Capítulo 35

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- Lo siento Piero, pero necesitaba un abrazo... - dijo ella cuando se separaron y él sonrió.
- Bien...
- Será mejor que me detenga con eso, es hora de empezar a trabajar... - dijo sacudiendo la cabeza y comenzó a caminar a la oficina del Piero, sonrió y se fue con ella.

Después de un corto tiempo de trabajo Piero estaba cansado del silencio. No tenía ningún sujeto, pero quería hablar.

- Adele dijo que iban a salir el sábado. – comentó.
- Sí, pero parece que su novia llevó una eternidad para elegir el vestido... - utilizaron las mismas palabras, sin duda Adele estaba pasando demasiado tiempo con Katherine.
- Hm, ella te dijo.
- Sí, y ella me envió una foto del vestido también.
- ¿Y cómo es?
- Tú eres el novio, no puedes saber.
- ¡Dime algo! – Prácticamente le rogó.
- Me pareció horrible, nunca usaría.

Piero dejó caer la cabeza sobre la mesa y la madera hizo un pequeño ruido. Él sabía que Sophie y Katherine tenían estilos muy diferentes y le gustaba el de Katy, si ella estaba diciendo que era "terrible" entonces era 99,99% probable que odiaría. Otro día iba a tener que fingir gustar de algo sin ser verdad. ¿Entonces Adele no estaba exagerando? Estaba rezando para ser sólo mal humor de las dos.

Piero permaneció así unos segundos, levantó la cabeza y Katherine lo miraba con una cara divertida, ella sonreía sin mostrar los dientes y la ceja derecha estaba arqueada. Esa escena le pareció graciosa, pero no sabía por qué él estaba actuando así.

- ¿Qué está pasando, Piero?
- Estoy pensando en hacer clases de actuación... - miró confundida. - No voy a ser capaz de fingir que me gusta un vestido de novia si es terrible. Puedo mentir a todo lo demás, pero no con eso. Es demasiada presión para mí... – ella escuchó cuando él comenzó a susurrar y mirar la tabla. - Estoy perdido... ¿Qué voy a hacer?... Oh Dios yo no lo merezco.

Katy puso su mano en la boca y apretó los labios para no reírse, era digno de lástima, pero divertido al mismo tiempo...

- Piero, lo siento, pero te mereces...
- ¿Qué? - Él miró y preguntó en serio.
- ¿Quién la pidió en matrimonio?
- Yo...
- ¿Entonces? Cuando compras algo que te gusta todo lo demás viene de brindis... Y seamos honestos, conocías bien el lío que te estaba metiendo.
- Gracias, eres una gran amiga... - dijo irónico, pero no negó que cada palabra era verdad. Ella sonrió. - ¿Qué se supone que debo hacer?
- Esperar el "hasta que la muerte los separe" puede tomar tiempo y el divorcio es complicado... Así que yo diría que hasta la parte que tienes que decir "sí", todavía tienes tiempo para renunciar.

Piero se quedó mirándola, su sinceridad era atractiva y aterradora al mismo tiempo. Nunca había conocido a alguien decía lo que pensaba de verdad sin temor.

- ¿Cómo puedes decirme eso? - Preguntó serio.
- Sencillo, si realmente la amase entonces no estaría preguntándote a ti mismo "¿Qué voy a hacer?"
- Eres mala, Katy... Así que sugieres que mi problema va de la mano con mi solución. – Ella se inclinó sobre la mesa, apoyó los codos y dejó su rostro cerca al de él.
- No te olvides, Piero, de que entre el remedio y el veneno, la diferencia es sólo la dosis... Tú eliges... - sonrió de una manera seductora y él observaba con atención, Katherine se volvió y se fue, incluso de espalda sintió la mirada de Piero clavada en ella...

¿Cuánto Cuesta el Amor? |Piero Barone| Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora