Capítulo 46
El cielo estaba nublado en ese día de febrero, señal de que sería problemático.
Draco lo supo desde el momento en el que tomó su Saeta de Plata y se dirigió junto al equipo al campo de Quidditch de Hogwarts.
A pesar de los oscuros tiempos que corrían, mucha gente acudió al partido y las gradas estaban repletas de alumnos que gritaban, quizás más violentamente que de costumbre.
Draco, con su cabello casi plateado y cayendo sobre la frente de forma desordenada, se ajustó las botas justo antes de salir al campo. Sabía que debía enfrentarse cara a cara a Harry Potter ese día.
—...los dos capitanes y buscadores de Gryffindor y Slytherin: ¡Harry Potter y Draco Malfoy! —decía Lee Jordan desde las gradas.
Draco se subió a su escoba, al tiempo que lo hacían todos sus compañeros de equipo. Comenzaron a volar sobre el campo, escuchando los gritos de los alumnos salvajemente a su alrededor. Se forzó a no mirar hacia las gradas de los Gryffindor, porque sabía que se distraería al instante en cuanto comenzara a buscar a Hermione Granger. Solo el verla iba a volverlo loco.
La profesora Rolanda Hooch abrió desde el suelo el cofre que contenía todas las pelotas de Quidditch y en el momento en el que todas se encontraron en el aire, el juego comenzó. Draco tomó aire y voló rápidamente lo más alto que pudo, divisando en el otro lado del campo a Potter, el buscador del otro equipo. No pudo evitar notar que, en lugar de Ginny Weasley como cazadora, habían escogido a Serena Miller. Probablemente estaba siendo difícil para el equipo haber perdido a su mejor cazadora.
El juego se desarrollaba rápido, violento. Tanto los jugadores del equipo de Gryffindor como los de Slytherin se golpeaban con mayor frecuencia que de costumbre y en algunos momentos, Draco vio como sus jugadores parecían incluso correr peligro. Una jugadora de Gryffindor empujó a Blaise al pasar por su lado y este estuvo a punto de caerse de su escoba.
La profesora Hooch los contemplaba desde el suelo con gesto de gravedad, como si comprendiera que la tensión entre casas era mayor que nunca.
De repente, un pequeño reflejo, y Draco vio la snitch dorada pasando por su lado. Casi se sorprendió, de tan concentrado que se encontraba siguiendo el juego bajo sus pies. Se lanzó a por la pequeña snitch voladora y se encontraba a punto de tomarla entre sus dedos cuando algo lo golpeó con violencia, sacándolo de su trayectoria. Draco sintió el impacto en el costado y se agarró con fuerza a su escoba para no caerse, aunque descendió varios metros en apenas unos segundos.
Miró de nuevo hacia arriba, encontrándose a un Potter más agresivo de lo que nunca antes lo había visto. Draco subió todo lo rápido que pudo para igualarse de nuevo a su adversario, Harry apretó los dientes al verlo y se abalanzó sobre él de nuevo, volviendo a impactar contra su cuerpo. El dolor recorrió las extremidades de Draco de nuevo.
—¿Qué coño haces, Potter? —preguntó.
Él no respondió. Siguió volando, buscando la snitch dorada. Draco rugió, lanzándose de nuevo a las alturas para poder conseguir la pequeña pelota. Cuando Harry lo vio de nuevo, la furia volvió a reflejarse en su rostro.
—Estamos jugando, Potter. Esto es un partido de quidditch, tu trabajo es agarrar la snitch, no tirarme de la escoba.
—No hables como si tú fueras el rey del juego limpio.
Draco sabía encajar un insulto o una impertinencia cuando era necesario, reconocía merecérselo la gran mayoría de veces pero... ¿qué estaba haciendo en ese momento? No había hecho absolutamente nada.
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La estrella más oscura. §Dramione§
FanfictionEn mitad de la guerra contra Voldemort, Hermione Granger encuentra en la habitación de Sirius Black unas cartas que el mago recibió cuando era joven y que desvelan su relación con una joven muggle. Hermione investiga estas cartas y trata de encontra...