Capítulo 47

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Pasaron unos días y todo parecía tranquilo y normal. Era por la mañana y hacía poco que Katherine había llegado, había ido directamente a la oficina de William.

- ¿Cómo está, Katherine?
- Muy bien ¿y usted?
- Bien... Yo estaba esperándote, Adele me dijo que Piero salió con usted anoche.
- Sí, fuimos jugar boliche.
- Bueno... ¿Y cómo van las cosas con mi hijo?
- Todo está bien, Don Barone. Estoy empezando a creer que vamos conseguir.
- ¡Genial! No sabe cómo eso me hace sentir feliz. - Se sonrieron.

En el exterior de la oficina, con la oreja pegada a la puerta estaba Sophie. Ese día se había ido a la empresa con Piero, quería "hablar" con su suegro antes de viajar. Ella iría a Filadelfia para visitar a su familia que no había visto desde hace varios años y esperaba convencer a William de dejar Piero ir con ella. Ella estaba allí ese día porque él no quería ir, pero obviamente no se lo había dicho, luego con un "hay que preguntarle a mi jefe" Piero se deshizo de cualquier enjuiciamiento futuro de Sophie.

Sophie se apartó de la puerta cuando oyó pasos en la oficina. Katherine salió de allí y dos pasos después se encontraron y se miraron fijamente.

- Voy a hablar con William. - Dijo Sophie.
- La señorita tiene que esperar hasta que te diga cuándo puede recibirle.
- ¿Quién te crees que eres?

Sophie entró en la oficina y Katherine siguió y se detuvo en la puerta. Bill se quedó mirando seriamente sin entender lo que estaba haciendo allí.

- Don Barone, llegó una visita no deseada y grosera. - Katy cerró la puerta resoplando y pronto se encontró con Piero.
- ¿Qué pasó? – preguntó él.
- Su novia cree que es la reina de Inglaterra.
- Dios mío. - Susurró inclinando la cabeza hacia atrás.
- ¡Ella quiere pasar sobre mí como una apisonadora! - Katherine dijo molesta.

Unos segundos después, Sophie salió furiosa de la oficina de William. Estaba tan enojada que incluso su rostro era un poco rojo.

- Ya voy, bebé. Su padre no te liberará.
- Te lo dije. - Piero comentó y ella lo miró fijamente.
- Yo no puedo llegar tarde. Nos vemos la semana que viene. - Ella dio un breve beso en los labios y luego miro con desprecio a Katherine y ​​se fue.
- Ah, Piero. ¿Cómo puede gustarte? ¡Qué criatura más insoportable!
- No hables así Katherine, ella es mi novia. - Dijo calmo.
- ¿Ahora quieres fingir que no estás de acuerdo? ¿En serio? – Él se rió.
- Tienes que ser más tranquila o un ataque del corazón va a matarte antes de los 60 años. - Ella sonrió y sacudió su hombro.
- De todos modos yo no soy inmortal, entonces no hace ninguna diferencia para mí.
- ¿Ya te dijeron alguna vez que eres rara?
- Dejé de contar cuando tenía 15 años. - Se rieron, él se detuvo a su lado con las manos en los bolsillos.
- ¿Qué vas a hacer esta noche?
- ¿Por qué? Su novia acaba de te dar la espalda y ¿ya quieres salir conmigo? - Él asintió con la cabeza riendo. - ¿A dónde vamos?
- ¡Katyyyyyyy! - Adele apareció gritando y la abrazó. - ¿Qué estabais hablando?
- Vamos a salir esta noche. - Dijo Piero.
- ¿Puedo ir con vosotros? - Ella puso sus ojos más conmovedores.
- ¿Por qué quieres ir? - Él preguntó molesto.
- ¡No seas así, Piero! - Adele murmuró. - Me voy con un chico que me interesa mucho, ¡entonces puede ser como una cita doble!

Ella se fue feliz y Piero y Katherine se veían avergonzados. Salían siempre juntos, pero ninguno de ellos veía como "cita", sino como dos amigos que sólo querían divertirse. Siguieron mirando alrededor, esa frase de Adele dejó un extraño silencio en el aire.

- Después me digas dónde quieres ir... - Piero dio una sonrisa.
- Sí, hablamos... - él se fue. Ella bajó la cabeza y sonrió...

¿Cuánto Cuesta el Amor? |Piero Barone| Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora