—Este es el plan: entraremos por la puerta trasera dónde solo hay dos guardias de seguridad, de ellos me encargo yo mientras que vosotros entráis en el edificio, ya os seguiré. —Dijo Jenna desde el asiento trasero del coche de Álex.
—¿Cómo se supone que los vas a distraer? —Pregunté confuso.
—¿Y dónde nos debemos dirigir mientras que tú estás en la puerta distrayéndolos? —Cuestionó Álex.
—Tengo secretos que no les gustarán a ninguno de los dos que el otro sepa, ¿no sabéis que los camareros son los que más secretos saben? Más que los psicólogos, y eso es porque las personas suelen ir a los bares a desahogar sus penas y si necesitan alguien con quien hablar en vez de pagar a un psicólogo porque te gastas más en ese médico que en un viaje entero, hablan con un camarero que es gratis y escucha y aconseja mejor incluso que un profesional. —Contestó a mi pregunta. —Os debéis dirigir a la séptima planta pero hay cámaras de seguridad por ese edificio viejo, tened cuidado y mirar hacia todos los lados. No uséis el ascensor, como sabéis todos los ascensores tienen detectores de movimiento y cámaras, tenéis que subir por las escaleras. —Añadió con respecto a la pregunta que le había hecho el moreno.
—Este plan no va a funcionar, a ti quieren matarte, si te dejamos sola no vas a durar ni un segundo. —Comenté yo mientras que negaba con mi cabeza. Esto hacía aguas por todas partes.
—¿Siete plantas andando? —Preguntó aterrorizado Álex. —No hace falta que vaya al gimnasio por una semana.
—Deja de pensar en qué haremos ahí dentro porque no vamos a entrar. No de este modo. —Me negué en rotundo.
—¿Acaso no quieres recuperar a Anastasia? —Preguntó Álex alterado. —Este es el único modo. Jenna es la persona que mejor conoce a estos tíos y es nuestra carta secreta, tenemos que aprovechar esa ventaja.
—¡Claro que quiero recuperarla! —Exclamé indignado. —¡Pero no poniendo la vida de otra persona en peligro!
—James, es la única forma que tenemos para entrar.
—Y es la única entrada que puede llevar directamente a la realmente fábrica que tienen. Si entras por la principal, aparte de que hay millones de cámaras de seguridad, tendríais que pulsar un botón rojo que desencadena una alarma y estaréis muertos. —Añadió Jenna. —Además, tenemos otra arma secreta. —Álex y yo nos miramos confundidos y entrecerramos nuestros ojos hacia el sujeto.
—¿Cuál? —Preguntamos a la vez.
—Es rubia, muy alta y con un cuerpo de infarto. —Declaró.
—¡Annabel! —Exclamamos al compás.
—No puedes dejar que esa loca nos acompañe, tendremos una muerte asegurada con ella. —Esta mujer estaba totalmente loca. Annabel, después de haber cobrado el dinero de Jenna, ha aparecido en la misión solamente para hacer un papel y cuando pongamos un pie dentro del edificio, nos dejará tirados.
—Annabel es una buena distracción para los guardias. —Explicó Jenna.
—No nos ayudará, al final se irá y nos dejará en medio del lío que provoque. Hasta yo lo sé Jenna y siempre intento pensar lo mejor de los demás. —Comentó con decepción Álex.
—Dejad de quejaros, Annabel ya está dentro y es hora de que nosotros actuemos. —Dijo mientras que cargaba su arma y salía del coche decidida.
—¿Estás seguro de esto? —Pregunté a Álex antes de que saliésemos por aquellas puertas.
—¿Y tú?
—No, pero como siempre, no me vais a hacer caso y ya estamos aquí. Habrá que intentarlo. —Dije con cansancio.
—Nos queda la fe. —Declaró Álex.
O los guardias de seguridad eran tontos o llevaban muchos cubatas de más. Resultó bastante fácil que Jenna los distrajese y sin usar la pistola, eso fue un gran alivio para todos. Y lo mejor de todo, ella estaba con vida. Había acaparado la atención de éstos con facilidad, Álex y yo no pudimos escuchar nada y tampoco nos interesaba mucho, teníamos que ser rápidos para colarnos cuando los susodichos se alejasen un poco de la puerta y, por tanto, el tiempo que estuvimos esperando, nuestra atención estaba totalmente puesta en la puerta.
Fue sorprendente el cambio que sufrió el edificio cuando entramos por la parte trasera. La vieja y engañosa delantera de aquel lugar le tenía mucho que desear al interior del edificio. Álex y yo nos quedamos parados por unos segundos observando lo que teníamos a nuestro alrededor, aunque claro, el tiempo corría y no lo podíamos apreciar con tranquilidad, así qué, evitando guardias y cámaras de seguridad, en una media hora pudimos llegar a las escaleras y con rapidez y cuidado, fuimos subiendo planta por planta. Cuando quisimos llegar a la séptima necesitábamos una botella de oxígeno.
—Jenna nos ha dicho que teníamos que venir a esta planta pero no dio más instrucciones. —Dijo Álex mientras, desesperado, cogía grandes bocanadas de aire.
—Supongo que si no dijo nada más Annabel estará por aquí moviendo sus caderas. —Comenté asomando mi cabeza un poco por la puerta. —Y no me equivoco, está sobre una mesa y tiene a la mitad de los hombres entretenidos y babeando por ella. —Añadí alzando una de mis cejas. Álex imitó mi gesto y se puso a mi lado para poder observar la escena.
—Menos mal que ayuda en algo, menear sus caderas es para lo único que sirve. —Dijo mientras que yo soltaba un pequeña y silenciosa risa.
A nuestra derecha teníamos un camino totalmente despejado, ni cámaras ni guardias. Teníamos que aprovechar esta oportunidad antes de que los tíos se cansaran de ver a una tía loca mover su cuerpo como si fuera una prostituta. Aunque pensándolo bien, lo más probable es que primero, uno por uno, se acostaras con ella. O al menos lo intentarían.
—Tenemos que buscar a Anastasia y Marcos, así qué mejor nos damos prisa. Por lo pequeña que es esta planta no debe haber muchas habitaciones donde estén, o sea que la búsqueda va a ser rápida. —Aclaró Álex.
Y no se equivocaba. La primera habitación en la que miramos era un asqueroso cuarto de baño (alguien debería decirle a estos tíos que existen productos de limpieza); posteriormente, en la habitación contigua a esta, había un armario con diferentes armas. Eso ya daba bastante miedo; pero a la tercera fue la vencida, conseguimos entrar en una habitación ''blindada'' gracias a una tarjeta que consiguió quitarle Jenna a uno de los guardias durante la distracción y nos la lanzó sutilmente.
Cuando la puerta se abrió, Marcos y Anastasia nos miraron eufóricos pero antes de que pudiesen gritar nada, Álex y yo hicimos gestos para que no dijeran ni una palabra.
—¿Sois agentes de investigación? —Me susurró Anastasia.
—Es uno de mis talentos ocultos. —Dije mientras que le guiñaba mi ojo.
—No te consideres Víctor Bukarov que aún no hemos salido de aquí. —Intervino Marcos.
La verdad es que salir ha sido bastante fácil, solo hemos encontrado un pequeño problema...
—Han descubierto la huída. Tienen a Jenna. —Dijo Annabel una vez que entró en el coche. Posteriormente, asustados y con rapidez, nos dimos a la fuga.
Querido edificio, volveremos a vernos. Tenemos que volver a por nuestra camarera favorita.
Sabía que esto era mala idea.
ESPERO QUE OS ESTÉ GUSTANDO EL LIBRO. VOLVERÉ EL PRÓXIMO VIERNES. DEJAD COMENTARIOS SI QUERÉIS DE QUE OS PARECE. ;)
BESOS. <3
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Creo que me he enamorado... (Terminada).
Jugendliteratur¿Os acordáis de mí? Sí, sí, soy James. Ese que era el mejor amigo de Ana y que a su vez también amigo de Álex. Ese que se enamoró de ella como un loco. Ese que siempre estaba a su lado en sus peores momentos. Ese que consiguió conquistar su corazón...