Pasaron unos meses y Piero y Katherine siguieron tratándose de la misma manera. Así como amigos. Ellos realmente lucharon para no terminar haciendo algo que no deberían. Cada vez que salían ahora era siempre con Adele y Jamie, ya no más a solas.
Katy por varias veces provocaba Piero, él se daba cuenta y se reía nervioso, pero dejaba su autocontrol hablar en estas ocasiones. Se iba a casar y tenía que actuar como un hombre comprometido debía hacer. Aunque fuera difícil sacar Katherine de su cabeza. Él se sentía cada vez más atraído por ella y menos por Sophie. Se supone que una pareja joven debe aprovechar bien, pero él simplemente ya no conseguía más y eso empezaba a dejar Sophie con sospechas y preocupada. ¿Cómo tendría un hijo si Piero no la tocaba? Peor aún, cada vez que se acercaba él inventaba una excusa, siempre estaba cansado o quería hacer otra cosa. Piero pensaba cada vez más en Katy y esto ya dificultaba su relación. Pero la culpa no era de ella. Piero ya había comenzado a perder el interés en Sophie después de que ella dijo que estaba embarazada sin ser cierto. No sabía si había mismo estado en duda o si había mentido. Nunca tendría como saber. Sólo que parte de la confianza que tenía en ella antes ahora había desaparecido. Sus conversaciones no eran interesantes y Sophie ya no parecía tan inteligente, no sabía cómo llamar su atención.
El lado bueno de todo esto es que cuanto más pasaban los meses Sophie era tan ocupada con los preparativos de la boda que ya no pasaba tanto tiempo en la casa de los Barone. Piero pasaba su tiempo solo, con la familia o hacía cualquier cosa que quisiera sin tener que oír reclamaciones. Pero por ser el novio debería estar más emocionado que demostraba.
*****
La última semana de agosto llegó y bolsas listas para el viaje a Punta Cana. Como solía hacer, Katherine arreglo sus cosas y se fue a la casa de los Barone. Piero y Adele estaban listos y los tres fueron al aeropuerto muy temprano en la mañana, había poco que el sol había salido. Pronto se encontraron con Diana y Jordan.
Después de varias horas de viaje llegaron al hotel. El lugar podría ser fácilmente comparado con el paraíso, playas de aguas azules claras, hermoso sol que brillaba en el cielo, la brisa del mar...
Poco antes del mediodía Piero invitó Katy a almorzar en el restaurante del hotel, eligieron una mesa y luego la comida.
- Entonces, Piero – la miró. – En prácticamente un mes será su boda.
- Pues sí... - suspiró.
- No te ves feliz.
- Es curioso cómo todo el mundo me dice eso.
- No soy experta, pero que tenía que estar al menos entusiasmado.
- No puedo mostrar alegría.
- ¿Por qué?
- No sé... - mintió. Él sabía por qué. Era sencillo, no estaba feliz. - Tal vez por qué estoy un poco nervioso y ansioso.
- ¿Harás una despedida de soltero? - Le preguntó sonriendo.
- Todavía no lo sé.
- Bueno, creo que deberías hacerlo. Sería una cosa divertida para ti en todo esto...
- Como si Sophie me permitiese hacerlo.
- ¡Qué manía tuya! – Gritó y él se sobresaltó – ¡Ella no es dueña de tu vida! ¡Maldita sea! ¿Quién es el hombre es esa relación? Ella puede hacer todo que quiera contigo...
- Katherine no hables así que sabes que no me gusta.
- Lo sé, pero es la verdad. Dejas que ella domine su vida. No es que yo diga que tengas que controlar todo, pero sabes, igualdad de derechos.
- Vamos a hablar de otra cosa. Incluso si tengo que trabajar estoy fingiendo que esto se trata de vacaciones, así que quiero descansar.
- Como quieras... – se calmó – Podemos salir y buscar un poco de diversión mañana.
- Te gusta arrastrarme por el mal camino.
- En realidad no... - ella negó con su dedo índice. - Te invito a que vengas conmigo por el mal camino. Estás de acuerdo porque quieres... Pero en serio, tendremos mucha diversión aquí...Se rieron y la comida llegó. El resto del día los cinco pasaron trabajando.
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¿Cuánto Cuesta el Amor? |Piero Barone| Libro 1
RomanceLo que hice fue algo que duele mucho más que una mentira, algo que hiere mucho más que una apuesta. Piero Barone era un hombre serio y diferente de cualquier otro que he conocido... Prácticamente perfecto. Su único defecto: Se iba a casar y fue cuan...