Enamorada de mi primo

Capitulo 8

Siento que alguien me levanta del asiento pero no le tomo importancia estoy tan cansada que es lo que menos me interesa mi cuerpo se hace bolita al sentir el contacto de otra persona.

Un frío viento sopla—mmm—murmuró por qué siento el frío pegando en mi cuerpo y tiemblo —tienes frío princesa—¿princesa? me acaba de decir princesa, no le tomo mucha importancia por el cansancio—si—murmuró y siento como una chamarra es puesta encima de mi cuerpo. Suspiro el aroma de esta y huele a perfume varonil un perfume varonil que conozco muy bien esta chamarra le pertenece a Alberto.

Siento como me pega más a su cuerpo —¿está mejor? —me pregunta el yo solo asiento, estoy todavía en sus brazos y es cálido, siento que abre una puerta y me pone en una cama.

La cama es suave y esponjosa eso hace que todavía caiga más en mi estado de sueño, Alberto me pone una de sus playeras y me quita el short y me acomoda en la cama pero no me tapa y yo tiemblo.

Unos minutos después él se acuesta y yo me acurruco con él en busca de algo de calor.

Después de unos momentos el calor de una cobija me cubre y me quedo plácidamente dormida.

Siento como el me abraza y eso hace que pueda sentir su aroma aún más sonrío involuntariamente esto me gusta.

                                          —

Unos rayos entran por la ventana y me dan directo en los ojos pero soy incapaz de abrirlos –Hey levántate ally —dice Alberto susurrándome al oído, yo bostezo —no quiero dormir un poco más —digo poniendo la cobija en mi cara.

Siento como un lado de mi cama se a quedado vacío pero no le doy importancia lo que quiero es seguir durmiendo,

Pero al parecer eso no está en los planes de Alberto ya que estoy de nuevo en hombro de el que este no se cansa de tratarme como un costal de papas.

Mis puños lo golpean en la espalda—no soy un costal de papas—grito desesperada —pero es como si lo fueras.—dice el y escucho que se ríe y me baja, el fresco viento mañanero me pega en el cuerpo.

Siento como el se posiciona de tras mío y pone su boca en mi oído—cierra los ojos y no los abras hasta que yo te diga —me dice el y yo hago caso.

El me toma de una mano y me va guiando asegurándose de que no me tropiece con nada, a través de mis párpados solo puedo distinguir algo de luz del sol.

El frío de la mañana se siente aún más intenso al detenernos—ya puedes abrir los ojos—dice el susurrándome al oído, al sentir su cercanía me da escalofríos y  siento que mi estómago se revuelve ¡estupidas mariposas! No pueden ponerse así con él es tu primo tu primo.

Abro los ojos poco a poco las lagañas me molestan pero no me las quito ya que soy una floja, tardó unos minutos en reaccionar a lo que estoy viendo y no puedo creer lo que veo.

El castillo de Disney es lo que mi vista capta primero es todo color azul blanco están grande que casi toda el cielo, las calles están repletas de pequeñas tiendas estilo los 50's hay muchos dibujos animados que conozco.

Esta minnie y mickey también están las princesas de Disney esta Ariel , rapunzel , Mérida , Blanca Nieves , la cenicienta , Jazmin y la más hermosa de todas Bella como amo a esa princesa tardó unos minutos en reaccionar.

Siento que alguien me toca los hombros —y dime ¿que te parece? —pregunta Alberto yo solo volteo y lo abrazo y me trepo en el —gracias gracias gracias gracias gracias —digo dándole besos en toda la cara —es el mejor regalo nunca antes dado jamás —le digo alegremente mientras que el me devuelve los besos en la cara, yo me pongo roja al sentir su contacto, pero él no dice nada al respecto.