chicas debo decirles algo.
- ¿Qué es?.
- Dejaré este trabajo, ya no quiero estar más aquí.
- Pero ¿de qué hablas?. Tu eres la mejor de éste lugar.
- Me han diagnosticado cáncer terminal y no quiero pasar lo poco que me queda haciendo esto, quiero vivir hasta que esta enfermedad acabe conmigo.
- Dios mio.. No teníamos idea de que..
- Tranquilas yo desde allá arriba las cuidaré y las ayudaré a ser mas zorras que nunca.
- Jajaja. Rieron todas
- Bueno ¿qué les parece si por nuestra compañera salimos a divertirnos sanamente?.
- No veo porque no, ¡vamos!.
En eso vi salir del camerino a cinco chicas que parecían no tener más de veinticuatro años. Me dispuse a perseguirlas hasta donde parecía un parque con columpios y toboganes donde ellas sin pena alguna se montaron y comenzaron a disfrutar. Al rato dos de ellas decidieron ir por algo de tomar en una panadería que estaba las 24/7 abierta así que comencé con mi casería. Para que no armaran un escandalo decidí noquearlas para luego morderlas. Terminé con dos de cinco y volví a donde estaban las demás e hice dispersarlas a todas luego las maté menos a la que tenia cáncer, a ella me le acerqué y comencé a hablarle.
- Hola.. Dije misteriosamente.
- No, no por favor no me hagas daño. Dijo la rubia comenzando a llorar a la vez que retrocedía.
- No te preocupes no te voy a lastimar. Dije acercandome a ella lentamente.
- ¿Qué le haz hecho a mis amigas?. Preguntó temblorosa.
- Alejarlas de ti, tómalo como un favor. Respondí.
- Pero si ellas.. Eran. Dijo la chica llorando.
- Shh shh no llores. Dije levantándole el mentón.
- ¿Cómo te llamas?. Pregunté sentándome en el suelo frente a ella.
- * suspiró* Sa.. Samantha.. ¿Y tu?.
- Mucho gusto, me llamo Shanodee. Dije extendiéndole mi mano pero ésta no quiso tomarla.
- Que.. ¿Qué eres?. Preguntó.
- Por ahora no puedo decirte que soy pero te aseguro que si me dices realmente quien eres tu, yo pudiera considerar el salvarte la vida.
- ¿Por qué debería confiar en alguien que ha matado a mis amigas?.
- Porque sé que tienes cáncer terminal y puedo sentir que tu no quieres morir que eres muy joven para que tu vida termine así. Dije.
- ¿Cómo sabes que yo?.
- Te he dicho que te puedo ayudar, si me hablas de tu vida y del cómo terminaste siendo una prostituta. Pedí insistentemente.
-*suspiró* Está bien te contaré. Respondió en tono de pocos ánimos.
Pasamos como unas dos horas hablando de ella y su pasado, me imaginaba que seria el típico pasado del padre drogadicto y la madre alcohólica o algo parecido pero no, el pasado de Samantha fue tan normal como el de cualquier persona. Realmente no entendía si ella había tenido una vida así ¿qué la llevó a prostituirse?. Fue cuando le pregunté eso y ella me respondió que una vez tuvo un novio a quien siempre quiso mucho pero éste luego de que había tenido casi dos años de relación una noche la violó y la obligó a comportarse como una prostituta. Luego de esa experiencia tan cruel el novio organizó un gangbang donde Sam tuvo relaciones con siete hombres a la vez incluyendolo. Después que me contó todo lo que ella vivió me dijo. " Después de haber sentido tantos penes follandome me gustó esa sensación, comencé a acostarme con cada hombre que quería, empecé a sentir que mi misión en este mundo era sentirme deseada por todos y dar placer.. Soy prostituta porque quiero no por que me obligaron".

ESTÁS LEYENDO
Inmortalidad Maldita I
VampirLe rompí el corazón, ahora él busca venganza. Sentir sus manos cada noche sobre mi cuerpo, contener ese deseo de huir y salvarme de aquel infierno pero el miedo se apoderaba de mi, esto sintetizadamente fue lo que viví quizás durante la peor etapa d...