La vida en familia es complicada, las peleas y el dolor pueden ser cosa de todos los días, así como también el amor y el apoyo que te dan, no sólo la familia de sangre es tu familia
Viktor alfa, Yuri omega y Yurio como su pequeño hijo omega
*ome...
-¡es tu culpa por haberme traído aquí!- grito a la defensiva apenas el kazajo volteó a verlo
-¿qué?- dijo el alfa sorprendió caminando hacia el
- si no hubiera venido contigo a Kazajistán nada de esto hubiera pasado- murmuro fingiendo molestia, por inercia se llevó la mano hacia su marca de lazo, acariciandola suavemente, buscando tranquilizarse
-¿te arrepientes de que te haya marcado?- la voz herida del alfa inmediatamente lo alertó, en un rápido movimiento se levantó de la cama para poder acercarse a el y abrazarlo fuertemente, escondiendo la cara en su pecho
-¡NO!, ¡de eso jamas!- grito alarmado
-¿entonces de que?- dijo tranquilo, sentía un ronroneo apunto de escapar de su garganta, Otabek estaba acariciado su marca, el mismo tiempo que liberaba sus feromonas
-¡si no hubiera venido contigo nunca me hubiera enterado que eres DJ! - grito rompiendo el abrazo- ¡nunca me hubiera tenido que colar a un antro para verte tocar y de paso tomar para que no notaran que era menor de edad!, ¡y mucho menos tendría que haber visto como los Omegas te coqueteaban!, ¡si no hubiera venido contigo nunca hubiera tenido que pelearme por ti!- respiraba agitado, había hablado rápidamente gritando todo lo que pensaba
Sintió su cara calentarse al escuchar la risa divertida del kazajo
- crei que sólo era propio de los alfas pelear por los Omegas, supongo que si tienes complejo de alfa-
-¿¡de todo lo que dije es lo único que te importó!?-
-¿te peleaste con ellos porque estabas celoso?-
Sintió su cara enrojecer aún más ante lo dicho por Otabek, negó frenéticamente con ,a cabeza, retrocediendo un par de pasos.
-me-mejor sigamos hablando de mi complejo de alfa-
-Yura, ¿fue por eso?- insistió caminando hacia el sin borrar la sonrisa de su rostro
-un poco por eso- admitió- poco porque estaba ebrio-
-Yura- le recriminó
-Beka- lo llamo sonriente liberando sus feromonas, abrzandolo
Ronroneo cuando el kazajo comenzó a repartir besos en su cuello, dejando de vez en cuando unas leves mordidas
-apesar de todo, me alegra que estés aquí-
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-cierra la boca Yura-
Gruño ante la voz burlona del kazajo
A pesar de ser tan tarde, apenas unos minutos atrás habían pisado el suelo kazajo, para después tomar inmediatamente un taxi hacia el hogar del alfa, y ahora se encontraban frente a la puerta de su casa, con el parado como idiota admirando aquel lugar.