Tokio

7.8K 931 365
                                    

Apenas estaban terminando de desempacar.

Habían llegado a Tokio en la mañana, y para sorpresa de ambos, Viktor y Yuri los habían dejado que compartieran habitación.

- no me gusta- escucho la queja del rubio

-¿qué cosa?-

- la habitación, no me gusta- murmuró molesto

-no creo que a Viktor le guste escuchar eso, es una habitación de lujo, no hay nada mejor en el hotel-

-No me refiero a eso-

Sonrió al sentir las feromonas del Omega inundar la habitación, entendiendo al instante, lo que no le gustaba era que aquel cuarto no tenía ningún olor, más concretamente que no estaba marcado como territorio de alguien.

Inmediatamente comenzó a liberar sus feromona, en respuesta a su Omega.

Camino hasta donde estaba su pareja, abrzandolo protectoramente, su alfa interno se removia gustoso, por la cercanía de su Omega.

- Beka...quiero pedirte algo-

- lo que sea- dijo seguro de si mismo, separándose ligeramente para darle un beso en los labio

- en un mes cumpliré quince años- susurró con los ojos cerrados, disfrutando el contacto

- lo se, ¿quieres un regalo en especial?-

- si...bueno...no se si pueda considerarse un regalo-

-¿qué es?-

-quiero que me marques-

-Yura...aún estas mal por lo ocurrido-

-Beka, tenemos mucho tiempo siendo pareja- gruño intentando alejarse- nos conocemos desde niños, enserio necesito que me marques-

-no es una decisión para tomar a la ligera-

- lo se, sólo...piensalo ¿está bien?-

Aunque no había insistido Yuri parecía decaído, lo cuál caos estragos en su alfa interno, después de todo uno de los instintos más básicos de un alfa era mantener feliz a su pareja.

Lo cargo con cuidado automáticamente el cuerpo de Yuri se enredo contra el suyo, como si ya fuera una costumbre, camino a pasos rápidos hacia la cama, recostandose lentamente en ella, con el cuerpo de su pareja sobre el.

Suspiro pesadamente al sentir los rápidos besos que el Omega repartía en su cuello, y como sus delgadas manos se metían por debajo de su playera, acariciando sutilmente su abdomen.

-Yura- lo llamo con voz ronca apenas tuvo su atención alzó ligeramente su barbilla, besandolo, sonrió contra los labios del menor cuando sintió la sorpresa de este por el repentino contacto -también es difícil para mí resistirme, si lo hacemos, no podré parar ¿Seguro que eso es lo que quieres?-

-completamente- dijo serio

-tus padres van a matarme- fingió lamentarse repartiendo caricias en la espalda del Omega

- tal vez el calvo lo intente, pero no creo que el cerdito lo deje-

-eso es muy alentador- murmuró sarcástico

-¡no es mi culpa que mi familia no sea normal!-

-¡no es mi culpa que mi familia no sea normal!-

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Somos familia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora