Capítulo 30
30- «Regresaré a Londres de nuevo mañana. Espérame a las diez en la puerta de tu casa, tengo una sorpresa para ti.»
-De Sirius para Leah, 30 de mayo de 1979.
...
Blaise estaba a punto de acostarse ya. Las Navidades en su familia estaban siendo un poco raras y no podía ignorar que nadie parecía tan feliz y optimista como siempre, en especial él.
Su padre había cocinado el pavo tradicional al estilo Zabini y un par de primos de Birmingham habían pasado el día veinticinco de diciembre con ellos. Eso era todo.
Blaise parecía ausente, perdido. Su mente no dejaba de pensar en qué estaría haciendo Pansy en ese momento, más aún desde que había escuchado lo sucedido en el Callejón Diagón. Los mortífagos habían aparecido allí y habían herido a más de veinte personas. Dos magos y tres brujas habían muerto.
El muchacho cerró el libro que estaba leyendo y se dejó caer sobre su cama, sabiendo que tampoco esa noche podría dormir. ¿Qué estaría haciendo Pansy? ¿Habría sido ella la causante de alguna de esas muertes? Joder, ¿cómo habían llegado a esa situación?
Cerró los ojos, tratando de desviar su imagen de su cabeza... pero era imposible. Sus ojos verdes seguían allí, su cabello oscuro perfilando ese rostro orgulloso que él tanto amaba desde hacía años.
¡PUF!
Un golpe lo sobresaltó. Blaise se incorporó de inmediato y saltó de la cama, dirigiéndose hacia la ventana de su espaciosa habitación. En el suelo, una alfombra negra y elegante impedía que sus pies se congelaran con la fría piedra.
¡PUF!
El ruido se repitió, Blaise abrió la ventana sin dudar y entonces una lechuza blanca se coló en la sala sin previo aviso. El Slytherin la reconoció al instante: era una de las lechuzas de los Malfoy.
¿Qué hacía ahí? Eso era lo que se preguntaba. Draco había permanecido ausente desde que habían abandonado Hogwarts, se había negado en rotundo a celebrar las fiestas con los Zabini, por mucho que él le había insistido. Detestaba ver a su amigo así de taciturno, pero sabía que no había nada que pudiera hacer por él.
Con cuidado, el joven se acercó al animal y la lechuza se dejó acariciar con facilidad. Después él tomó el pequeño pergamino atado a una de sus patas, cuando lo abrió, Blaise se quedó boquiabierto al leer la elegante y definida caligrafía de Draco, que sólo había escrito una frase.
«Necesito que vengas a mi casa YA. Es Pansy.»
Nada más fue necesario para que Blaise Zabini reaccionara tan rápido como era posible. Colocó al pajarillo en la ventana para que éste echara a volar y acto seguido se dirigió a su armario para poder vestirse de nuevo con la ropa de calle. Apenas un par de minutos después, Blaise se apareció en la casa de su amigo.
***
La pierna de Hermione temblaba nerviosamente sin saber qué hacer. Se había sentado en uno de los sillones de la habitación de Draco y miraba hacia el suelo.
Pansy Parkinson había aparecido en la casa hecha un mar de lágrimas y vestida de mortífago. Hermione creyó que iba a vomitar de miedo al ver esa figura de negro y con una máscara plateada que quitaba el aliento a quien la viera. Creyó que alguien la había descubierto, que iban a matarla... pero solo se trataba de esa joven Slytherin con la que ella nunca se había relacionado. Su historia con Pansy Parkinson era prácticamente inexistente, al margen de algunos insultos susurrados cuando eran niñas o algunas miradas de desprecio disimuladas en clase.
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La estrella más oscura. §Dramione§
FanfictionEn mitad de la guerra contra Voldemort, Hermione Granger encuentra en la habitación de Sirius Black unas cartas que el mago recibió cuando era joven y que desvelan su relación con una joven muggle. Hermione investiga estas cartas y trata de encontra...