La vida en familia es complicada, las peleas y el dolor pueden ser cosa de todos los días, así como también el amor y el apoyo que te dan, no sólo la familia de sangre es tu familia
Viktor alfa, Yuri omega y Yurio como su pequeño hijo omega
*ome...
-¡malditasea olvide que estábamos en medios de la Mudanza!- el grito enojado de Yuri se escuchó en toda la casa
-hay que terminar de hacer esto- murmuró
-lo se, el cerdito se sentirá extraño si no está su nido* para cuando regresen-
Sonrió, Yuri era bastante amable, aunque quisiera esconder todo con palabras agresivas
-Beka- lo llamo- iré a cambiarme, espérame un rato para que comencemos a empacar-
Asintió en silencio, había notado en ligero cambio en el aroma de Yuri, y por el modo en el que Viktor insistió que ellos regresarán pensó que no sólo eran imaginaciones suyas.
Pero justo en ese momento el rubio parecía estar bien, no presentaba ningún síntoma del celo, a excepción del dulce toque que había adquirido su aroma.
Se convenció así mismo que era por la próxima llegada de sus hermanos* y lo dejo pasar.
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Negó frenéticamente intentando desviar la mirada.
Casi se ahoga con su propia saliva cuando el rubio entro nuevamente a la sala vistiendo una de sus playeras, que por obvias razones le quedaba bastante grande, junto a un diminuto short que era prácticamente cubierto por la prenda, dando la ilusión que no tenía nada debajo de esta.
-Yura...Tu...- cerro momentáneamente los ojos, intentado tranquilizar a su alfa interno de hacer suyo al pequeño omega que se paseaba tranquilamente por la casa, liberando su olor casi descaradamente
-¿que pasa?- pregunto mientras dejaba una caja en el suelo
-esa...es mi playera-
-lo se- sonrió, pero luego hizo una mueca dolida-¿te molesta que la use?-
-¡no!- se apresuró a aclara, acercándose un par de pasos al omega - solo me sorprendió que la usarás-
-me gusta- susurro, terminando por acercarse a el, pasando los brazos por el cuello del Kazajo, escondiendo la cara en su pecho, sonrojadose ligeramente -huele a ti-
-¿estas haciendo esto apropósito?- murmuró correspondiendo el abrazo, liberando sin proponerselo sus feromonas
-¿que cosa?- dijo alzado la cabeza, comenzando a repartir pequeño besos en el cuello del alfa
-nada...ve a tu cuarto descansa un rato...yo...yo terminaré de empacar, no falta mucho- a pesar de sus palabras se había aferrado a la cintura del menor, disfrutando en silencio el toque el rubio
-¡no!- grito, aunque no veía su rostro, Otabek podía jurar que estaba haciendo un pequeño puchero-quiero estar con beka-
-Yura- dijo con voz gruesa, separándose levemente, ignorando a su alfa interno que gruñia por volver a tenerlo entre sus brazos
