Annie
Tomé la mano de Andrew antes de entrar por primera vez a nuestro nuevo hogar. Después de un mes fuera de nuestro hogar ahora estábamos de regreso y listos para volver a tomar nuestro lugar en el mundo.
-Espera- dijo él
-¿Qué?- lo miré
Se acercó a mí y me tomó entre sus brazos, como recién casados, lo que éramos.
-Ahora sí- sonrió -Hay que entrar, mi amor-
Tomó la llave y la introdujo en la cerradura, la puerta se abrió después de un par de vueltas y...
¡Boom!
Ahí estaba mi hermosa casa, todo estaba mejor que antes con ayuda de nuestro toque personal que Andrew y yo le dimos mientras comprábamos los muebles y las pinturas. Todo estaba listo para nosotros.
Andrew entró y me dejó en el recibidor, en el, habían muchas fotos nuestras de nuestra boda y de nosotros solos.
Todo había quedado perfecto.-Ven- dijo y tomó mi mano
-Espera- reí
Cuando llegamos a la sala vi una foto nuestra colgada encima de la chimenea con algunas otras más pequeñas en el estante que estaba en la chimenea.
-¿Qué?- reí
-La mandé a hacer hace unos días y Emily la trajo- sonrió -¿Te gusta?-
Era una foto mía y de Andrew cuando estábamos en Londres, ambos mirábamos a la cámara mientras que él me abrazaba por la espalada y sonreíamos llenos de felicidad. A nuestras espaldas estaba el Big Ben y hacia que la imagen fuera aún más especial.
-Yo...- susurré
-Tomaré eso como un sí- sonrió
-Es una bienvenida única, cielo- sonreí y lo besé -Gracias-
-Así será desde ahora, mi bonita-
Él me tomó de la mano y luego caminamos hacia la salida trasera, caminamos hasta el pequeño granero que estaba a unos metros de la casa y lo primero que leí fueron unas letras que decían...
-¡Bosco!- reí y lo besé -Lo han traído-
-Ven- sonrió y caminamos
Cuando llegamos al establo lo primero que vi fue un hermoso caballo azabache de color negro. Una belleza realmente especial y muy única en todo el sentido.
-Es precioso...- susurré
Con mi mano recorrí el bello pelaje de su cuello, acariciando entre mis dedos los cabellos de su crin y finalmente paseando mis dedos en su hermoso rostro. Él me miraba con esos ojos negros, eran tan intensos que sentía que podían ver a través de mí. Una locura. Lo sé. Pero eso sentía yo.
-Es nuestro- sonrió -¿Lo quieres montar?-
-¿Yo?- dije nerviosa
-No veo a alguien más por aquí-
-Oye- reí y golpee su hombro -No lo sé-
-¿Por qué?-
-Por que no sé hacerlo-
-Yo te puedo enseñar-
-¿Ahora?- reí
-Sí- asintió -Mañana volveremos a la empresa y cada uno tomará su trabajo, no nos veremos hasta la cena-
-Es verdad- suspiré
-Quiero disfrutar esto contigo, cielo- sonrió y acarició mi mejilla
-Quiero hacerlo- asentí y lo besé -Hay que hacerlo-
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Amor Por Contrato ©
RomanceLos Wilde y los Cavalier, dos familias con un apellido que pesa y con dos hijos curiosamente herederos de ambas fortunas. Una amistad de años. Dos jóvenes inocentes. Y un sólo trato. Siempre hemos escuchado que en esta clase de matrimonios es la ch...