Capítulo treinta y seis. Balas y cuchillos.

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Este capítulo será narrado de forma diferente y no en tercera persona.

Álex aún no daba crédito a todo lo que había ocurrido. La chica muerta a la que ayudó Ana estaba comprometida con su ex novio violador y psicópata. ¿Puede haber algo más surrealista? Pues parece que la vida se tomó eso como un maldito reto porque los acontecimientos que surgieron tras ese encuentro tan siniestro fueron cada cual, aparte de sorprendente, lamentables.

¿Os habéis visto en a situación en la cual os cuentan un chiste tan malo que comienzas a reírte por esa misma razón?

Pues eso fue exactamente lo que pasó.

De todas las cosas y momentos absurdos que el chico había vivido, este se llevaba el trofeo de oro. Definitivamente era el ganador de todos.

Flashback...

—¿Los malos también se casan? —preguntó Marcos rascándose la cabeza con desconcierto. —Creía que eso solo pensaba en los cómics o en las películas. —Todos los presentes fruncieron su ceño y lo miraron extrañados.

—Nosotros no somos malos. —contestó la chica muerta mientras que ayudaba a su futuro marido a incorporarse y erguirse. —Y todos podemos cansarnos nos dediquemos a lo que nos dediquemos.

—¿Y exactamente a qué os dedicáis vosotros? —interrogó molesto Álex. —A jodernos la vida a nosotros ¿no?

—Es divertido. —escupió burlesco David.

—Divertido va a ser cuando te esté dando una paliza. —intervino James furioso. —Solo que tú no podrás reírte ahí.

—Si os hubieseis comportado bien desde el principio esto probablemente no estaría ocurriendo. —dijo la chica poniendo sus brazos en jarras. —Vigilar de quién os rodeáis.

—¿Insinúas que alguno de nosotros nos está traicionando? —rió con ironía James. La chica se encogió de hombros.

—Solo digo que deberíais ser más selectivos con las personas que os rodean.

Actualidad...

Todos se encontraban en la sala de espera del hospital. Sus cuerpos estaban tensos e intentaban mantener la mente lo más cuerda posible. Era sorprendente el giro de acontecimientos que se produjo. Después de la insinuación que les hizo la chica muerta, las cosas se torcieron y las recordaban con dificultad.

Excepto Álex y James.

Fue tan rápido que ni si quiera tenían claro como ocurrió pero sí qué ocurrió. Dos de ellos se encontraban en quirófano, debatiéndose entre la vida y la muerte. Mientras que Álex bebía café de forma compulsiva, James solo sabía preguntarle a los diferentes médicos que pasaban y enfermeros si tenían alguna noticia para ellos. El moreno comenzaba a exasperarse de que nadie les dijese nada, ¡¿pero qué demonios pasa con la sanidad actual?! Llevaban cerca de cuatro horas y, ellos no sabían nada de medicina, pero que dos personas estuviesen en una operación cuatro horas no daba buena señal.

Flashback...

Escucharon un golpe seco y después los cuerpos de la chica muerta y David cayeron inconscientes al suelo. Ana, Álex, James y Marcos miraron a las responsables de esto y se quedaron anonadados al ver a Anastasia y Annabel cada una con un bate de beisbol en sus manos.

—¿De dónde sacáis tantas armas de defensas? —preguntó Marcos confuso. —Yo siempre tengo que enfrentarme en un cuerpo a cuerpo y me arriesgo a que mi preciosa cara quede dañada.

—Los encantos femeninos consiguen muchas cosas y eso es algo en que los chicos jamás no superaréis. —declaró Annabel sonriendo con sorna.

—Oye, yo he conseguido muchas cosas gracias a esta belleza. —contraatacó Marcos acariciando su cara.

Creo que me he enamorado... (Terminada).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora