Amor Por Contrato ©

Capítulo Diez: No tengas miedo

Annie

Mi padre abrazaba a la señora Wilde. Yo sólo me mantenía callada mientras ella sollozaba y maldecía a todo el mundo por no poder hacer nada para salvar la vida de su amado.

Veía el camino por donde Andrew se había marchado y me preocupé. Quería que regresara, pero no sabía a donde había ido o que estaba haciendo.
Dejó a su madre aquí, sola, llorando en los brazos de mi padre cuando en realidad debía ser él quién la consolara.

-Sé lo que piensas...- me miró mi padre -Pero antes de juzgar deberías comprender- susurró y me abrazó

Dejé que me abrazara y miré a la señora Wilde que era abrazada ahora por Andrew. Mi padre no lo sabía, pero me estaba confundiendo aún más de lo que ya estaba.

-Me es difícil hacerlo cuando estoy realmente confundida...- musité

-Ya se arreglará todo...- susurró

-Eso espero-

-Familia del señor Wilde- habló una voz masculina

-Somos nosotros- dijo la señora Wilde y caminó hasta el doctor que se mantenía en un semblante triste.

-Dr. Ficherald- dije

-Annie- asintió y me sonrió

Yo le devolví el gesto y el doctor volvió a mirar triste a la familia de Andrew.

-Lamento decirles que ya es tiempo...- musitó triste

-Lo sabemos...- susurró Andrew

-Pueden pasar- asintió

La señora Wilde caminó de la mano de Andrew que besó la frente de su madre y sonrió antes de caminar hacia la habitación de su padre.
Antes de perderse entre los pasillos me sonrió con tristeza y siguió hasta que no lo vi más.

No me di cuenta en el momento en el que mi sonrisa se había desvanecido, el verlo triste me hacía lo mismo a mí. Me dolía sentirlo lejos y a la vez tan cerca de mí.

En definitiva esta situación me tenía muy confundida y tal parecía que no acabaría de entenderla nunca. Sólo me mantendría en un remolino de pensamientos hasta que de verdad comprendiera lo que mi padre y el de Andrew querían de nosotros.

-Es un gusto verla de nuevo señorita Cavalier- sonrió el doctor Ficherald que había llegado a penas a mi lado.

-Lo mismo digo doctor- sonreí con cortesía

-¿Es amiga de los Wilde?-

-Oh Gabriel, tu bien sabes que somos amigos de casi toda la vida- interrumpió mi padre -Nos acompañamos siempre- sonrió

-Por supuesto señor Cavalier- asintió el doctor -Si me disculpan, tengo que revisar a mis demás pacientes. Fue un gusto verlos-

-Gracias- sonreí

-Hasta pronto doctor- sonrió mi padre

Gabriel Ficherald era el doctor de la familia desde que su padre se retiró. Era una de las pocas personas cercanas a mi familia y yo le tenía respeto por ello, ya que mi padre pocas veces permitía que alguien se acercara a nostras, y me refiero a nosotras porque Gabriel es el doctor de Diane.

-Me agrada el hombre- miré a mi padre -Estuvo haciendo todo lo posible para que nada saliera mal con Frederick, pero lamentablemente no pudo hacer nada-

-¿El señor Frederick tiene...-

-Sí- asintió mi padre

-No lo sabía- dije