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- Piedad ¡me duele mucho!. Exclamó.

- A ver que tenemos por aquí.. Ohh esto será muy divertido usarlo en ti. Dijo Dom haciéndole incisiones en las piernas y brazos con una navaja suiza.

- ¡Ahhhhhhh mamaaaa! Ayudame por favor. Suplicaba.

Trate de romper los grilletes pero me fue imposible estos estaban llenos de belladona. El manojo de sentimientos que tenia en ese momento era indescriptible al ver sufrir a lo que mas amaba.

- Vamos a ver si tu madre quiere hablar ahora.. Dijo quitandome la mordaza.

- Dominic, dejalos ir y tomame.

- Dime Shanodee ¿por qué yo haría una cosa así?. Preguntó.

- Porque se que a quien quieres realmente es a mi.

-Jajaja pues te diré que estás equivocada, ahora la pieza central de todo es la bella y sensual Amelía. Dijo manoseando sus pechos.

- ¿No sientes ni un mínimo de amor por tu creación?. Pregunté.

- ¿Creación?.

- No tengo amor por nadie. Respondió frívolo.

- ¿Por qué dijiste eso mamá?. Preguntó.

- Mi amor.. ¿Recuerdas todas las veces que me preguntaste por tu padre y nunca te respondí?. Dije.

- Siii.. Replicó temerosa.

- Pues.*suspiré* Dominic es..

- ¿Qué estás diciendo madre?.

- Que yo soy tu padre. Completó Dom en su oído causándole un escalofrío que recorrió todo su cuerpo.

- ¿Tu?. Preguntó sorprendida.

- Si.. Respondí debilitándome cada vez mas.

- Violada por mi propio padre. Susurró en shock.

- Ay ya ya que tanto drama por eso. Dijo poniéndose frente a Amelía y metiendo su pene en la boca de ella.

Dominic la folló hasta el punto de casi asfixiarla.

- Eres igualita a tu mamá una perra mas que se hace la difícil pero que le encanta ser dominada. Susurró Dom corriéndose.

- ¡Tragatelo!. Ordenó pero Meli lo esculpió.

- Eres un asco. Masculló Amelía.

- Estúpida. Dijo Dominic dándole una cachetada.

- ¡Eres un maldito!. Grité.

- Ven acá. Dijo Dom quitándole las esposas a Meli y colocándola en frente mio.

- ¿Algo que le quieras decir a tu madre?.

- ¡Ayudame!.

- Bien con eso basta. Dijo cortando la conversación e inmediatamente la mordió.

- ¡Nooo!. Dije viendo como mi hija se retorcía del dolor.

Dominic hizo caso omiso a mis palabras. Después que drenó todo el cuerpo de Amelía la lanzó a un lado, se relamio los labios y comenzó a reírse de manera muy esquizofrénica. Yo sólo me quedé un largo rato contemplando todo ese desastre, llorando en silencio apagando poco a poco mis sentimientos.

Ya no tenia nada que perder ya lo que más me importaba se había ido, mi garganta empezó a sentirse seca mi cuerpo demandaba sangre pero no me sentía lo suficientemente fuerte cómo para tratar de luchar contra Dominic y los grilletes.

- No se que me gustó mas o haber violado a mi propia hija o ver tu sufrimiento. Dijo Dom acercándose a mi.

-¡MIRAME!. Vociferó.

Levanté apenas la mirada y éste me tomó del mentón y me hizo que lo mirara justamente a sus ojos color agua marina.

- ¿Por qué tan callada?. Preguntó.

- No quiero hablar. Dije cortante.

- Mira a tu alrededor, mira a quienes te ayudaron a ser una vampiresa, mira el hombre con quien decidiste casarte y luego abandonar por su infidelidad, mira a la niña que salió de tu vientre y luego ¡mirame a mi!. El creador de toda ésta pesadilla. Dijo acariciando mi rostro.

- Desearía nunca haber ido al parque ese día, si no te hubiese conocido nada de esto hubiese pasado, yo tendría una vida muy normal como cualquier chica casi adulta. No tendría que preocuparme de nada sólo de.. * suspiré* mi familia. Dije en voz baja casi susurrando.

- Todo mi plan salió justo como quería, destrui tu vida la hice miserable. Acotó sonriendo de punta a punta.

Dominic comenzó a alejarse de mi e inmediatamente percibí el olor de un vampiro.

- ¿Haz llamado a la perra de Samantha?. Pregunté.

- No, a alguien que te interesará ver. Dijo.

- No creo que me interese nadie. Repliqué.

- ¿Segura?.

Vi la silueta de un hombre alto y fornido casi no la podía distinguir hasta que salió de las sombras.

- ¿Zachary?. Dios mio no puedo creer lo que veo.

- Hola hermana. Respondió.


Inmortalidad Maldita IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora