Somos familia

Petición

-Yuri-

-no- respondió sin mirarlo, moviéndose con maestría por la cocina, tenía que terminar la cena

-pero Yurrriiiii~- la voz de Viktor sonó suplicante, su omega interno se encogió culpable

-no me hables Viktor-

-Yuri...eso no era lo que quise decir-

-me lastimaste-

-¡no era esa mi intención!-

-basta Viktor-

-¡sabes que soy malo con las palabras!...por favor Yuri...mírame-

-no quiero-

-¿porque?-

-ambos sabemos que cuando vea tu cara de cachorro abandonado te voy a perdonar- susurro apagando la estufa

-¡por eso debes de verme!- grito el alfa, haciendo un leve puchero

-no,...quiero estar enojado contigo un poco más-

-¡Yuri! Eso es muy cruel-

-no tan cruel como decir que los anillos que te di son ridículos-

-¡pero yo no quise decir eso!-

-déjame en paz Nikiforov- susurro el japonés dándole la espalda

Una enorme calidez invadió su pecho cuando Viktor lo abrazo por detrás,  posando sus manos sobre el vientre, dándole ligeras caricias.

Su omega interno se removió feliz ante el toque del mayor, sonrió cuando sintió como sus cachorros daban pequeñas patadas en respuesta del toque de su padre.

Antes de que pudiera reaccionar un pequeño grito salio de su garganta, Viktor lo estaba cargando con expresión seria para después depositarlo en el sofá.

Con lentitud el ruso se arrodilló en el suelo, quedando frente al abultado vientre del omega.

-no quiero hablar contigo Viktor- hablo fingiendo seguridad, ganándose una mirada dolida del alfa

El mayor lo observó en silencio sin responder, para después recostar su cabeza sobre el vientre del japonés, liberando ligeramente sus feromonas, protector,  su alfa interno reconocía a sus cachorros aunque estos aun estuvieran en el vientre de su pareja.

-Yuri es muy malo, no quiere hacerme caso-

-te dije que no quería habar contigo- susurro el menor, pero contrario a sus palabras había comenzado a acariciar los cabellos del ruso

-no estoy hablando contigo - respondió el alfa haciendo un puchero- estoy hablando con mis cachorros-

Como si estos estuvieran siguiéndole la corriente a su padre, Yuri sintió unas leves patadas dentro de su vientre.

-deja de hacer berrinche Viktor-

-¡no estoy haciendo berrinche!-

Se quedaron en silencio, con Yuri acariciando los cabellos de su pareja, riendo cada vez que escuchaba los susurros que Viktor le dedicaba a sus cachorros, diciendo que el era muy malo.

Sin pensarlo comenzó a liberar sus feromonas, no podía evitarlo, era algo instintivo, su omega interno se sentía sumamente feliz de recibir esos mimos por parte de su pareja.

Realmente no estaba molesto con el alfa, solo lo estaba distrayendo para que dejará de molestar a Yurio y Otabek, sabía cómo se sentía Viktor, tampoco era muy fácil para el aceptar que su primer cachorro estaba creciendo, pero tenía que comprenderlo, además quería darle todo el apoyo y consejos que el no tuvo cuando era joven.