- Por amor a Cristo. Dije impactada de ver en lo que mi hermano se había convertido
- ¿No es maravilloso? Dos Yorkshire vampiros. Dijo Dom arqueando una ceja
- ¿Por qué te metiste con el?. Grité.
- Yo quería encontrarte Shan, desde que te fuiste nuestra vida cambió. Dijo Zachary temblando.
- ¿Por qué lo convertiste?. Le pregunté a Dominic.
- Porque él quería encontrar a su queridisima hermanita Shanodee y bueno yo le ofrecí mi ayuda por un precio. Respondió.
- Zac no tienes ni idea de lo que haz hecho con tu vida. Dije.
- ¿Quién es esa chica?. Preguntó Zachary señalando a Meli.
- Ella..* suspiré* es Amelía. Contesté con unas cuantas lágrimas.
- Zachary ven aquí. Dijo Dominic acercándose a Esther.
- Ella.. Es humana ¿verdad?. Preguntó.
- Así es.. ¿Puedes escuchar el palpitar de su corazón?. Dijo seduciendo a Zac.
- Siii. Dijo dilatando sus ojos y sacando sus colmillos.
- Zac ¡no lo escuches!. Ella no es comida. Mascullé al ver la predisposición de mi hermano al querer morder a Esther.
- Qui.. Quiero su sangre. Dijo Zachary.
- Ya pronto la tendrás pero por ahora no puedes tocarla. Dijo Dominic.
En ese momento suspiré y calmé un poco mi desespero. Observé a Jeremy quien estaba mirando cada movimiento que realizaba, Esther se veía muy tranquila pero a Nikki pude ver como ya se había dado por vencido su mirada baja demostraba lo mucho que le dolía saber que tarde o temprano su hermana se convertiría y él no podría hacer nada para impedirlo.
- Tengo sed Dominic. Dijo Zac observando el cadáver.
- ¿Puedo terminar de sacarle la sangre a ella?. Preguntó señalando a Amelía.
- Ella no tiene nada de sangre en su sistema yo me encargué de drenarsela toda. Dijo Dom.
- Ella me parece muy familiar. Dijo Zachary detallandola.
No pude contener mis lágrimas.
- ¿Qué sucede hermana?.
- Nada. Dije tratando se hacerme la fuerte.
- ¡Dímelo!. Dijo Zac con voz poco amable a la vez que mi piel comenzó a abrirse como si me hubiesen roceado ácido.
- ¡Ahhhhh!. Grité del dolor en todo mi cuerpo era casi parecido al daño que causaba el sol.
- ¿Qué mierdas estás haciendo?. Pregunté.
- No lo se. Dijo confundido.
- Esto es mucho mejor de lo que pude haber imaginado. Dijo Dominic divertido de ver lo que al parecer Zac podía hacer.
- ¡Ya me harté de ti!. Dije furiosa aplicando todas mis fuerzas sobre los grilletes pudiendo al fin romperlas.
Todos se sorprendieron al ver semejantemente hazaña, lo único que quería era arrancarle la cabeza al maldito de Dominic para ponerle fin y evitar que siguiera hiriendo a mas gente inocente.
- ¡Llegó tu fin mal nacido!. Dije lanzándome sobre Dominic pero éste tenia una ventaja sobre mi.
- No haz comido Shanodee. Dijo sujetándome por el cuello.
- No me importa. Respondí tumbándolo al suelo.
- ¡Sueltalo!. Dijo una vampiresa que con su rapidez me había tomado por el cabello y me puso contra uno de los muros.
- ¡Tu!. Dije.
- Hola. Respondió Samantha.
- ¿Qué haces aquí?. Preguntó Dominic.
- Eso no te incumbe. Dijo Sam respondiéndole secamente.
- ¡Sueltame maldita!. Dije tratando de safarme pero ya mi cuerpo no resistía.
- Quedate quieta. Ordenó Samantha.
Inmediatamente mi cuerpo quedó paralizado sólo podía hablar pero no moverme.
- ¿Qué mierdas quieres? ¿Por qué no puedo moverme?. Pregunté enojada.
- He venido a despedirme pero antes quiero disculparme por todo el daño y sufrimiento que cause en ti y en Jeremy. Dijo.
- No quiero escucharte. Dije recordando aquel día.
- No me importa si me escuchas o no de todas maneras te lo diré. Aquella noche mi cuerpo comenzó a sentir algo diferente, seré sincera Jeremy sí me atraía pero yo sabia que era intocable solamente porque era tuyo.
- Si estabas consciente de eso por que..
- Porque lo obligué, cuando regresé a la casa a buscar mi cartera en la gaveta de la habitación me encontré a Jeremy sólo en pantalones..
* flashback*
- ¿Qué estás haciendo aquí?. Preguntó Jeremy extrañado.
- Yo.. Yo solo vine a buscar mi cartera.
- ¿Sólo eso?. Preguntó nuevamente.
- Emm en realidad quiero que me hagas tuya.
- ¿Que? ¿Estás drogada? ¿Qué te ocurre?.
- Que quiero que me hagas ¡tuya!.
* fin del flashback*
Fue ahí cuando el sucumbió a mi petición, cada cosa que le ordenaba él lo cumplía aunque su mente dijera que no. Para entonces descubrí que tenia poder mental sobre los cuerpos de vampiros y seres humanos es.. Un don.
Esa es la razón por la cual no puedes moverte pero si puedes hablar. Con el tiempo fui perfeccionando el control sobre mi don.
- ¿Cómo es que si paralizaste mi cuerpo puedo mover mi boca y labios?. Pregunté.
- Porque con mi mente puedo controlar que parte del cuerpo quiero inmovilizar, sólo necesito concentración. Contestó.
- Cuando nos descubriste en tu habitación mi concentración se perdió y fue así como el cuerpo de Jeremy se liberó. Mi deseo de querer follar me llevó a traicionar a quien me salvó la vida, al tu abandonar a Jeremy él se desplomó a llorar amargamente en tu cama viendo tus fotos, yo sólo me quedé viendo como había destruido un matrimonio. Jer pasó días sin beber ni una gota de sangre no salia del cuarto, comprendí que había hecho algo imperdonable así que me fui de la casa para que al menos no lidiara con la prostituta que lo obligó a tener sexo. Explicó.
- Así que quiero que hagas algo, perdona a Jeremy no fue su culpa y permitele que continúen con su relación, yo ya pagaré por lo que hice y haré lo que el cáncer no pudo hacer. Dijo Sam alejándose de mi
- Adiós Shanodee recuerda sé feliz con el hombre que te ama.
- Dominic ¡muerdeme!. Exclamó.
Dom automáticamente sujetó a Samantha por el cuello y la mordió. Para mi era confuso que un vampiro mordiera a otro porque no tenia sentido pero al ver lo que la mordida de éste le causaba a su cuerpo comprendí que esa era la manera de que un vampiro pudiera suicidarse. Las venas de Sam se hincharon hasta el punto en el que se paralizó y su piel se tornó un morado grisáceo hasta finalmente morir.
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Inmortalidad Maldita I
VampirgeschichtenLe rompí el corazón, ahora él busca venganza. Sentir sus manos cada noche sobre mi cuerpo, contener ese deseo de huir y salvarme de aquel infierno pero el miedo se apoderaba de mi, esto sintetizadamente fue lo que viví quizás durante la peor etapa d...