Capítulo 6

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En la escuela nadie quería acercarse a mí, veía sus caras de miedo. Los entendía de todas formas, ¿Quién querría juntarse con una loca que en vez de disparar lanza la pistola a su oponente? En las noticias mostraron como lancé la pistola hacia la frente de Victor Zsasz, un mercenario.

Al final de la escuela Bruce y yo nos reunimos para ir juntos a donde estaba mi tío. No hablamos sobre en incidente, prácticamente él comenzó mi humillación por toda la cuidad. Me imagino a Jerome riéndose junto con Barbara, la cual Jim Gordon nos habló. Edward también sonrió al escucharlo, aunque sé que quiso reírse muy en el fondo.

—Tío —llamé—, ¿me podrías enseñar a como usar una pistola? —el auto frenó al instante, por suerte había luz roja.

—Isolde, eres una adolescente, si tienes un arma es para matar.

—Yo tuve un arma, y las personas me tomaron por loca —exclamé.

—Fue mejor lanzarla que disparar, cuando matas a alguien se te queda de por vida.

—Pero... Soy un fracaso, un loco me persigue y no sé como defenderme.

—Sabes pelear.

—¿Y si no supiera?

—Por suerte, sabes. Fin de la conversación.

Puse los ojos en blanco, de verdad esto me molestaba mucho. De todas formas había pasado un mes después de lo ocurrido y policías ya no vigilan la casa, parece que se han calmado las cosas. Hoy Bruce tenía una fiesta o algo parecido para una asociación de su empresa que estaba haciendo para los niños del hospital infantil o algo así. Tendría que ir con él y con mi tío ya que era muy arriesgado quedarme sola en la mansión.

Han pasado años que no uso un vestido ni tacones, será incómodo pero los tacones pequeños serán aceptables así que sobreviviré. Por suerte el evento sería en la noche. Me vendría algo de practica antes.

Después del almuerzo me coloqué los tacones que había comprado mi tío para mí, eran blancos y cerrados, no tenían mucho tacón pero sí lo suficiente como para estar incómoda. Fui a la oficina de Bruce, el niño siempre estaba ahí, y quería una opinión.

—Caminas horrible —dijo cuando me vio—. Debes tener la espalda recta —obedecí—, y hombros hacia atrás —también hice eso—. Listo, estás perfecta.

—Gracias —sonreí.

—Isolde... —él se levantó de su silla encaminó hacia a mi—. Quería proponerte algo —asentí, él aclaró su garganta—. Quiero pedirte que seas mi acompañante esta noche.

—Oh, está bien —sonreí, él también lo hizo—. Podría usar tu brazo para mantenerme en pie —bromeé.

—Seré tu ayuda.

—Señor Wayne, es una cita —sonreí.

—Ci... Cita, yo... —tartamudeó, no pude evitar reírme. Era tan tierno.

—Calma, estoy bromeando. Además, soy un año mayor que tú.

—Claro —sonríe, una sonrisa torcida.

—Presiento que tu novia va a estar ahí —sonreí y él puso los ojos en blanco.

—Selina no es mi novia —replicó.

—Pero lo será. Pronto.

Deje al pequeño en su oficina, fui hacia mi habitación pero me detuve en seco al ver un teléfono el cual vibraba. Encaminé hacia el aparato y cuando lo obtuve en mis manos lo lancé hacia la ventana, no quería más amenazas, hagan lo que hagan no lograrán lo que quieren.

INSANE ⎮⎮ Jerome Valeska ⎮⎮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora