La vida en familia es complicada, las peleas y el dolor pueden ser cosa de todos los días, así como también el amor y el apoyo que te dan, no sólo la familia de sangre es tu familia
Viktor alfa, Yuri omega y Yurio como su pequeño hijo omega
*ome...
-entonces....¿me vas a explicar porque querías atacar a mi Yuri? O ¿tengo que correrte de la casa?-
-¡no te atrevas anciano!-
-Yura esta bien, le debo una explicación- murmuró apretando el cuerpo del rubio contra el suyo, intentando tranquilizar a su alfa interno de que su pareja estaba segura, entre sus brazos - antes que nada, lamento lo que pasó yo...-
- no es necesario Otabek- lo interrumpió el japonés, intentando romper con lo tensa de la situación
- si lo es Yuri- dijo el ruso serio, al igual que Otabek, Viktor se negaba a soltar a su pareja - el no puede estar así de agresivo en el territorio de otro alfa, lo único que conseguirá de ese modo es poner en peligro a Yurio-
-jamás dejaría que lo lastimaran- gruño, su alfa interno se removió molesto ante la insinuación de no poder proteger a su Omega
-justo ahora creo lo contrario- lo reto Viktor
-¡yo no necesito que nadie me defienda!-
-había noticiero- al ver la reacción molesta del otro alfa decidido intervenir- decían que la culpa del...ataque fue de Yura-
-¡¿QUE?!- el gruñido de Viktor alteró aún más al kazajo, que no dudo en esconder el cuerpo del rubio detrás de el, como si lo protegiera de un posible amenaza
-eso estábamos viendo, cuando llegó el cerdo- murmuró el Omega más joven, molestó, luchando contra su pareja para escapar de su escondite
-crei que ese asunto ya lo habíamos arreglado- la cara del japonés revelaba molestia y tristeza por igual
-Pedí discreción por parte de los policías y los asuntos legales lo llevan abogados de mi extrema confianza - el ruso apretó el agarre contra su pareja -alguien filtro la noticia-
-¿quién haría algo como eso?-
- la única persona que no está relacionada conmigo y que no le importaría hacerlo...Irina-
Antes de que alguien pudiera decir algo el llanto de los mellizos se escuchó a lo lejos.
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Hizo un puchero sin poder evitarlo, desde que habia dicho que la culpa la tenía Irina el alfa se había negado a dirigirle la palabra, obviamente estaba molestó.
Estaba en su habitación, sus padres los habían mandado ahí argumentando que ellos se encargarían del asunto.
Se sentó en la cama, observando al kazajo que se había acostado en un sillón, lejos de el, su Omega interno se removio dolido por el rechazo de su pareja.
No lo soporto mucho tiempo, a pasos rápidos se acercó a el, recostandose sobre su cuerpo, escondiendo la cara en su pecho, un suspiro aliviado escapó de sus labios cuando sintió los brazos del alfa rodear su cintura, correspondiendole.
