El lunes por la mañana Katy llegó con una gran sonrisa en su rostro, por lo que Adele había dicho el plan había funcionado realmente. Ella llamó a la puerta de la oficina de Piero y entró. Él levantó la cabeza y continuó en serio.
- Buenos días, Piero. - Ella dijo sonriendo.
- Buenos días.
- ¿Estás bien? Estás con una carita seria.
- Estoy bien... ¿Cómo fue tu fin de semana?
- Fue muy bueno, a pesar de agitado y no pude descansar mucho.Él miró a su alrededor y no dijo nada. Katherine supo de inmediato lo que estaba pensando, pero sólo contestaría lo que él preguntase, no diría nada más, quería ver hasta dónde llegaría.
- Espero que estés dispuesta a trabajar. – comentó él.
- No hay necesidad de preocuparse por ello.
- Sabes, yo estaba pensando que ya hace un tiempo desde que no cenamos y las últimas veces que me invitaste no pude, así que ¿qué te parece si vámonos hoy?
- No puedo.
- ¿Por qué?
- Bryan trabaja como fotógrafo y él me invitó a ver sus trabajos hoy.
- ¿El lunes por la noche?
- Dijo que lo prefiere así.
- ¿Y en algún día de esta semana?
- No lo sé.
- No está haciendo esto a mí como venganza ¿verdad?
- ¿Por qué iba a hacerte eso, Piero?
- ¡Dígame tú! - Parecía enojado.
- Por mucho tiempo no quisiste salir conmigo ¿y ahora que he encontrado a alguien para hacerlo te molestas?
- Lo conoces hace tres días ¿y ahora prefieres a él?
- No tiene que ver con preferencia.
- ¿Con qué entonces?Katherine se puso de pie y se detuvo frente a la mesa de Piero, apoyó las manos y se inclinó un poco hacia delante. Su rostro se puso serio.
- Escuches bien, Piero Barone: Por un maldito mes he estado aquí esperando tú decidir si tendría tiempo para hacer algo divertido conmigo, así que ahora no te hagas el ofendido. Yo no dije nada porque yo no tengo ese derecho, porque después de todo no debería esperar nada a cambio porque soy solamente una amiga...
Piero estaba a punto de hablar, pero Katy dio la vuelta y se fue cerrando la puerta con un poco más de fuerza de lo habitual. Caminando por el pasillo ella se encontró con William hablando con otro empleado y él se puso serio.
- ¿Que pasó, Katherine?
- Su hijo me hizo perder mi paciencia... - dijo, y siguió caminando.Piero entonces llegó allí y ambos lo miraron.
- Yo iba a preguntar si Katy pasó por aquí, pero por sus rostros creo que sí. - Bill se acercó.
- No quiero saber lo que pasó, pero arreglarás todo con Katherine... Ella es la última persona que quiero enojada dentro de esa empresa.Piero asintió, sabía muy bien lo que su padre estaba hablando. Con la personalidad de Katherine, ella suelta y furiosa podría ser peligroso para cualquier persona que simplemente la mirase diferente. Ella de mal humor no era nada más que malas noticias...
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¿Cuánto Cuesta el Amor? |Piero Barone| Libro 1
RomansaLo que hice fue algo que duele mucho más que una mentira, algo que hiere mucho más que una apuesta. Piero Barone era un hombre serio y diferente de cualquier otro que he conocido... Prácticamente perfecto. Su único defecto: Se iba a casar y fue cuan...