Amor Por Contrato ©

Capítulo Veinticinco: Volver a amar

Andrew

Tenía miedo, miedo a perderla como lo había hecho antes.
Cuando regresé sabía que ella talvez tendría una vida hecha en donde yo no tendría lugar, ella ya no me amaría e incluso, hasta llegué a creer que ella amaba a alguien más.

La sangre me hervía de tan sólo pensar en que ella amara a alguien que no fuera yo, a alguien que me robara su atención, pero sobre todo, que me robara su corazón.
No podía imaginarme tan siquiera que ella pudiera ver a otro hombre con el mismo amor con el que me miraba a mí, a mí que era el hombre que más la amaba y que estaría dispuesto a luchar por ella.

Haría todo.

Todo con tal de que Annie se quedara a mi lado para siempre, incluso, casarme. Me casaría con Annie porque era lo que más deseaba sobre todas las cosas, que fuera mi esposa y que juntos tuviéramos nuestro...

Felices para siempre.

-Casate conmigo- dije sin pensarlo ni un sólo instante

-¿Qué?- dijo soprendida

-Sí- asentí -Quiero que seas mi esposa-

-Andrew...- susurró -¿Lo has pensado?-

-Por supuesto que sí. Es lo que más he pensado durante todo este tiempo, no veo en mi vida a alguien que no seas tú a mi lado, con una familia y amándonos como lo hacemos ahora. Incluso más-

-Andrew- dijo sorpendida

-Es la verdad- dije y tomé su mano entre las mías -Dime algo, ¿Acaso tú no has pensado lo mismo?-

-Yo...- susurró -Te he dicho que no veo a nadie más en mi vida que no seas tú, pero lo que no entiendo es, ¿Por qué ahora?-

-¿Por qué no?- dije y me senté a su lado -Somos adultos Annie, nos amamos y creo que ambos pensamos en hacerlo en el futuro. ¿Por qué no adelantarlo?-

-Es que es...- musitó -Apresurado-

-¿No quieres?- dije algo triste

-Por supuesto que sí- sonrió y acarició mi mejilla -Eres lo que más amo en este mundo, pero no sé si sea el momento de hacerlo, Andrew.-

-¿Por qué?- sonreí y besé su mejilla -Yo te amo-

-Yo también- sonrió

-Entonces hagámoslo-

-¿Por qué tienes tanta prisa?-

-Por que tengo miedo de que te des cuenta de la clase hombre que soy y que me dejes. Que te vayas de mi vida, que ya no me ames y me dejes-

-No lo pienses- sonrió dulce y besó mi mejilla

La miré suplicante. Quería que aceptara mi propuesta, pero era solamente si ella también lo deseaba así, quería que fuera mi esposa pero solo si ella lo quería así.
No iba a caer en la trampa del juego que inventaron nuestros padres, en donde nosotros éramos las piezas y uno de los dos debía perder, no, yo quería ganar.

Ganar a Annie.

-Acepto- sonrió -Acepto casarme contigo-

Sonreí de oreja a oreja y besé sus labios felíz.

¡Me había dicho que sí!

Me había dicho que sí y maldita sea que en este momento me sentía como el hombre más felíz de todo el mundo. Ella me amaba y se casaría conmigo. No podía pedir nada más, ni siquiera todo el oro del mundo o la mujer más bella del mundo me daría lo que Annie me daba.

Amor sincero.

-Gracias Annie...- susurré juntando nuestras frentes.

-Te amo Andrew- sonrió -No me agradezcas-