La vida en familia es complicada, las peleas y el dolor pueden ser cosa de todos los días, así como también el amor y el apoyo que te dan, no sólo la familia de sangre es tu familia
Viktor alfa, Yuri omega y Yurio como su pequeño hijo omega
*ome...
Había sentido el viaje de regreso más corto de lo normal, durante todo el trayecto había tenido a Yakov y Mila pegados a el.
No tenía que ser un genio para saber que su entrenador ya había llamado a sus padres contándoles lo que había pasado y por su expresión al hablar con su padre sabia que iban a rodar cabezas.
Lo que aún no sabia era como decírselo a Beka, tenía miedo del rechazo del alfa, estaba seguro que el olor de ese hombre un seguía en el, y tardaría mucho en quitarse.
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Cuándo llegaron al aeropuerto de Rusia, Yakov se fue solo a recoger el equipaje, dejándolo con Mila, la cual liberaba sus feromonas amenazando a cualquiera que quisiera acercarse.
Aunque se sentía agradecido con ellos no podía evitar sentirse incomodo por su presencia, su omega interno parecía rechazarlo, lo único que quería era estar en su casa, seguro, con sus padres y poder tener a Beka a su lado.
-¡Yuri!- rápidamente reconoció a voz de su madre
Sintió su corazón encogerse, automáticamente sus ojos comenzaron a llenarse de lagrimas.
Sonrió cuando vio al japones dándole ambos cachorros a Viktor y correr hasta el.
-Yuri, mi niño- hablo el omega, abrazándolo fuertemente, cerro los ojos, disfrutando el olor maternal que desprendía, relajándose por fin, dejando que las lagrimas corrieran libres-¿estas bien?, ¿como estas?, ¿quien te hizo esto?- como siempre cada vez que se preocupaba el japones hablaba sin parar, sin darle tiempo de responder, lo único que pudo hacer fue aferrarse a la ropa de su madre
Un fuerte pero tranquilizante olor lo invadió, para después sentir otros brazos rodeándolo.
-todo va a estar bien Yuri, no dejare que nadie te haga daño- la voz de su padre salio protectora, amenazante, asintió en silencio disfrutando la sensación protectora -¿donde estas Yakov?- pregunto molesto, alejándose ligeramente de el, si voz prometía una cruel tortura contra todos los involucrados
-no fue su culpa- se apresuro a defenderlo
- claro que lo es, te dejó solo-
-no es así, yo fui descuidado...por eso ese sujeto me.. .-
-¡Yuri!, nada de esto es tu culpa ¿esta bien?, no se te ocurra culparte por esto- hablo Viktor, acariciando suavemente su cabeza
Se quedo callado, de reojo vio como Mila batallaba cargando a sus hermanos, los cuales se removían molestos entre sus brazos.
Con una sonrisa se acercó a ellos, con cuidado tomo a Helleze entre sus brazos, el cachorro rápidamente apretó su playera entre sus pequeñas manos, escondiendo la cara en su pecho.
-ya estoy aquí, todo esta bien- murmuró con voz tranquila al sentir su cuerpo comenzar a temblar, el pequeño estaba a punto de llorar
Estiró una de sus manos para acariciar la cabeza de Sora, jugando con su platinada cabellera, la pequeña alfa cerro los ojos, disfrutando su tacto.