Especial

2.3K 280 79
                                    


Especial Ignacio 2/2


Ni siquiera sé porque había dicho eso.

Había sonado tan mal.

Por supuesto no me refería a contratarlo para... ustedes ya saben... eso. Sino pagar por él para que no tuviera que estar con alguna otra persona.

"Estar"... ¿Él realmente se había acostado por dinero con esas mujeres y esos...? No, no era posible. Nano seguro quería bromear conmigo, aunque a decir por su cara, no había nada de gracioso en todo lo que dijo.

Cuando me levanté él había preparado el desayuno, se encontraba sentado bebiendo un café y mirando fijamente su celular. Creo que tardó unos segundos en percatarse de mi presencia, cuando lo hizo me dio los buenos días y dejó el aparato de lado.

–¿Lo pensaste mejor y vas a echarme por la mañana?

–Nadie te va a echar Nano –suspiré. Cuando él se ponía en modo pendejo era realmente testarudo.

–¿Por qué no?

–Porque somos amigos y eso es lo que los amigos hacen.

–¿Te das cuenta que soy despreciable no?

–¿Quién dice eso? ¿Tus clientes? –él me dio una mirada de advertencia. –Lo lamento... pero Nano ¿Por qué? ¿Por qué llegaste a eso? ¿No podías simplemente contarme? Tú sabes que no tengo problemas con el dinero, podríamos haber arreglado algo para que no tengas que sacrificarte de esa manera.

–A veces –suspiró. –A veces no es tan molesto, hay veces que simplemente es una salida normal y las personas que "contratan mis servicios" no son tan malos...

–¿Y otras veces? –consulté con cuidado y él sólo miró la mesa y dejó sus ojos clavados en ella. –¿Siempre tienes sexo con esas personas?

–No siempre.

–¿La mayoría de las veces? –asintió en silencio. –¿Te... te gusta?

–¿A quién le gusta acostarse con gente que no le atrae? –me encogí de hombros y él sólo largó una carcajada sarcástica. –No. No me gusta. Pero no tuve opción.

–Claro que la tuviste si tú

–Ya hablamos de esto anoche. No necesito tu caridad.

–Pues lástima –corté arrebatándole el teléfono –porque ya te dije que estás dos semanas que te quedan contrataré tus servicios.

–¿De pronto quieres tener sexo conmigo por lástima? –lo miré en forma de advertencia y revisé sus contactos hasta encontrar "agencia". –No quiero tener sexo contigo.

–Tú estarás a mis servicios y harás lo que yo quiera. Así que cierra la boca ahora mismo –ordené marcando el número en mi celular. –¿Cómo se supone que debo pedirte?

–Me dijiste que cierre –empezó pero se detuvo de inmediato. –Consulta por algún acompañante para el lunes por la noche, entre las 20 y las 22. Te dirán los disponibles, yo soy uno. Mi nombre es Fernando.

–No lo cambiaste –me sorprendo haciendo referencia a su nombre verdadero él asintió una vez.

Tomé contacto con la agencia y pedí por él. Aparentemente sólo trabajaba cuatro horas por días y tomé los diez días que le quedaban allí; no hicieron muchas preguntas dado que al pedir exclusividad el monto que debí pagar fue muy alto, pero ya lo había salvado de dos semanas de tortura y con eso estaba feliz, aunque él no parecía estar muy contento.

2. Si tú quieresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora