molestia

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Apenas unas horas atrás que habían llegado a Rusia, el vuelo había transcurrido tranquilamente y ahora se encontraban en el aeropuerto.

En un principio al casarse ambos habían planteado vender la casa del Ruso ya que habían decidido vivir en Japón, pero al final decidieron mantenerla, aunque todos pensaban que había sido idea del alfa,  en realidad el que lo había planeado era Yuri pues deseaba que su cachorro conociera el país; al final de cuentas era la patria de su padre,  y muchos del los conocidos y seres queridos del alfa residían ahí.

Aunque en un principio el ruso se había negado, su matrimonio no había sido bien recibido por la prensa y por los principales integrantes de la Asociación de patinaje artístico, quienes en desde un inicio mostraron su inconformidad argumentando que debió haber eligió como pareja a un Omega ruso que tuviera los mejores genes para dar a luz a la próxima leyenda del patinaje.

Por lo cuál apenas dos semanas después del nacimiento Yurio, Viktor sentenció con voz firme:

-la única familia que quiero y necesito son ustedes-.

En un inicio intento hacerlo cambiar de opinión, pero sabiendo la actitud caprichosa del mayor sería difícil hacerlo cambiar de opinión, sobre todo después de lo que había logrado escuchar una noche:

-"Es hijo de dos campeones, tiene buenos genes, sin duda se va a desarrollar mejor en Rusia"-  vio el japonés en un programa de deportes, pero inmediatamente el ruso apago la televisión, enojado,  no sólo porque criticaran sus decisiones pese a ya estar retirados, si  no que su hijo apenas había nacido y lo trataban como un objeto.

Pero al final, el alfa no era capaz de negarle ningún pedido de su omega, por lo que conservaron la casa.

Comenzaron a caminar con prisa.

Debido a que tenía que jalar una maleta, Yuri tuvo que dejar a su cachorro caminar por su cuenta, aunque lo tenia sujeto de una de sus pequeñas manos; Yurio estaba tan emocionado que parecía en cualquier momento saldría corriendo,  no es como si con sus pasos torpes fuera a llegar muy lejos, por el instinto omega de Yuri se mantenía alerta y preocupado, mientras que con el rabadillo del ojo veia como el alfa observaba a todos lados ligeramente tenso.

Apenas llegar a Rusia su hermana le había hablado para avisarles que la prensa se enteró de su viaje y que era posible que ya estuvieran en el aeropuerto esperándolos.

-le hable a Yakov para que venga por nosotros- dijo con voz grabe el ruso, provocando un sobresalto en ambos omegas

-¿papá está enojado?- preguntó Yurio soltandose del japones para caminar y tomar la mano de su padre, Viktor se detuvo haciendo una de sus sonrisas de corazón tan típicas en él y se agachó a la altura de su hijo para besar su frente.

-no es así Yurio, sólo estoy un poco cansado-

-yo cuidaré a mamá y me portare bien - hablo en pequeño ganándose la mirada curiosa de sus padres - papá está cansado porque siempre nos está cuidando-

Viktor sonrió con ternura, ante lo dicho por su cachorro.

Yurio a pesar de ser solo un niño no era muy expresivo, y solía reaccionar violentamente ante desconocidos, con los únicos con quienes se mostraba así era con ellos, y aún que le gustaba el hecho de tener a su cachorro solo para el, también deseaba que cambiará o le traería problemas cuando fuera mayor.

- entonces puedo confiar en ti para que cuides a mamá ¿cierto?- preguntó acariciando sus cabellos, a lo que el pequeño sonrió en respuesta.

El momento quedo interrumpido por una voz gritando "ahí están", la pareja alzo la mirada y se encontró con varios reporteros que caminaban rápidamente hacia ellos

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