2. Si tú quieres

Capitulo 10

Maratón 1/4

Luego de nuestra reconciliación estuvimos alrededor de uno o dos meses sin mayores peleas. Él seguía hablando de Demian de manera exagerada pero yo me había autoconvencido que no importaba quién fuera o qué hiciera ese muchacho, Rocco sólo me amaba a mí tanto como yo lo hacía. Él se había sentido tan miserable como yo cuando nos habíamos distanciados y me había extrañado tanto como yo lo había hecho.

Todo parecía ir bien ahora, nos iríamos de vacaciones de verano, visitaríamos a nuestra familias, pasaríamos un mes en casa y dos semanas nos iríamos al mar, con Tiziano, Nano e Ignacio. Luego volveríamos a la ciudad para ayudar a Nano con la mudanza y comenzaríamos un nuevo año escolar sin mayores problemas.

Así lo hicimos, a pesar de que el fantasma y nuevo mejor amigo de Rocco aún estaba entre nosotros, pasamos unas lindas vacaciones y regresamos a la ciudad para comenzar con las clases.

–¿Rocco está con ese chico del que no ha parado de hablar? –consulta Nano a dos días de haber llegado mientras mirábamos una película de acción. Apenas lo miro y no respondo. –No es que quiera que ustedes peleen y esas cosas ¿pero no es rara la relación que ellos tienen? ¿No estás celoso?

–Lo estuve... pero me di cuenta que a pesar de todo él me ama a mí y yo no podría vivir si él así que dejé de estarlo –digo encogiéndome de hombros. –Es cierto que Rocco tiene esta "fascinación" con él, pero el chico ni siquiera debe ser gay y, si es tan inteligente como Rocco dice, ya debe darse una idea que Rocco está en pareja conmigo.

–¿Lo conoces?

–No hemos tenido el honor –respondo sarcástico. –Aunque sería bueno que lo hiciera, como para marcar territorio o algo.

–Eres tan gracioso –ríe pasándome las palomitas de maíz que había preparado. Ignacio aún no volvía así estábamos haciendo algo así como la inauguración de su nuevo hogar. –¿A qué fue él de todos modos?

–Bueno, ellos se han hecho bastante amigos, supongo que está bien que quieras ver a tus amigos luego de unos meses de hablar solo por mensajes.

–¿Italia?

–¿Qué?

–¿Demian se fue a Italia?

–Sí –suspiro con enojo, porque él se había ido al extranjero y nosotros apenas habíamos ido de vacaciones a la costa. –Eso dijo Rocco.

–Qué grandes historias traerá el muchacho.

–Ni me lo digas, a Rocco le encanta decir que Demian esto o Demian aquello, ahora con una nueva carga de historias moriré, lo juro.

–Supongo que está bien, el amor es algo de sufrimiento también.

–Lo sé –río volviendo a ver la película porque había llegado una parte interesante. Nano no insiste, pero sé que él nota lo mismo que yo: Rocco está demasiado pendiente de ese sujeto aunque no quiera admitirlo.

Al día siguiente vamos por comida al supermercado. Rocco había pasado la noche en casa de su amigo porque se le había hecho tarde y, como había dicho aquella vez, la casa del chico quedaba muy lejos por lo que prefería quedarse allí. Respiré profundamente, tragué saliva y le dije que no había problema, nos veríamos al día siguiente y podríamos almorzar con Nano.

Pero finalmente no hubo almuerzo, no podría haber trovado bocado luego de darme cuenta  de que quizás yo no era tan importante en la vida de Rocco como lo era él en la mía.