La vida en familia es complicada, las peleas y el dolor pueden ser cosa de todos los días, así como también el amor y el apoyo que te dan, no sólo la familia de sangre es tu familia
Viktor alfa, Yuri omega y Yurio como su pequeño hijo omega
*ome...
Lloro sintiendo su corazón oprimirse, no encontraba los inhibidores en su mochila, ya había sacado todo lo que tenía y seguían sin aparecer, desesperado se dejo caer al suelo, gimiendo ante el contacto frío.
No podía salir de los vestidores, había entrado en celo, si algún alfa o beta lo atacaba en el recaeria toda la culpa, solo por ser un omega.
-no puedo hacer nada más que abrir mis piernas- gruñó con lágrimas en los ojos, abrazándose a sí mismo, recordando las cosas que le había dicho, apenas comenzó a patinar -estúpido Yakov se suponía que tu debías estar conmigo- reclamo el pequeño al aire, haciendo un leve puchero
Abrazo sus piernas llorando, recordando todos los maltratos que tuvo que soportar solo para no preocupar a sus padres, que se encontraban devastados por la muerte de su hermano .
-por favor...alguien...ayuda- sollozo, odiaba sentirse dependiente, pero había cosas que nunca iba poder hacer solo -...papá, mamá, JJ...Beka-
Un sonrojo cubrió sus mejillas al notar que había a llamado a Otabek sin pensarlo, su nombre simplemente había salido de sus labios.
-el debe de odiarme- susurro, pensando en todo lo que le había dicho al kazajo, su omega interno lloraba por estar a su lado.
El sonido de la puerta abriéndose llamo su atención, se encogió en su lugar con miedo.
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Tenia un mal presentimiento recorriendo su cabeza que no lo dejaba estar tranquilo, suspiro desesperado entrando al elevador con Viktor pegandolo a su cuerpo.
Los habian multado en la aerolínea con una suma bastante considerable, pero que le ruso pago sin quejas, para después salir directo al hotel en busca de su cachorro, no sin antes que Viktor se quitará su gabardina y envolverlo con ella, buscado hacerlo sentir seguro con ello.
Llevo una mano a su vientre, acariciando con delicadeza, lo había sorprendido demasiado la noticia de un nuevo cachorro, pero después de pensar un poco en la pequeña vida que ahora crecía dentro de él, no podía evitar quererlo, brinco sorprendido al sentir la mano del alfa, enredandose con la suya, sobre su vientre.
-estará bien- hablo calmado en mayor, besando la cabeza del japonés
Entraron al cuarto con rapidez, había pedido que les dieran la llave del cuarto de su cachorro, una ligera decepción y preocupación creció en el al ver que estaba vacío.
Su omega interno se regocijo olvidando sus preocupaciones cuando sintió las feromonas del alfa inundar la habitación, Viktor las había liberado para que el se sentirá más seguro, en un lugar marcado con sus feromonas, intentado hacer un nido provisional ahí.
-es lo único que puedo hacer ahora- se disculpo el ruso
No era lo mismo que estar en su hogar, con el aroma de los tres marcado en toda la casa, pero aún así se sentía agradecido.
