Capítulo Veinte: Festejos y Tristezas

13.4K 772 33
                                    

Annie

Miraba como el sol salía para dar inicio a un nuevo día.
Estaba recostada en mi cama mientras veía como iniciaba el día, hoy era mi fiesta de cumpleaños y la verdad era que no me sentía con ánimos para salir de la cama.

No había vuelto a ver a Andrew, a pesar de que Carrie estaba viviendo aquí, él no había venido ni siquiera un instante, lo cuál agradecía.

No me di cuenta de lo frágil que me sentía cuando él estaba cerca, cuando él me miraba o me tocaba yo solo me perdía, él tenía la llave adecuada para hacerme perder en un solo instante.

Con él.

Mi cama de pronto se me hacía grande demasiado como para seguir perdiéndome en ella.
Fue entonces cuando me di cuenta...

Me había perdido de nuevo.

Cuando él se fue pasé por el mismo trance, por el mismo dolor y por las mismas preguntas.

¿Qué?

¿Cómo?

¿Porqué?

Siempre me preguntaba el porqué de él, el porqué de su reacción y del porqué me abandonó ese día. Sin decirme más que solo cuatro palabras...

"Yo no te amo"

Todo mi mundo se había venido abajo con aquellas palabras que él mismo me había dicho antes de irse sin darme alguna explicación o algún motivo del porqué me mintió todo el tiempo. Siempre fingiendo amarme cuando en realidad no sentía ni el más mínimo afecto hacia mí.

Nunca sintió nada.

Todavía le daba vueltas a aquel recuerdo, pero por más que lo intentara, no le encontraba sentido alguno. Todo se había derrumbado sin causa alguna, sin motivo y sin rastro.

Sin rastro de este amor.

Ya no quedaba mucho de aquel amor que antes tenía hacia él, ahora sólo quedaban cenizas que por más que intentara borrar, jamás se iban, sólo se quedaban para hacerme más daño.

-Annie...- escuché

Me giré y vi a Ane sentada en mi cama.

-Buenos días- musité

-Buenos días hermanita- sonrió -Feliz cumpleaños-

Mi hermana se recostó a mi lado y me abrazó feliz, yo hice lo mismo a pesar de todo lo que ahora me tenía así, de lo mucho que me dolía el corazón.

-Gracias- sonreí y besé su frente

-Sé que odias las fiestas desde que cumpliste dieciséis, pero nunca he sabido porqué- me miró

-Porque...- suspiré -Creo que sentía que ya estaba demasiado grande para festejar mi cumpleaños-

-Claro...- suspiró -Pero no eres tan grande, sólo tienes veintidós años- sonrió

-Suficiente edad para hacer una fiesta, ¿No crees?-

-¿De verdad quieres hacerla?- me miró sorprendida

-Pero claro que sí- reí

-Entonces vamos a desayunar- sonrió -¿Porqué no vamos al parque un rato? Antes te gustaba ir antes de que papá te hiciera la fiesta-

-Vamos- sonreí

Ella sonrió y se levantó de un salto de la cama, yo la miré irse y luego volví a rodar en mi cama. Mi hermana tenía razón, yo no festejaba mi cumpleaños y menos me agradaba que los demás lo hicieran.

Amor Por Contrato ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora