La vida en familia es complicada, las peleas y el dolor pueden ser cosa de todos los días, así como también el amor y el apoyo que te dan, no sólo la familia de sangre es tu familia
Viktor alfa, Yuri omega y Yurio como su pequeño hijo omega
*ome...
Faltaba poco para que saliera el sol, muy poca gente quedaba en el hospital.
Las únicas personas que quedaba parecían estar igual de devastados que ellos, posiblemente tenían algún familiar en peligro.
Una sonrisa triste se formó en su rostro, Yurio y Otabek se habían quedado dormidos, pero a pesar de eso, el Kazajo tenía firmemente agarrado a su cachorro en un protector abrazo.
Hacia tiempo que dejó de molestarle su relación, Otabek y su permanente tranquilidad parecía ser la pareja perfecta para el explosivo omega que tenía por hijo.
Incluso su alfa interno ya no saltaba molesto cada vez que los veía muy juntos.
-¡Viktor!- una familiar voz lo saco de sus pensamientos
Phichit y Seung caminaban hacia el a pasos rápidos, detrás de ellos y un poco más tranquilo Min-ho los seguía con cara seria
Después del accidente y por pedido de Yuri habían recuperado su amistad, aunque su alfa interno se seguía mostrando receloso ante su presencia.
Se levantó lentamente, recibiendo el abrazo consolador que el tailandes le ofrecía, de reojo vio como Yurio y Otabek comenzaban a despertar.
-gracias por avisarnos- hablo el coreano, a pesar de su voz seria podía sentir la preocupación en ella- estábamos de viaje, llegamos lo más que pudimos-
-no hay problema gracias por venir, justo ahora lo están operando, no sabemos nada aún-
-¿y los cachorros?- pregunto Seung preocupado
-están bien, tiene que pasar un tiempo en la incubadora*-
-¡Min-ho!, saluda- regañó el tailandes
Sonrió ante la mirada que le dedicó el menor a modo de saludo.
Min-ho era un omega de diez años, su piel era ligeramente tostada, sus ojos completamente negros, al igual que su cabello el cual estaba bastante largo que tenía que sujetarlo en una coleta alta; aunque su apariencia era a la del alfa su actitud era como la de su madre, la mayoría de las veces tenía el rostro serio y los audífonos puestos, mientras leía un libro, ignorado deliberadamente al resto del mundo.
Una sonrisa quiso salir de sus labios al ver como Yurio se aferraba a Otabek al sentir la presencia de un omega cercano.
-¿y el quien es?, me parece conocido- pregunto Phichit centrando toda su atención en el kazajo
-es Otabek Altini- se apresuró a presentarlo, para luego añadir con voz maliciosa- es la pareja de Yurio-
Rápidamente se llevó una mano a la boca, intentado reprimir una carcajada al ver la cara sonrojada de los mencionados.
-¡por eso te me hacías conocido!, tu fuiste el que entro a la pista cuando Yurio se cayó ¿cierto?- lo señaló el moreno sin quitar la sonrisa de su rostro
-si...fui yo- murmuró sin poder disimular el sonrojo que aún adornaba su rostro
-yo soy Phichit Chulanont, ellos son mi pareja e hijo, Seung y Min-ho-
- un gusto- respondió serio, levantándose y dándole la mano a los mencionados
Una débil risita abandono sus labios, apenas Otabek le había dado la mano a Min-ho Yurio se había levantado para jalarlo y pegarlo nuevamente a el, todo bajo la tranquila mirada del omega menor, que no parecía saber que pasaba.
-de todas las cosas, ¿tenía que heredarle mis celos extremos?- pensó divertido al ver la reacción de su cachorro
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