Capitulo 27

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Me encuentro acostada en el sofá con un bote lleno de palomitas al lado mío, tomo un puñado de estas y me lo meto en la boca, dirijo mi mirada a la televisión, estoy viendo un reality show de esos de cantantes, de que el que mejor cante se llevaría un millón de dólares.

Concentró mi atención en el reality mientras me meto otro puñado de palomitas en la boca, me comienzo a reír a carcajadas ya que alguien estaba cantando y quitaron el sonido y ¡pum! se dieron cuenta de que el muchacho estaba haciendo playback.

Tomo mi celular y checo la hora, el celular me muestra que son las dos de la tarde, decido pararme para poder ir a visitar a Harry ya que ayer salió del hospital pero no tuve tiempo de ir al departamento a verlo ya que Alberto y yo decidimos limpiar el nuestro, ya que se encontraba echo un asco.

Dejo el bowl de palomitas en la mesa que está enfrente al televisor, me estiro para después dirigirme al cuarto, me acerco al closet y decido ponerme algo cómodo así que tomo un pants y un suéter con unos Adidas para el calzado, me hago un chongo en alto ya que mi cabello estaba echo un desastre, tomo me celular y las llaves de el departamento.

Salgo de este, suspiro, Alberto había salido temprano ya que tuvo un asunto con la "universidad" y era urgente así que no tengo carro para moverme y esta demasiado lejos como para ir caminando, así que decido tomar un taxi, el taxi tardo de 5 a 10 minutos en llegar.

Yo me subo en la parte trasera de este—¿a dónde la llevo señorita?—dice un señor de unos 60 años mientras sonríe—a esta dirección, por favor—digo entregándole un papelito con la dirección del departamento de Harry.

El me sonríe—por supuesto—dice mientras enciende el taxi y se dirige rumbo al departamento de Harry, pongo mi cabeza en el espejo y suspiro—días difíciles, ¿no es así?—dice la voz de enfrente que nunca despega la mirada de la carretera.

Yo levanto mi cabeza—ni que lo diga—suspiro y pongo ambas manos en mi cara, escucho como el señor se ríe con una voz ronca de la edad y si no me equivoco de años de fumar.

Después el me ve por el retrovisor—señorita—se calla—ally—le digo para que sepa mi nombre —señorita ally—dice pasando saliva como si hablar le calara.

El me regala una cálida sonrisa—no creo que usted pase de los 20—me dice sonriendo por el retrovisor—todavía tienes tiempo de arreglar errores y tener un futuro, no pierda el tiempo en melancolías—me dice sonriéndome—yo tengo 63, el cigarro y el alcohol destruyeron una parte de mi vida—dice callándose un momento como si las palabras le comenzarán a quemar la garganta.

Después se compone rápidamente—y míreme no tengo el mejor empleo y no soy la persona más rica del mundo—dice sonriendo de orgullo —pero tengo familia y una linda casa, pequeña pero acogedora, si yo pude rehacer mi vida a esta edad que no puede hacer usted—me dice y por un momento sus palabras me llegan, le sonrió y el taxi se estaciona enfrente del departamento de Harry.

Antes de bajarme murmuro un—gracias—después le sonrío—cuando quiera no dude en llamar, ya sabe dónde encontrarme—dice entregándome una tarjeta con el número del taxi—¿cuánto es?—le pregunto antes de que se me olvide pagarle.

El me sonríe—son 10 dólares—me dice y yo le entregó un billete de 50—quédese con el cambio—le digo y él me sonríe con una felicidad—muchísimas gracias—dice y yo me bajo y me despido con la mano.

Entro al departamento de Harry y lo veo acostado en el sofá viendo el mismo programa que yo estaba viendo hace unas horas—esto es una mierda—escupe las palabras—ni que lo digas—le digo y él se sorprende al escucharme.

Me voltea a ver—hey tu—me dice riéndose—que bueno que me vienes a hacerme compañía —dice gritando en broma—pues no te alegres tanto, viene para que estudiemos—le digo tomando los temarios que se encuentra enfrente de el.

El me volte a ver fingiendo enojo—ash, mejor lárgate entonces—dice de juego volteando la cara haciéndose el ofendido—está bien, adiós—le digo dirigiéndome a la puerta.

El no se para, pero grita—No, no, no, era una broma—dice el, yo me volteo y le sonrió—ya lo sabia—le digo sentándome en el mueble junto a él.

—¿cómo sigues?—le pregunto, el me regala una sonrisa cansada—bien, los analgésicos sirven bastante bien y con los cuidados de mike estoy más que mejor—me dice sonriendo al nombrar a su novio.

Yo le sonrío, me alegra verlo tan feliz—Y, ¿has hablado con el de lo de Italia?—le pregunto, el asiente—se irá conmigo—dice feliz—¿y tú ya se lo dijiste?—me pregunta y yo asiento—el también se irá conmigo—le digo, el me abraza y yo le regreso el abrazo.

No separamos después de unos minutos—a si que vamos a estudiar, el examen es en dos dias y estoy planeando pasar ese examen—le digo mientras pongo los temarios en mis piernas.

Harry me empieza a preguntar hacerca de los huesos humanos y las partes de los cartílagos los tendones y yo le pregunto a él hacerca de todo tipo de pinturas y los cuadros que hay en específico.

—5 horas después—

Harry avienta el temario hacia el suelo—estoy arto, ya es suficiente estudio por un día—dice el exhausto, para después levantarse—me iré a la cama con mike—dice el riéndose—mira el lado positivo nos sabemos el temario al derecho y al revés, no hay forma de que no pasemos—le digo sonriendo.

Me levanto del sofá—le hablaré a Alberto para que pase por mi—le digo a harry y el asiente, en eso aparece mike y le da un beso en los labios a harry.

Checo mi celular y me espanto al tener 20 llamadas perdidas de Alberto, mi corazón se acelera de inmediato, pensando que le pudo haber pasado algo, lo llamo rápidamente y en el segundo tono responde, yo suspiro de alivio—¿dónde estás?—pregunta el con voz dura—en el departamento de Harry—le digo algo nerviosa—¿puedes venir por mí?—le pregunto tranquila, escucho como suspira—en 10 minutos estoy ahí—dice el con voz más tranquila y cuelga.

Volteo y veo que mike está encima de Harry—chicos consíganse un jodido cuarto—digo mientras me rio, los dos me ven avergonzados se paran mientras yo me dirijo a la salida y Harry grita—adiós ally te quiero, cierra la puerta cuando salgas—dice el muy apresurado.

Estoy apunto de salir del departamento cuando escucho a harry—despacio mike, duele—yo solo estalló a carcajadas y me apresuro a salir de ahí.

Le mando un mensaje a harry—entonces no te gusta duro, ¿eh?—escribo riéndome a carcajadas, me responde al instante—¿nos as escuchado?—responde, yo trato de controlar mi risa al imaginar a un Harry rojo por la vergüenza—más de lo que te puedes imaginar —le contesto y apago el celular.

Al salir de el edifico veo el carro de Alberto, yo me apresuro a subir y lo volteo a ver regalándole una sonrisa, el solo me mira serio y se que algo anda mal.

—¿me podrías explicar que mierda es esto?—pregunta mostrándome una de mis bolsitas de cocaína.

¡Mierda!.

Enamorada de mi primoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora