¿Cuánto Cuesta el Amor? |Piero Barone| Libro 1

Capítulo 1

- Katherine Ross Bradley. 25 años, buena edad. Habla tres idiomas... Sin hijos, soltera; esto es muy bueno, ya que este trabajo puede tomar mucho tiempo...

Katherine asintió con la cabeza, escuchando atentamente al Sr. William Barone, también conocido como Bill, dueño de una grande empresa de publicidad.

Ese día se había levantado mucho antes de lo normal, dejó su pelo oscuro suelto y ondulado que caía más abajo de la altura de su pecho. Había puesto una blusa azul escondida debajo de una chaqueta negra haciendo conjunto con su falda de talle alto y tacones también negros, maquillaje, igualmente hermosa, pero sutil y natural.

Contrario a lo que se esperaría en una entrevista de trabajo, Katherine no se sentía nerviosa. Ella era segura de sí misma en la mayoría de las veces. Era seria y muy detallista.

- La señorita tiene una buena postura por lo que estoy viendo, ya tiene algo de experiencia, estudió administración de empresas, es un buen currículum.-
- Gracias, señor Barone.-
- Muy bien, señorita Bradley, vamos a la pregunta más importante: ¿Por qué quiere este trabajo?-
- Quiero mi independencia, yo quiero trabajar para pagar un apartamento para mí-
- ¿Usted vive con su familia?-
- Sí, señor-
- ¿Con tus padres?-
- Con mi hermana, mi madre y mi padrastro. Mi padre murió ya hace algún tiempo-
- Y ¿por qué quieres vivir sola?-
- No tengo una buena relación con mi familia, así que quiero tener mi dinero, mi independencia financiera sería buena para mí. En cierto modo soy ambiciosa-
- ¿Qué haría usted por este trabajo?-
- Creo que ya estoy haciendo lo que puedo, ya que la decisión final es de el Señor. Sin embargo, estaría abierta a hacer lo que sea necesario, dentro de límites obviamente
- ¿Qué límites?
- Tengo dignidad Don Barone. Yo no soy el tipo de mujer que se vende al jefe para conseguir dinero, si eso es lo que está preguntando-
- Muy bien. Usted parece ser una persona de carácter y de fuerte personalidad. Me gusta eso Katherine. – Ella sonrió sin mostrar los dientes. - Tengo que decirle que hoy ya entrevisté a varias mujeres con mejores currículos que el suyo, así que ¿por qué cree que merezca que la contrate para trabajar conmigo?-
- Yo tengo tiempo disponible para ayudarle cuando sea necesario, ya sé que no tengo experiencia en todas las áreas solicitadas, pero garantizo que puedo aprender rápidamente. Sé portarme bien, soy discreta y tengo competencia suficiente para trabajar en esta empresa-
- Está muy confiada. Me puede pasar una seguridad increíble cuando habla. - Hizo una nota que ella no podía ver. - Muy bien, señorita Bradley, mañana por la mañana alrededor de 9:00 alguno de mis empleados le llamará para informarle si consiguió o no el trabajo-
- Gracias, señor Barone-
- Antes de salir, me gustaría hacer una pregunta más. - Ella asintió con la cabeza. - ¿Cuál es el nombre de su padre? - Jonathan Bradley-
- Este mundo es realmente muy pequeño. Su padre y yo estudiamos juntos en la escuela secundaria-
- Ah... Me dijo que una vez, pero yo no lo creí. - Ella esbozó una pequeña sonrisa.
- ¿Por qué?-
- Bueno, mi padre en sus últimos años de vida bebió mucho, lo veía borracho todas las noches... Bebía para olvidar los problemas ¿sabe? Mi familia siempre fue muy inestable
- Lo siento por eso. Él era una buena persona
- Sí. A pesar de la bebida él nunca nos hizo daño... Y por lo que sé esto es muy raro en una persona adicta al alcohol-
- En realidad sí. Lo siento por su pérdida-
- Gracias, señor-
Bueno, puede irse ahora si quiere. E independiente de mi decisión esta empresa estará siempre con las puertas abiertas para usted
- Gracias de nuevo

Los dos se despidieron con un apretón de manos y el Sr. Barone la acompañó hasta la puerta y luego llamó a la siguiente candidata.

Katherine salió del edificio y llamó a un taxi para ir a casa. Le gustaba caminar por las calles de Nueva York, pero vivir lejos de donde ella estaba no ayudaba mucho, especialmente con tacones altos.

Cuando entró a casa, cerró la puerta. Cuándo se dio la vuelta se encontró con su madre. Sabía que la guerra iba a comenzar de nuevo.