Amor Por Contrato ©

Capítulo Treinta y Tres: Hora de la verdad

Annie

Miré a Andrew sorprendida, me separé de Taylor y caminé hacia mi prometido que sólo me miraba sin saber bien el por qué estaba abrazando a Taylor.

-¿Qué pasa aquí?- espetó

-Andrew...-

-Explícate- me miró molesto

Miré a Taylor y él negó. Tenía razón, yo no podía decirle por ahora la verdad a Andrew, no hasta que supiera que estábamos a salvo y que la policía comenzara a buscar a Brigite.

-Yo...- susurré -No puedo decirte. No ahora-

-Déjame ayudarte- espetó -Tú y Taylor están juntos-

-¡No!- grité

-¿Entonces?-

-Es que... Yo...- miré a Taylor -No puedo-

-Deja que lo haga yo- dijo Taylor -Ella necesitaba ayuda con las cámaras de seguridad y yo le traje esto- señaló el panel

¿Qué? Buena idea.

-Annie, si no le dices tú se lo diré yo-

-Taylor...- negué

-Dímelo- espetó Andrew

-Ayer intentaron asaltarla- dijo

-¿Qué?- Andrew frunció su seño

-Sí- negó -Lo hicieron en el estacionamiento, es por eso que me pidió que instalara esto- señaló el panel

Sentí unos brazos rodearme y de inmediato me aferré a ellos.
Andrew me abrazaba con mucha fuerza, protegiéndome de algo que no había sucedido, pero que yo quería hacerle creer por su bien.

Lo miré. Sus ojos estaban cristalinos y reflejaban preocupación, se veía tan vulnerable en aquel momento que lo único que se me ocurrió que podía hacer era besarlo.
Cuando lo hice sentí como su pecho se inflaba contra el mío, estaba conteniendo un suspiro en aquel momento y yo también. A ambos nos angustiaba la idea de perder al otro.

-No puedo creer que no me lo hayas dicho...- susurró

-No quería preocuparte- lo miré triste -Tú eres mi soporte Andrew, no quería preocuparte por algo que no pasó a mayores-

-Pero pudo hacerlo- me miró mal -Pudo haberte pasado algo y ni siquiera lo sabía-

-Lo lamento...- susurré

-No importa ya mi bonita- sonrió y besó mi frente -Ahora que lo sé te protegeré aún más-

Volvió a besar mi frente y yo lo abracé. No me gustaba verlo así, preocupado y destrozado por mi culpa, no quería provocar algún sentimiento en él que no tuviera nada que ver con el amor que yo le tenía.

-Debemos salir de aquí, Annie- dijo Taylor

-¿Por qué?- dijo Andrew

-Esto se supone que nadie lo sabría-

Andrew sólo lo miró molesto, pero terminó por ceder y asintió a manera de que comprendía.

-Cierto- dije -¿Cómo entraste?-

-Tengo las llaves de mi padre- asintió

-¿Y el guardia?-

-Viendo una película en las cámaras de seguridad- sonrió -Creí que no tendría problema-

-Oh...- asentí

-¿Todavía sigue ahí?- preguntó Taylor

-Sí-