Capitulo 48

2.4K 248 9
                                    


Maratón Extra 2

Cuando terminamos con la ronda de los primeros parciales salimos con Tiziano y unos compañeros más a beber unos tragos. Merecíamos un momento de relajación, por lo menos por ese día.

Apenas brindamos un par de veces cuando perdí a Tiziano de mi vista. No sabía dónde había ido pero, por lo que había mencionado algunos días atrás, estaba intentando salir con algunas chichas; quizás había ido en busca de una.

Pero no pasó mucho hasta mi amigo apareció con Ignacio al cual traía del brazo y lo arrastraba de manera poco amable.

–Ya te dije que ustedes no tienen nada que hablar conmigo –dijo soltándose de él y mirándome de mala manera. –Ya sé que están juntos ¿De acuerdo? Los vi ese día en la fiesta, no quiero que me den la noticia porque ya la sé.

–Si serás estúpido Ignacio, de verdad –se quejó mi compañero prendiendo un cigarrillo allí mismo, dentro del local. Lo miré en forma de advertencia por las dos acciones, por fumar y por hablarle mal al otro chico. –Lo lamento. Esto no tiene que ver con lo que NO hay entre nosotros... es sobre Nano.

–¿Sobre Nano? –se extrañó pareciendo interesado. –¿Qué hay con él?

–¿Sabes que no está trabajando más no? –asintió –¿Y cómo es que sigue manteniendo su estilo de vida? ¿No te has preguntado eso?

–Él dice que sus padres lo están ayudando y que tiene ahorros.

–Hace casi medio año que no trabaja ¿Tanto había ahorrado? –inquirí punzante porque Tiziano me había puesto al día en aquel dato. Ignacio se encogió de hombros.

–Yo sé que si él necesita el dinero me lo diría.

–A menos que lo esté consiguiendo de una manera no convencional –dijo Tiziano –así no te lo diría ¿No?

–¿Qué estás insinuando?

–Díselo de una vez –lo apresuré. –Con insinuaciones la última vez no me fue para nada bien.

Tiziano comenzó a contarle todo lo que me había dicho a mí, lo de la extraña mujer que se había acercado en alguna oportunidad a él, la propuesta que le había hecho y la vez que había visto a esta mujer junto a Nano. No sólo en una oportunidad sino en varias.

También le contó las veces que lo había visto con distintas parejas, sobre todo mayores y las situaciones extrañas en las que se habían presentado esas oportunidades: lugares caros incluso para nosotros.

Ignacio escuchó con atención y comenzó a teclear un par de mensajes en el momento en que mi teléfono comenzó a sonar con un número que no había podido borrar en todo ese tiempo.

–Rocco está llamando –dije casi en estado de pánico. Eso debía ser algo muy, muy malo.

–Nano llamó pero no lo atendí, debe ser él, no te preocupes –dijo con tranquilidad. –Hablaré con sus padres, solía hacerlo seguido pero últimamente Nano dijo que no le gustaba que me involucre demasiado con su familia. Inventa algo, necesito algo de tiempo para aclarar algunas cuestiones.

–Está bien –dije atendiendo la llamada. Efectivamente era Nano. –¿Hola?

Tomás ¿Estás con Tiziano y Nacho?

–Había venido con Tiziano –dije alejándome de los dos muchachos al lugar donde Tiziano me indicó que estaba el grupo con el que había salido Nano. –Estoy en un bar pero lo perdí hace un rato. Ahora estoy solo esperando que regrese, pero me parece que ya me voy. ¿Tú estás aquí también?

2. Si tú quieresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora