Annie
Miré a mi esposo recostado a mi lado, soñando y respirando tranquilamente. Podía mirarlo cada día de mi vida y no me cansaría de hacerlo, lo amaba y sé que este es mi lugar cuando lo veo así.
Durmiendo a mi lado.
Me acerqué a él y besé sus mejillas con dulzura, acariciándolas con mis labios para que despertara, pero no lo logré. Así que opté por bajar a la cocina y hacer un desayuno especial.
Tomé mi bata y caminé fuera de nuestra habitación, bajé las escaleras y de inmediato me encontré a Cleo preparando la mesa.
-Buenos días Cleo- sonreí
-Buen día señora, ¿Le sirvo el desayuno?-
-No- negué -Quiero desayunar con mi esposo en nuestra habitación-
-De inmediato le llevo su desayuno-
-No te molestes, quiero hacerlo yo-
-Por supuesto- asintió -Todo está listo-
-Gracias-
Caminé hasta la cocina y tomé una charola para comenzar a llenarla con comida para nosotros. Tomé algo de fruta, tostadas, parte del pastel de anoche, cereal, jugo y leche para llevárselo a mi esposo a la cama.
Tomé un par de servilletas y caminé de nuevo hacia mi habitación. Tomé la charola entre mi vientre y mi mano para con la otra poder abrir la puerta.
Cuando entré aún lo logré ver dormido y sonriente ante el cansancio del día anterior. Sé que debe de estar exhausto por que a penas y volvimos de nuestras vacaciones para volver a la oficina y eso nos estaba cansando a ambos de una manera rápida.
Teníamos que acostumbrarnos de nuevo a nuestra vida.Dejé la charola en nuestra mesita de noche y después volví a sentarme en la cama para despertarlo.
Acaricié su cabello con mis dedos y luego deposité un beso en su nariz, uno en su mejilla y después uno en su boca.
Comenzó a moverse y de a poco despertó correspondiendo a mi beso.-Que bien despierta señora Wilde-
-Es porque soy felíz señor Wilde- sonreí
Él abrió sus ojos y me miró lleno de dulzura, que se transformó en picardía de un segundo a otro y sonrió con malicia. Me tomó de la cintura y me hizo caer en la cama para subir sobre mi cuerpo mientras reía a causa de sus travesuras.
-¿Qué haces?- reí
-Despertarte- sonrió
-Pero ya lo hice-
-Pero quiero hacerlo a mi manera, no cuenta si no beso cada parte de tu rostro-
-¿A sí?- sonreí
-Me gusta hacerlo-
-Por supuesto que sí- reí
-¿Te beso entonces?-
-Sí- sonreí
Sentí como me besaba con mucha pasión y deseo en aquel momento, pero era más bien para demostrarme lo mucho que le gustaba hacerlo, lo que le gustaba hacer cada mañana.
-Ahora sí- sonrió -Buenos días-
-Buenos días- sonreí y pasé una mano por su cabello -¿Quieres desayunar?-
-Sí- sonrió y escuché como su estómago rugia
-Creo que mueres de hambre- reí
-No lo sé- dijo confundido -Últimamente he tenido demasiada hambre-
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Amor Por Contrato ©
RomanceLos Wilde y los Cavalier, dos familias con un apellido que pesa y con dos hijos curiosamente herederos de ambas fortunas. Una amistad de años. Dos jóvenes inocentes. Y un sólo trato. Siempre hemos escuchado que en esta clase de matrimonios es la ch...