Enamorada de mi primo

Capitulo 33

Al llegar Mike junto con Harry se van al cuarto extra que tiene el departamento, al parecer ellos también tienen sus planes.

Siento a Alberto detrás mío—¿estas lista para esta noche?—me pregunta, asiento, me sostengo de su brazo, me siento algo mareada por el alcohol y por alguna razón esto provoca que agarre más valentía de lo común.

Me toma de la mano, nos dirigimos al cuarto, al llegar el se quita la playera y el pantalón junto con sus bóxers.

Me avienta a la cama, yo me muerdo el labio para evitar soltar un gemido al ver el espectáculo tan complaciente que me está ofreciendo Alberto, abro la boca para decir algo pero se oye algo tras la pared.

—¡dale duro mike!—grita extasiado Harry, Alberto y yo nos miramos y nos partimos de la risa.

El después se calla—no te rías, por qué en unos momentos tú estarás igual—me dice y su comentario provoca que me sonroje fuertemente.

El se acerca a mi oído—que bonita eres—me susurra—tu piel es hermosa y suave—dice mientras se sube encima mío y pone su mano en mi abdomen—sabes lo mejor de todo esto es que solo me pertenece a mi—dice de manera posesiva y eso me toma  desprevenida.

Se acerca a una más, baja su cabeza hasta mi abdomen y comienza a repartir besos en este, sus besos suben hasta que se topa con mi blusa de tirantes que me cubre el cuerpo, toma esta y la sube, me quita la blusa y después me besa donde se encuentran mis clavículas después se encarga de desaparecer el bracier y por último mis pantalones junto con mi ropa interior, mi cara y cuerpo desprende sudor.

Veo a Alberto sacar el condon y antes de que lo habrá lo detengo—alto—le digo y él me mira de forma extraña.

Me le quedo viendo unos segundos—Yo...yo... compre pastillas anticonceptivas—le digo y él me ofrece una sonrisa picara—¿recordarás tomarlas?—me pregunta yo asiento, el sonríe, se acomoda entre mis piernas y empieza a meterse dentro de mi, lento y suave, sus embestidas me hacen consumirme debajo de él.

—

Estamos exhaustos, siento como Alberto pasa la mano por mi espalda, esto provoca que me sienta soñolienta pero antes de irme a dormir me tomo la pastilla y me acurruco a su lado.

–gracias—le digo y suspiro—¿por qué?—pregunta, yo sonrío—porque me has dado el mejor cumpleaños de mi vida—le digo y me volteo para verlo, el pasa si brazo alrededor de mi cuerpo.

—de nada—suspira y sonríe—te amo hermosa, nunca te abandonaré, esto es poco de lo mucho que te mereces—me dice y me da un beso en la frente, siento como mi pecho se incha al escuchar aquellas palabras que me queman por dentro y que es inevitable no dejarlas pasar.

Sé que Alberto es la persona correcta pero también es una persona misteriosa y sé que cuando descubra cada capa que lo cubre me ira afectando más y no podré soportar todo el peso en mis hombros, suspiro, porque simplemente no me puede contar todo, me enojare lose pero si lo descubro por otra parte mi orgullo me ganara y lo mandare todo al demonio, niego con mi cabeza y trato de no pensar en eso en estos momentos—te amo más—le digo.

Me abrazo más fuerte a él, el me sostiene por la espalda, siento como mis ojos se van cerrando poco a poco hasta que finalmente todo mi cuerpo se apaga.
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Siento como el lado de mi cama esta vacío, me levanto y no veo a Alberto por ningún lado, pero escucho voces que vienen de la cocina y eso hace que me levante, decido solamente ponerme una playera larga de Alberto y ropa interior, me agarro el pelo en una chongo en alto y bajo.

Cuando bajó todos voltean a verme y yo solo me río, Alberto se acerca a mi—te ves hermosa, pero no me gusta que andes en tan poca ropa, eso solo lo puedo ver yo—dice Alberto en mi oído pero decirlo ignorarlo y el solo hace una mueca de desagrado.

Me siento en la mesa—esto es para ti hermosa—dice Alberto poniéndome un plato lleno de hotcakes y fruta enfrente mío.

Cuando me lo pone enfrente siento como se me hace agua la boca.

Harry y mike están abrazados enfrente de nosotros, sonrío, Harry se merece toda la felicidad del mundo y quién mejor que mike para hacerlo.

—Buenos días chicos—digo ellos se voltean y me sonríen.

—buenos días ally—dicen los dos al mismo tiempo, yo sonrió por la ternura que me dan,
los dos se paran y al parecer hoy todos nos pusimos de acuerdo para andar con poca ropa
Ya que Harry solo trae un una playera y bóxer y mike igual

Alberto se sienta a lado mío y yo me acurruco a su lado más feliz que nada, escucho que tocan la puerta.

—¿hay alguien ?—dice aquella voz que me estremece de tan solo escucharla, A regresado.