Estoy escuchando música, cuando siento que el carro se detiene, el movimiento provoca que mi cabeza rebote con la puerta del carro—¡carajo mi cabeza!—grito de mal humor.
—Lo siento nena—escucho a Alberto decir, yo solo me volteo, ahorita no estoy de animo para hablar, entre el sueño y todas las emociones que traigo, no soy la mejor compañía en estos momentos.
Siento un dolor y un pequeño retortijón en el estómago, ¡mierda!, no puede ser, me va a bajar la regla ¡mierda ahora no!.
En estos momentos siento ganas de llorar—nena, ¿estás bien?—pregunta Alberto detrás de mi espalda—si, solo no me toques no ando de ánimos—digo, le muestro una pequeña sonrisa, para que sepa que estamos bien.
El no dice nada al respecto y me alegra—esta bien, solo quiero decirte que ya llegamos—me indica mientras se baja, para bajar sus maletas y las mías.
Con un asentimiento en la cabeza me indica que lo siga, yo me bajo despacio del carro ya que siento que en cualquier momento me voy a desmayar del dolor de el estómago.
Puedo ver enfrente de mi un edificio inmenso, solo sigo a Alberto hasta dentro del ascensor, veo como el pone un código y el ascensor nos lleva hasta lo que creo que es el departamento.
Entramos a un pequeño departamento que se encuentra en uno de los puntos más altos de el edificio, es bonito—tiene una pequeña cocina, una sala un cuarto y un baño—me indica Alberto yo sonrío, tiene una inmensa ventana en frente—la vista en la noche ah de ser hermosa—pienso.
Me quedo viendo alrededor, tiene muchos cuadros pintorescos con unas hermosa combinación de colores.
—es bonito—le digo y me quedo observando maravillada—gracias hermosa—me dice mientras me toma de la mano.
Yo bostezo, el dolor de el estómago hace que me doblegue—estoy realmente cansada me iré a acostar—le digo a Alberto—perfecto te acompañó—dice y se pone a mi lado.
Doy un paso y es cuando me doy cuenta que no se donde queda el cuarto—¿en dónde está el cuarto?—le pregunto un poco avergonzada el se ríe—ven hermosa yo te llevo—me dice mientras me toma de la mano.
Entramos al cuarto, es realmente hermoso, me quedo maravillada viéndolo.
Es un cuarto blanco, tiene un espejo en la esquina con pequeños muebles que solo lo hace ver mucho más extravagante de lo que es.
Me volteo a ver a Alberto—vaya tienes muy buen gusto—le digo y el sonríe—si, Mónica tiene buen gusto—cuando escucho que dice eso siento una opresión en el pecho, el estomago se me contrae me siento fatal, ¿por qué dijo eso?.
Veo como la cara de Alberto cambia—Yo lo siento, no debería haber dicho eso—me dice, yo no digo nada solo asiento y me acuesto en la cama, él se acuesta a lado mío, pero sigo sin decir nada.
—soy un estupido lose, lose—dice repartiéndome besos en la cara—no importa ya, solo quiero dormir—le digo mientras me acomodo de lado, siento que el dolor me está matando.
El se recarga a mi lado y me abraza, no digo nada en estos momentos necesito sentirlo cerca de mi, quiero estar más apegada a él ya no me interesa lo que pasó, lo necesito, me apego y me acomodo al lado de el, lo volteo a ver y veo como esta sonriendo, el sueño junto con el dolor me están haciendo caer rendida—buenas noches muñeca—es lo ultimo que escucho antes de ser llevada por los brazos de Morfeo.
—
Algo húmedo provoca que me remueva en la cama, abro los ojos al sentirme incómoda y pegajosa de abajo, levanto las sábanas—mierda—digo al ver de lo que están manchadas.
Las sabanas están manchadas de sangre esto es asqueroso, yo volteo a ver a Alberto y me alivia al ver que sigue dormido, no quiero que vea esto—Alberto párate y ve a la cocina para que te prepare el desayuno—le digo algo preocupada no quiero que vea el desastre que e echo, es un asco.
Me retuerzo del dolor que siento—estabien muñeca te espero abajo—dice medio dormido
mientras se para de la cama y sale del cuarto, gracias al cielo no checo nada y se baja sin levantar la mirada.Me levanto de la cama de un salto, mientras empiezo a quitar las sábanas rápidamente, intento limpiar todo el desastre que hay en la cama, pero me vuelvo a retorcer del dolor.
Me comienza a doler la cabeza de el estrés y me echó al suelo a llorar del dolor esto es lo peor del mundo, suspiro, Inhalo y exhalo tratando de calmarme.
Pasan unos minutos en los que estoy en el suelo, en eso escucho como abren la puerta—nena estas tardando mucho, ¿te pasa algo?—dice Alberto que me voltea a ver y de imediato se agacha a mi lado—¿que te pasa? ¿estas bien? ¿por qué hay sangre?—pregunta el alterado al ver todo el desastre en la cama y a mi en el suelo.
—la regla —le digo veo como su cara cambia ahora comprende, se acerca a la cama—NO—grito—es un puto asco no la toques—digo llorando, no quiero que vea todo el desastre que eh echo es horrible.
El me sonríe—a mi no me da asco es normal preciosa—me dice y me carga—ven amor date una ducha en lo que yo limpio—me dice y se dirige al baño junto conmigo en sus brazos.
Yo solo asiento, Alberto me deja sentada en la taza del baño en lo que el prepara el agua, yo me quedo viendo a la nada, después siento como unos labios se pegan a mi frente—el agua ya está, date un baño y relájate—me dice y sale de este.
Yo me apresuro a quitarme toda la ropa, al meterme a la tina es como un suspiro de alivio, el agua me ayuda a relajarme, me sumerjo en esta, saco la cabeza y me recuesto en la pared.
Escucho como la puerta se abre y yo me tenso—te deje toallas sanitaria, ropa interior, una playera mía y unos calcetines—dice Alberto—gracias—digo desde la bañera.
Me termino de bañar y me salgo de la tina, tomo la toalla que me a dejado y me pongo todo lo que me dejo, me lavo la boca y me vuelvo a sentir mal por el dolor de estómago que me producen los cólicos.
Salgo de la habitación y está como nueva, huele a dulces, veo a Alberto acostado en la cama—se por lo que estás pasando, no te preocupes ven amor—¿amor? me acá de decir amor ¡pero que cursi!—me acerco hasta el y me da unas pastillas—tómatelas—me dice y me ofrece una botella de agua, me empino las pastillas y la botella de agua.
Siento como Alberto me sube la blusa y yo me hago para atrás no tengo ganas de nada—amor no te are nada, ven aquí—me dice.
Me acercó lentamente y dejó que me suba la blusa, siento como me empieza a hacer un masaje y en breves momentos me duermo de nuevo entre el calor de los brazos de Alberto.
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Enamorada de mi primo
Teen FictionAlly tiene el mundo a sus pies... oh eso cree ella, sale a fiestas, tiene buenos amigos, hace lo que quiere, ¿genial? ¿No?, Bueno no todo es lo que parece. Ally no tiene ni idea por qué está vez su madre no la llevo con ella Ally no tiene ni idea d...