Epílogo

13K 665 68
                                    

Annie

Cuatro años después...

-Adrien- sonreí -Ven aquí-

-Sí mami- sonrió y caminó hacia mí con sus bracitos abiertos

Cargué a mi niño en mis brazos y lo dejé sentado en la mesa para que me ayudara a preparar el pastel de cumpleaños de su papá. Andrew llegaría en menos de un par de horas y a penas y tenía tiempo de hacer el pastel.

-¿Mami?-

-¿Si cariño?- miré a mi pequeño mientras dejaba la crema de decoración en la mesa -¿Qué pasa?-

Adrien era nuestro primer hijo. Como lo supuse, se parecía mucho a Andrew; tenía los ojos azules y el cabello castaño, justo como mi esposo y eso que mi niño a penas y tenía cuatro años y le había heredado el carácter a su padre.

Tan celoso y protector.

-¿Puedo hacer dos preguntas?-

-Chico listo- sonreí y besé su frente -Haz tu pregunta-

-¿Amas a papá?-

-Pero por supuesto que sí mi amor- sonreí -¿Por qué lo dudas?-

-No lo hago- sonrió -Es sólo que quería preguntar...-

-¿Qué cosa?-

-¿Cómo supiste que era tu media fruta?-

-Media naranja- reí y lo miré -Pués...-

Recordé un capítulo de nuestra vida, ése, en donde conocí al heredero de la familia Wilde. No sabía que lo amaba en ese entonces, pero mi corazón ya lo había elegido, y eso me hizo saber que él era mío y yo suya.

-Cuando el corazón me latió a mil por hora lo supe- sonreí

-¿Cómo es eso?- dijo sorprendido

-Es cuando...-

-¡Mami!-

-Amy- sonreí

Cargué a mi niña en mis brazos y la senté a lado de su hermano.

Mi pequeña Amy era tan hermosa como yo, era la única de mis hijos que había sacado mis ojos oscuros e intensos, su cabello también era castaño y largo. A ella le gusta así.

-¿Qué decían?- rió

-De qué hablaban- le dije

-Etso- sonrió inocente -¿De qué hablafaban?-

-Hablaban- reí

-De cómo mamá y papá se enamoraron- sonrió Adrien abrazando a su hermana

-Sí- asintió -Yo también quelo saberlo-

-Bueno, nosotros...-

-¡Mami!- gritó mi pequeño entrando a la cocina

Vi como mi pequeño de dos años corría hacia mí, bueno, lo intentaba y alcanzó a llegar sin caer en el camino. Él era todo un campeón y no cayó, aprendió a caminar antes de tiempo y eso nos tenía orgullosos a mí y a Andrew.

Abracé al más pequeño de mis hijos y besé su rostro lleno de felicidad. Austin era mi pequeño bebé, a penas y tenía dos años y ya caminaba a la perfección, sin caer. Él, bueno, él era igual a su padre también. Los mismos ojos, pero distinto carácter, él es más tímido que cualquiera de sus hermanos.

Debo admitir que mis tres hijos eran distintos; Amy es dulce y liberal, mientras que Austin es más tímido y tierno, pero Adrien...

Adrien era igual a Andrew en todo.

Amor Por Contrato ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora