Capitulo 4

2.8K 302 46
                                    

Esa noche salí de fiesta con Nano, conocí a una chica y tuve sexo con ella. Bueno, eso fue lo que ella me contó cuando desperté desnudo a su lado porque realmente estaba demasiado borracho para recordarlo. Ella era una muchacha menor que yo, quizás aún iba a la secundaria aunque claro que el hecho de que viviera sola contradecía aquella suposición; era alta y delgada, de unos resplandecientes ojos color canela y cabello dorado. Era bonita, bastante bonita, pero no era mi tipo.

Me vestí y fui a casa sin preguntarle su nombre cosa que no le sorprendió demasiado, lo que me hizo suponer que le había contado el porqué de mi estado y de querer acostarme con ella. Nano dormía en el sofá cuando ingresé en mi apartamento; no lo desperté pero unos minutos después él llegó a la cocina por un café.

–¿Cómo te fue anoche?

–Dormí con una muchacha, pero estaba tan ebrio que no recuerdo nada.

–Oh... es una lástima, la chica con la que te fuiste era bastante guapa

–Lo sé –aseguro dándole un sorbo a mi café. –Ella no es mi tipo de todos modos.

–Oh, pero ella tenía unos amigos bastante lindos –continúa él largando una carcajada. –Lo recordarías si no hubieras bebido tanto.

–No tomé tanto, sólo que no estoy acostumbrado. ¿Cómo te fue a ti?

–Bien supongo, tengo el número de unas cuantas muchachas así que... –se encogió de hombros restándole importancia y luego miró la llamada entrante frunciendo las cejas para luego atenderla de mala gana. –¿Qué pasó? –hubo un silencio extendido y se puso de pie. –¿Por qué? –más silencio. –No, no. ¿Por qué?

–¿Quién es? –inquirí sin pode aguantarme.

– Ignacio –murmuró distraídamente. –¿Tiene que ser ahora? –un corte. –Ya sé que es martes, pero estamos en vacaciones y tengo resaca –una pausa más corta y sus ojos en los míos. –Sí, estoy con él. Le diré. Adiós.

–¿Qué pasó?

–Está organizándole un almuerzo a Tiziano por su cumpleaños y dice que vayamos.

–Paso.

–¿Por qué va a estar Rocco o porque tú y Tiziano no se terminan de llevar bien?

–Ambos.

–Deberíamos ir. Entiendo que tú y Rocco estén mal, es todo muy reciente y toda esa mierda, pero no por eso vas a encerrarte aquí. Ambos tienen amigos en común, y no me jodas con eso de Tiziano porque ustedes olvidaron sus diferencias hace mucho tiempo atrás.

–Sí... ¿Qué pasa si Rocco va con él?

–¿Qué pasa con eso? –consulta encogiéndose de hombros. –No creo que lo haga, de hecho no creo que vaya porque sabrá que tu irás.

–Él irá.

–No importa si va o no, demuéstrale que puedes seguir sin él –dice y corro mi mirada de la suya, porque eso era justamente lo que más me estaba costando. –Demuéstrale que por lo menos lo estás intentando Tomás.

Y lo hice. Fui porque quería demostrarle que lo estaba intentando, pero perdí todo el coraje al llegar y verlo allí fumando un cigarrillo junto a la barbacoa que preparaban. Sin embargo sonreí, saludé a todos con un apretón de manos y me senté a oírlos hablar de la noche que había tenido Tiziano con su nueva novia.

–¿Ustedes que hicieron? –consulta Ignacio pasándome una lata de cerveza. Tanto él como Tiziano sabían que Rocco y yo habíamos terminado y ambos estaban a favor que conozcamos nuevas personas (eso dijeron cuando se enteraron de que Rocco probablemmente estuviera de novio con ese sujeto). –Dijiste que tenías resaca.

2. Si tú quieresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora