La vida en familia es complicada, las peleas y el dolor pueden ser cosa de todos los días, así como también el amor y el apoyo que te dan, no sólo la familia de sangre es tu familia
Viktor alfa, Yuri omega y Yurio como su pequeño hijo omega
*ome...
Se removió inquieto, su omega interno se sentía sumamente alterado, pero de algún modo estar entre los brazos de Otabek ayudaba a calmarlo.
-¿donde esta?- murmuró, alejándose lentamente del pecho del kazajo pero sin romper por completo su abrazo
-se fue con una doctora -
-¡¿porque no me avisaron?!-
-estabas dormido- hablo con voz calmada, intentado tranquilizarlo
-pudieron despertarme-
-Yura estas alterado...-
-¡¿y como quieres que no lo este?! ¡puede morir!- estaba alterado, su omega interno saltaba furioso en su interior
-lo se, pero no puedes hacer nada ahora-
-¡cállate!- grito, rompiendo el abrazo- ¡no todos podemos ser igual de fríos que tu!-
Fue como si un balde de agua fría cayera sobre el, al instante de que las palabras abandonaron sus labios, recordó que el Kazako había perdido a su padre cuando era apenas un niño.
-aveces eres muy cruel Yuri- susurro con voz dolida sin dirigirle la mirada
-Beka...- su omega interno se encogió culpable
-ahí viene Viktor- murmuró con voz grave, levantándose- iré por café, seguramente nos tendremos que quedar toda la noche-
Antes de que pudiera responder ya había comenzado a caminar rápidamente, dejándolo solo con su padre.
-Yurio- le hablo, llamado su atención -te diré que es lo que sucede-
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Movía la pierna con desesperación, esperando que me entregarán los cafés.
Últimamente sentía que las cosas con Yuri no iban a funcionar,y ese simple pensamiento volvía loco a su alfa interno.
Que fueran pareja destinada, no significaba que tuvieran que estar juntos, muchos se llegaban a conocer y simplemente decidían no ser nada, su alfa interno se removia incómodo cada vez que pensaba eso, tenía miedo de que ese también fuera su caso.
-aun es muy pronto para una relación- le repetía varias veces su subconsciente
El sonido de su celular dio por terminado sus pensamientos, sin muchos ánimos lo tomo, solo para ver la gran cantidad de llamadas perdidas que tenía de Irina.
Antes de que pudiera devolver la llamada otro nombre apareció en su celular, una sonrisa se instaló en sus labios y respondió.
-hola-
-¿Beka?- escucho la alegre voz femenina al lado de la línea