- ¿Hasta qué hora trabajaste ayer, Piero? No te he visto llegar a casa, me fui a dormir temprano... - su padre dijo sonriendo. Los dos ya estaban en la oficina de la empresa.
- Fue después de las 10 de la noche cuando llegué, pero yo no estaba aquí en la empresa. - Bill lo miró. - Yo estaba con Katherine.
- Con Katherine?
- Sí, le dije que estaba cansado de trabajar aquí, que prefería un lugar más cómodo y ella me invitó a ir a su apartamento. - Él respondió con un poco de temor.
- ¿Y?
- Y nada, trabajamos hasta las 9:30.
- ¿Se estáis llevando bien? Estabas con miedo de ella cuando empezó.
- Confieso que a veces todavía me asusta con algunos comentarios, pero nos estamos llevando bien. Tenías razón, ella es muy profesional e inteligente, me hace sentir bien... Ella incluso me llamó para cenar ayer.
- Me siento contento.Piero se quedó pensativo mirando por la ventana, le encantaba la vista del lugar. Tenía las manos en los bolsillos del pantalón y más serio de lo habitual.
- ¿Qué pasa hijo?
- ¿Qué? - Preguntó desorientado. Estaba distraído.
- Estás raro.
- Creo que es el cansancio...
- Creo que hay algo más que no quieres decir.
- Es que... Hmm, cómo me puedo explicar... Ayer estaba pensando papá y, a veces tengo la sensación de que tengo miedo de casarme ¿sabes?
- ¿Por qué eso ahora?
- Tal vez eso es sólo el nerviosismo porque en realidad no me he acostumbrado a la idea y Sophie habla de ello todo el tiempo, me parece que eso hace la presión aún mayor.
- ¿No crees que sería más prudente posponer esa idea?
- No, yo no quiero perder a Sophie y si lo hago ella va a decepcionarse.
- Si ella realmente te ama, lo entenderá.
- Bueno, todavía tengo tiempo para calmarme.
- Un año pasa rápidamente hijo.
- Sí, lo sé...
- Ya que es así te voy a dar una noticia que te levantará el ánimo.
- ¿Enserio? - Preguntó sonriendo.
- El fin de semana tienes que hacer tus maletas.
- ¿Por qué? ¿A dónde vamos esta vez?
- Vamos grabar el primer comercial de la cadena hotelera. Nos vamos a Las Vegas.
- ¡Wow! Eso sí que es una buena noticia.
- Si puedes hacerme el favor de advertir a Katherine, sabes que va con nosotros, así como Marlon y Diana.
- Está bien, voy a hablar con ella.Piero estaba feliz de saber dónde iban a ir. Katherine podría hacer compañía para él, ya que Diana no le gustaba mucho, ella era una mujer de casi 40 años y extremadamente arrogante que pensaba que el mundo giraba a su alrededor;
Marlon era su "amigo", hablaban y tenía una relación de amistad, pero él era el tipo de hombre que no podía ver una falda, era capaz de no respetar ni a su madre, y con sus 31 años de edad, nunca había tenido una relación seria, había dormido con al menos la mitad de las ex empleadas de la empresa. Aun así los dos eran personas importantes para la empresa en el área de hacer comerciales para televisión.
Piero dejó la oficina de su padre y se fue hasta el escritorio de Katherine, ella estaba en el teléfono y sonrió cuando él se detuvo frente a su escritorio, ella hizo un gesto con el dedo él esperar un minuto y él asintió sonriendo. Pronto colgó.- Buenos días, Piero.
- Buenos días Katherine. ¡Buenas noticias! Creo que hoy vamos a terminar el balance de la empresa, así que hoy la cena es por mí cuenta. - Ella se echó a reír. - Y creo que te gustará saber que vamos a Las Vegas.
- ¿Las Vegas? - Le preguntó con sorpresa. - ¿Cuándo?
- El fin de semana... Pero en la cena te prometo que voy a dar más detalles. Lógico si aceptas ir conmigo.
- Me encantaría.
- Bueno. Te espero en mi oficina, vayas cuando puedas. - Se sonrieron y Piero se fue.
ESTÁS LEYENDO
¿Cuánto Cuesta el Amor? |Piero Barone| Libro 1
RomanceLo que hice fue algo que duele mucho más que una mentira, algo que hiere mucho más que una apuesta. Piero Barone era un hombre serio y diferente de cualquier otro que he conocido... Prácticamente perfecto. Su único defecto: Se iba a casar y fue cuan...