Me encuentro acurrucada en el regazo de Alberto, el me abrazaba mientras me dice cosas lindas para tranquilizarme, mis lágrimas caen por los costados de mis mejillas, mis ojos están hinchados de tanto llorar, la cabeza me duele y siento pulsaciones en esta.
Harry se acerca y me abraza, me da un vaso de agua, tomo un gran trago de esta, saboreo el agua, sabe algo rara—¿qué le pusiste?—le preguntó curiosa—le puse un calmante, necesitas dormir un rato para que se te baje el susto, no tienes por qué estar así, no te lo mereces—dice el sonriendo—gracias—digo antes de que los ojos me comienzan a pesar.
Mis sentidos se están apagando por completo, abren la puerta y escucho—una carta para ally —dice alguien a travez de la puerta y de un momento a otro caigo dormida en los brazos de Alberto.
—
Abro poco a poco los ojos y lo primero que enciendo es la sonrisa de Alberto, me percato de que todavía sigo acurrucada en sus brazos— que tal bonita, ¿como estas?—me dice con una sonrisa—estoy bien—respondo, me levanto poco a poco de sus brazos.
Volteo y veo que todo está tranquilo y silencioso—¿Harry y mike?—le preguntó a Alberto—se fueron a su departamento, querían bañarse y cambiarse, al rato vienen—me dice, yo asiento.
Suspiro.
Estoy algo cansada y confundida, no estoy muy segura de lo que está pasando ahorita—ven te quiero mostrar algo—me dice Alberto sentándose en una de las sillas de la mesa, me acerco y veo un montón de papeles, yo solo me quedo viendo, al parecer las hojas están llenas de frases.
—¿qué es esto Alberto?—el me mira—esto ally —dice apuntando a las hojas—son fragmentos de mi vida—me dice y yo me le quedo viendo.
El me sonríe y me indica que me siente del lado de el—son pequeñas partes que escribo, partes que cuando este viejo en una silla y tomando café me gustaría leer y acordarme de cada una de estas historias, estaría riendo, estaría feliz, probablemente este en mis últimos suspiros, pero sabré que fui feliz—el me sonríe con nostalgia—¿qué me tratas de decir?—le pregunto a Alberto.
El inhala fuertemente—ally yo quiero que sepas que pase lo que pase yo siempre estaré contigo, estas en la mayoría de estas páginas, la mayoría están escritas con tu nombre, son tantas páginas, están escritas desde el momento que te tire de tu patineta con el auto —el me abraza más fuerte y yo le veo confundida, tengo un mal presentimiento de esto.
—¿Cuál es el punto de esto?—pregunto a la defensiva—el punto es que quiero que te quedes conmigo pase lo que pase, quiero que estés conmigo, no te pido que lo jures pero sí que me prometas que resistirás hasta el último momento—me dice preocupado.
Yo suspiro—Alberto—el me calla—antes de que hables tienes que leer esta nota—dice.
Me acerco a una de las páginas que tiene escritas—todas las vidas pueden contarse como una novela pero cada uno de nosotros es el protagonista de su propia leyenda—leo una y otra vez la nota hasta que logró entender.
Cualquier persona puede contar nuestra vida oral o en físico, pero nosotros somos los únicos que podemos llevar acabo lo que se escribirá en aquel libro, miro a Alberto y lo abrazo.
—tú todavía no has escrito tu historia—dice y después se queda callado un momento—no permitas que nadie lo haga por ti—dice y me mira, yo asiento.
El se levanta de la mesa y me mira un momento—tengo que irme a la universidad, tengo que ir a ver lo del cambio a Italia—yo asiento y él se acerca a mí y me planta un beso en la cabeza—no le habrás a nadie, yo traigo las llaves—el suspira en mi frente—cuídate preciosa—dice y me da un beso en los labios.
—te quiero—le digo—te quiero más—responde planteándome un beso en los labios, veo como se dirige a la puerta y sale.
Suspiro y me acuesto en el sofá, me duele la cabeza, han pasado tantas cosas que ya no se ni que pensar.
Salgo de mis pensamientos cuando un celular comienza a sonar debajo de la almohada de el sillón, lo busco y cuando lo encuentro me doy cuenta que es el mío.
En la pantalla dice ¡desconocido!, la duda me gana y decido contestar.
—ally—dice la voz que dé imediato reconozco es mi mamá —¡mamá, mamá, mamá!—grito emocionada.
—ally mi niña hermosa, no sabes cuánto te e extrañado—dice llorando—¿mamá estás bien?—le preguntó muy preocupada.
Ella suspira—no tengo mucho tiempo, pero quiero que sepas que te amo y que te tengo que decir algo—se queda callada un momento y yo me estoy desesperando.
—¡MAMÁ!—grito a través del teléfono, ella suspira a través de la línea—yo no soy tu madre —dice y siento que todo el mundo se me viene encima, ¡no es mi madre!, entonces ¿quién es?—¿QUIÉN ERES ENTONCES?—grito enojada, entonces ¿quién es mi madre?.
—yo—dice—yo—vuelve a decir—tú padre me dejó a cargo de ti, pero yo siempre te e querido como una hija y quiero que te cuides y que nunca te olvides de mí yo siempre te voy a querer—dice ella en lágrimas, yo suspiro ella no tiene la culpa, ella me cuido sin tener ninguna responsabilidad conmigo, empiezo a llorar.
–gracias mamá—le digo, ella se merece más que un simple agradecimiento—te quiero como una madre por que eso fue lo que fuiste para mi una gran madre, gracias por siempre hacerte cargo de mi—lloro a través de la línea.
—tienes que buscar a tu madre ella te ayudará —dice y después se oyen unos disparos, se corta la línea, no tengo que escuchar más para saber lo que ha pasando.
Ella se a ido.
—
Extra: bueno el capítulo pasado no concuerda mucho con el suceso de la historia, pero scott el casi violador de ally tiene un papel muy importante a lo largo de la historia así que publique ese capítulo para que lo conocieran, la imagen adjunta es scott
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Enamorada de mi primo
Teen FictionAlly tiene el mundo a sus pies... oh eso cree ella, sale a fiestas, tiene buenos amigos, hace lo que quiere, ¿genial? ¿No?, Bueno no todo es lo que parece. Ally no tiene ni idea por qué está vez su madre no la llevo con ella Ally no tiene ni idea d...