Inmortalidad Maldita I

13

--¿Es mucho lo que debemos caminar?--. Pregunté.

--No, debemos ir a la zona especial donde sólo yo se donde están esas orquídeas se cultivan--. Respondió Nik.

--Si te encuentras con tu sed descontrolada ¿cómo es que puedes vivir con Esther?--.Cuestionó Alejo.

Un simple suspiro como preámbulo a una respuesta podía significar que no era algo que le agradase recordar. Tenia la fiel convicción que Nikki no era solo un monstruo sarcástico y mal humorado, comenzaba a sospechar que eso era solo un teatro.

--¡Ale!--. Repliqué dándole un codazo.

--Sólo es una pregunta--. Dijo sobándose la costilla.

--No, no importa yo también me hago esa pregunta cada noche cuando la veo dormir--.

--¿Qué te detiene? ¿Qué frena tu deseo por morderle el cuello?--. Pregunté intrigada.

--Porque no quiero matarla ni convertirla no quiero que sufra como yo lo hice--. Musitó subiéndose a unas piedras enormes.

--Le tienes mucho aprecio¿Cierto?--.

--Sí, el vivir con ella me ha enseñado muchas cosas, es por ella que me he aprendido a controlar por las buenas--. Dijo Nik.

--¿Tienes sentimientos por Esther?--. Inquirí ansiosa por confirmar mis sospechas.

-- Así es, estoy enamorado de ella--. Replicó descendiendo hacia una pequeña cueva, parecía que habíamos llegado a nuestro destino.

--Y ¿por qué no se lo haz dicho?--.

--Porqué hay un problema, Esther, es mi hermana--. Dijo viéndonos fijamente con pequeñas lágrimas en sus ojos, momento justo donde podía divisarse algo de humanidad en Nikki.

--¿Que ella que?--. Pregunté atónita.

--Como lo oíste, es mi hermana. Ella es todo lo que me queda--. Afirmó arrancando unas cuantas orquídeas.

--Es por ello que no la lastimas--. Susurró Ale.

--Sí, la amo pero sé que entre nosotros no puede pasar nada--. Respondió con la cabeza baja.

--Si vives con tu hermana ¿de qué huías?. Nosotros lo hicimos porque temíamos que le hiciéramos daño a nuestras familias y más cuando esa misma noche cuando nos convirtieron masacramos a mucha gente--.Inquirí confundida.

--Huí de todo aquello que día tras día me atormentaba. Huía de las cosas horribles que hice. Quería dejar todo atrás y comenzar una nueva vida fuera de todo aquello--. Contestó Nik.

--Y ¿qué pasó cuando le contaste a tu familia?--. Preguntó Alejo.

--Yo desgraciadamente no tengo familia sólo Esther--. Replicó a punto de romper en llanto. Un momento de quiebre venia, de eso no tenia duda alguna.

--Perdóname no quise--. Dijo Ale apenado.

--Yo los maté--. Susurró.

--¿A quién? ¿A tu familia?--. Pregunté.

--Sí--.

Un silencio ensordecedor hizo acto de presencia, no existían palabras que nuestras bocas pudiesen pronunciar. Sólo las expresiones faciales podían evidenciar lo escalofriante que era escuchar todo aquello.

- Lo sé, lo sé lo que hice no tiene perdón de nadie. Yo no quería hacerlo, yo no quería matarlos--. Vociferó Nikki hundido en un estado de dolor puro.

--Esther lo sabe--. Segura estaba que no.

--¡No!. Ella no lo sabe y no puede saberlo, si se entera jamás me perdonará y la perderé y no quiero es lo único que tengo--. Respondió con desespero.

--Esto es complicado--.Susurré.

--Prométanme que no se lo dirán. ¡Prometanlo! por favor--. Suplicó Nik arrastrándose frente a nosotros.

--No te preocupes no le diremos nada pero en algún momento querrá volver para ver a su familia--. Acoté.

--No, porque cuando yo me llevé a Esther conmigo hasta aquí, era apenas una niña y bueno cuando cumplió cierta edad le dije que nuestros padres y hermanos habían muerto en un accidente aéreo. Sus cuerpos nunca fueron encontrados. Al principio fue duro para ella saber eso pero luego lo superó--.

--Si estabas en esa etapa de desquicio, pudiste haberla asesinado fácilmente--. Musité.

--Tienes razón.Sin embargo, el día que maté a mi familia ella no estaba en casa. Se había ido a la escuela, eso la salvó--. Replicó.

-- Terrorífico tu pasado--. Murmuró Alejo.

--Sí, es una mierda pero bueno al menos cuido de Esther a mi manera aunque a veces para mi sea difícil. Nunca podré suplantar a mi padre, él era una cosa diferente. Dijo Nikki.

--Que tal si dejamos este tema a un lado y hacemos lo que vinimos a hacer--.Sugerí para tratar de hacer olvidar a Nik esas cosas tan horribles.

--Tomen todas las orquídeas que puedan--.

--Con esto es que podremos llevar una vida medio "normal"--.Gruñó Ale.

--Y cuando le contaste lo de ser vampiro a tu hermana ¿cómo reaccionó?--. Pregunté.

--Al principio pensaba que era una broma, luego cuando me vio alimentándome fue cuando creyó. Imaginé que me tendría miedo pero no, le pareció curioso no me temía. Le pareció fascinante hasta el punto de pedirme una y otra vez que la convirtiera--. Contestó poniendo sus ojos en blanco.

--Cosa a la que tu obviamente le haz dicho que no--. 

--Sí, bueno ya creo que fueron muchas preguntas por hoy. Debemos irnos--. Espetó Nik saliendo del lugar.

--Muy bien, vamos--. Respondí sin mas, sabia que en algún momento volvería a mostrar dureza ante las cosas aunque ya estábamos consientes que en el fondo no era así.