Capítulo 4.

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¡Hola! Aquí vengo con un capítulo nuevo. Sí, me he convertido en una de esas escritoras de las que la gente habla en Facebook poniendo memes sobre que no actualizamos. ¡Lo siento! Seguiré intentando permanecer viva tanto en Wattpad como en fanfiction, ¡de verdad
Quiero aclarar una cosita, porque he visto confusión en algunas lectoras:

La historia transcurre en 1997, en el séptimo año de Hogwarts de Harry, Ron y Hermione. Al principio, las notitas en cursiva con fecha de entre 1978 y 1981 son fragmentos de las cartas que Leah escribió para Sirius. Y los capítulos que haya que lleven un número entre paréntesis, son flashbacks del pasado. TODO lo demás sucede en tiempo normal, último año de Hogwarts.

Aclarado esto, disfrutad del capítulo ;)

4.

-«Pensaba que eras un fanfarrón. Te veía con James, Remus y Peter y creía que vosotros seríais el tipo de chicos con los que yo nunca saldría. Y luego, un día, simplemente me dices que te gusto. Y yo quería decirte que te detestaba, te lo prometo, pero sabía que nunca había sido verdaderamente cierto...»

De Leah para Sirius, 9 de Octubre de 1978.

—Entra tú primero —murmuró Ron.

—¡Entra tú! —se quejó Harry.

Hermione bufó por la inmadurez de sus amigos. Al parecer no les faltaba coraje para querer huir de Hogwarts e ir en busca de Voldemort para derrotarlo, pero cuando se trataba de hablar con McGonagall, todo era mucho más terrible. Con un suspiro, asió el pomo y abrió la puerta. Comenzó a caminar hacia el interior de la habitación, sintiendo que sus amigos la seguían.

Minerva McGonagall se encontraba sentada en la silla de su enorme escritorio, con aire pensativo y con una de sus manos posada en la falda de tartán escocés. En cuanto escuchó a los alumnos llegar, la mujer se levantó y caminó hacia ellos. Su rostro era serio y no transmitía ninguna emoción, por lo que ninguno de ellos sabía a qué se enfrentarían.

—Hola, profesora —dijo Ron, tragando saliva.

—Me gustaría saber por qué ni siquiera han comenzado las clases y ustedes ya están en mi despacho —comenzó la mujer sin responder al saludo, como si hablara para sí misma, después los miró y su rostro se suavizó ligeramente—. ¿Han tenido un buen verano?

Ellos se encogieron de hombros.

—Suficientemente bueno teniendo en cuenta que prácticamente no hemos podido salir de la casa de los Black —respondió Harry.

—Mi madre casi nos ha recluido allí —participó Ron.

McGonagall asintió con la cabeza.

—Y apuesto a que gracias a eso no han tenido ni un solo accidente y por eso están aquí hoy. Así que no veo razón para quejarse.

Los tres alumnos se quedaron callados, sabiendo que la profesora tenía razón. Antes de que ninguno de ellos pudiera hablar, la mujer alzó la cabeza y se acercó a ellos, observándolos.

—¿Qué ha sucedido hace unos minutos con el señor Malfoy, Weasley?

Ron pareció más que dispuesto a comenzar a soltar improperios referidos al episodio que antes habían protagonizado, pero Hermione se adelantó, previendo lo que pasaría si dejaba que su amigo hablara.

—Malfoy pretendía provocarnos —explicó—. Quería empezar una pelea.

—¿Y eso es una novedad?

La estrella más oscura. §Dramione§Donde viven las historias. Descúbrelo ahora