- ¿Qué quieres Marlon? – preguntó Katherine con cara de enojo.
- Vine a verte... - levantó una copa de champagne y dos copas. - Pensé en venir aquí para conocerte mejor, sólo nos hemos presentado.Dio un paso adelante pensando que ella iba salir y dejarlo pasar. Eso no sucedió. Ella dejó la puerta abierta sólo lo necesario para su cuerpo, con una mano sosteniendo firmemente el mango y la otra dejó apoyada en la pared.
- ¿Vamos entrar y charlar, hermosa? – preguntó él.
- No.
- Pero he traído un muy buen champaña, sólo para nosotros dos, no me puedes negar esto.
- Te equivocas, sí que puedo. De hecho, yo puedo negar todo lo que quiero.
- No hagas así, cariño.
- Yo hago lo que quiero y no me llames cariño, ¡cosa ridícula! - Acercó la cara con la de ella.
- O déjame entrar o lo voy a hacer con o sin su permiso.
- ¿Quieres que grite y que te acuse de acoso?
- ¿Crees que alguien vas a creerte?
- Sé bien qué clase de hombre eres tú y nuestro jefe también. Él es muy aficionado a mí, así que si quieres correr el riesgo entonces pienses si te gusta tu trabajo... Ahora, conociendo la fama tienes de ser un mujeriego, ¿En quién crees que van a creer? - Ella trató de cerrar la puerta y le puso la mano.
- Yo no voy a renunciar fácil.
- Voy a cerrar y yo sugiero que tus dedos no estén entre la puerta y la pared.Se quitó la mano y dio un paso atrás, entonces Katy cerró la puerta con llave, para estar segura que no intentaría nada. Ella se volvió y soltó un bufido. Fue tomar un baño caliente, estaba dolorida por el viaje y ató el cabello, en lugar de pijamas, puso una de sus camisas favoritas de fútbol americano, que en realidad era casi como un vestido para ella.
Después de varios otros intentos, Katherine finalmente logró hablar con su hermana.- Es una pena que no estás aquí en Las Vegas.
- Yo también creo... Sólo me casé allí. – comentó Eve.
- Si lo hicieron ya soy feliz. Tengo que colgar ahora... Buenas noches.
- Gracias por llamar. Buenas noches.
- Si necesitas algo puedes llamarme. Sabes que encuentro una manera de ayudar.
- Sí, gracias. Hasta luego. - Eve colgó, era pasada la medianoche.Katherine dejó el teléfono en la mesilla de noche y se fue a la ventana. ¡Esa ciudad era increíble! Todo colorido y lleno de brillo. Si tuviera tiempo sin duda iría al menos en un casino, ni que fuera en el hotel mismo. Estaba caminando hacia la cama cuando oyó un golpe en la puerta. "Una vez más", pensó. Con un poco de esfuerzo miró a través de la mirilla, sólo fue capaz de identificar a un hombre de pelo oscuro, ¡no era posible ser Marlon otra vez! Giró la perilla y la abrió. Para su sorpresa... Piero. Él la miró y tragó saliva, ¿por qué estaba tan atractiva con el pelo un poco desordenado y el jersey de fútbol? Que por cierto era del equipo que también le gustaba.
- Hola, Katherine.
- Hola, Piero. ¿Sucedió algo?
- Quería ver si estabas bien, he venido antes, pero supongo que no me oíste, es que me pareció oír a alguien hablar contigo aquí en el pasillo antes.
- ¡Oh, no me lo recuerdes! Fue Marlon... – él hizo una mueca de incomodidad. - Me alegro de que me dijiste cómo él es.
- ¿Qué quería?
- Trajo champán y quería "hablar" para conocernos mejor... - dijo haciendo comillas con los dedos y rodó los ojos.
- Pero no intentó nada ¿no?
- No, no... Creo que lo asusté.
- Oh, sabes hacerlo bien... - ella se rió. - Escucha, ¿estás demasiado cansada?
- En realidad no, me dormí cuando llegamos. ¿Por qué?
- Yo tampoco tengo sueño y, no sé, yo estaba pensando ¿Quieres salir conmigo?...
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¿Cuánto Cuesta el Amor? |Piero Barone| Libro 1
RomansaLo que hice fue algo que duele mucho más que una mentira, algo que hiere mucho más que una apuesta. Piero Barone era un hombre serio y diferente de cualquier otro que he conocido... Prácticamente perfecto. Su único defecto: Se iba a casar y fue cuan...